El pasado 28 de octubre aparecieron publicadas en la revista Internacional microcuentista las respuestas a un cuestionario que me habían hecho por correo electrónico. Forman parte de una interesante serie en la que también han sido preguntados autores y críticos tan destacados en el género como son Luisa Valenzuela, Ana María Shua, Pía Barros, Julia Otxoa, Lilian Elphick, David Lagmanovich, Raúl Brasca, Fernando Iwasaki y Eduardo Berti, entre otros.
Por favor responda este cuestionario de manera breve, intentando no extenderse más de 50 palabras por respuesta.
Nombre y apellido: Fernando Valls.
Lugar y año de nacimiento: Almería (España), el 6 de septiembre de 1954.
Lugar de residencia: Barcelona y Berlín.
Pequeña biobibliografía (en especial referida a microficción):
Un libro, Soplando vidrio y otros estudios sobre el microrrelato español (Páginas de Espuma, Madrid, 2008); dos antologías (Ciempiés. Los microrrelatos de Quimera, Montesinos, Barcelona, 2005, con Neus Rotger; y Velas al viento. Los microrrelatos de La nave de los locos, Cuadernos del Vigía, Granada, 2010), varios prólogos (Luis Mateo Díez, Los males menores; Juan José Millás, Articuentos; y Ángel Olgoso, La máquina de languidecer) y numerosos artículos y reseñas que compondrán un nuevo volumen sobre el microrrelato hispanoamericano y español.
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1) ¿Qué denominación prefieres para el género brevísimo y por qué?
Siento tener que decir que la pregunta no me parece bien formulada del todo. A los textos narrativos brevísimos (alrededor de una página) que cuentan una historia, prefiero llamarlos microrrelatos. El término minificción me parece inoperante desde el momento en que los cultivadores y estudiosos de la poesía, género que debería ser el principal de la llamada minificción, por la importancia de su tradición y la calidad de sus textos, no lo utilizan. Y minicuento no me convence por su subsidiaridad del género cuento, que es otro, y porque, además, apela a la dimensión, que no es lo que caracteriza al microrrelato, sino la precisión e intensidad, de las que surge como una consecuencia la brevedad. Nunca he entendido por qué a los congresos internacionales se los denomina de minificción cuando la gran mayoría de las intervenciones se ocupan únicamente de los microrrelatos. Y tampoco entiendo por qué algunas antologías se titulan La minificción en…, cuando, en realidad sólo incluyen microrrelatos. ¿Por qué se llama este blog Internacional microcuentista, si se ocupa, básicamente del microrrelato?
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2) ¿Cómo y desde cuando nació tu pasión por el microrrelato?
Desde luego, no nació leyendo a Borges, precisamente, sino tras la lectura de las antologías de Antonio Fernández Ferrer, La mano de la hormiga. Los cuentos más breves del mundo y de las literaturas hispánicas (1990), y Erna Brandenberger, Cuentos brevísimos (1994), así como de las obras de Augusto Monterroso. Y, después, de la lectura de los estudios de Francisca Noguerol e Irene Andres-Suárez. El primer trabajo que le dediqué al microrrelato fue la reseña que escribí a propósito de Los males menores (1993), de Luis Mateo Díez, obra maestra dentro del género.
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3) Como lector, ¿prefieres las antologías de microrrelatos o los libros de un solo autor?
Pueden gustarme rubias, morenas y castañas, siempre que sean limpias, divertidas, inteligentes y bondadosas.
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4) Como antólogo ¿qué elementos consideras que debe tener un microrrelato para ser eficaz?
Quizá pueda deducirse de esta posible definición del género:
“El microrrelato es un texto narrativo brevísimo, arte de precisión y síntesis en el que reina la elipsis, que relata una historia que sólo puede desarrollarse en esa mínima dimensión y con esas características, y que partiendo de lo general intenta alcanzar lo real, lo verdadero”.
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5) ¿Por qué crees que se ha producido el auge reciente de la microficción?
No observo ningún auge de la microficción, sino sólo del microrrelato, y quizá sea producto de la insatisfacción que le producen al escritor las a veces excesivas dimensiones del cuento o la ausencia de narratividad en el poema en prosa. Pero, sobre todo, el descubrimiento de que hay historias que sólo pueden contarse en esa precisa y sintética distancia. También ha contribuido a su auge el que numerosos escritores jóvenes, de ambas orillas del Atlántico, se estén iniciando en la ficción utilizando el microrrelato. Y, claro, el desentrañamiento de su historia, el establecimiento de un canon, así como los estudios rigurosos de David Lagmanovich, Juan Armando Epple, Irene Andres-Suárez, Francisca Noguerol, Lauro Zavala, Graciela Tomassini, Stella Maris Colombo, Domingo Ródenas de Moya, Teresa Gómez Trueba, Javier Perucho, Laura Pollastri, Gabriela Espinosa y el resto del equipo de investigadoras de Neuquén.
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6) Además de la literatura, ¿qué otras cosas te apasionan?
El teatro, el arte, el cine, la ópera, conocer mejor las ciudades a las que viajo, su historia y sus costumbres.
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Para poder conocerte desde otro lado, por favor completa los siguientes interrogantes:
Un cuento...
Me decanto por un libro de cuentos reciente, La vida ausente (Páginas de Espuma, Madrid, 2006), de Ángel Zapata.
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Una película...
Casi todas las de Woody Allen, y por citar una reciente, La cinta blanca, de Michael Haneke.
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Una canción…
Voy a citar tres, pero pongámonos clásicos: el “Lamento de Dido”, de la ópera Dido y Eneas, de Purcell; el tango “Cambalache”, de Discépolo, evitando siempre la versión de Julio Iglesias, que debería convertirse en el himno de la posmodernidad, y la “Balada para un loco”, de Piazzola y Horacio Ferrer, cantada por Roberto Goyeneche.
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Una ciudad...
Para los veranos, Berlín; durante los inviernos, Almería; en primavera y otoño, Barcelona; pero para pasar unos días paseando y comiendo, visitando exposiciones y asistiendo a obras de teatro, Madrid.
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Una frase...
“No se trata de que la obra sea breve o larga. No importa escribir poco o mucho. Importa tener la gracia o el don de la abundancia justa”, del poeta José Ángel Valente.
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Un equipo de fútbol…
El Barcelona, cuando sólo es un club de fútbol.
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Un deseo…
Gozar de silencio y tranquilidad para poder trabajar.
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Un secreto…
En realidad, fijaros bien, soy la reencarnación de Uma Thurman, en su faceta profesoral.
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18 comentarios:
Comparto plenamente tu cita, tu equipo y... tu secreto. Un fuerte abrazo.
Beatriz
Uma Thurman? Ya sabía yo que me recordabas a alguien Fernando. jajaja
Un abrazo,
Ginés
Todavía ando dándole vueltas a la definición de microrrelato donde acotas la historia a una dimensión concreta y específica. Por lo demás, disparas con bala y puntería en el tema del Barça, coíncido en tus gustos cinematográficos - sobretodo en el Allen del principio - y también en el parecido, salta a la vista.
Un abrazo.
Lo de que eres Uma Tuhurman era a estas alturas un secreto a voces, Fernando. Pero eso sí: has hecho muy bien con reconocerlo en público, para que les arda la sangre a los envidiosos.
Abrazos fuertes.
Ángel Zapata.
Estimada Uma: Ruego tenga a bien trasladar a Don Fernando mis felicitaciones por la entrevista cuando lleven a cabo el re-intercambio de facetas. Pero sin prisa.
Hágale saber que me ha parecido clara y tajante, si bien hay que tener en cuenta la escasa plasticidad de una entrevista por correo.
Pregúntele de mi parte, Uma, querida, a qué cree que se debe este auge en la falta de consenso sobre las denominaciones de los textos breves. Pero eso, sin prisa.
Y mi versión favorita de Cambalache es la de Julio Sosa, tal vez porque va en el mismo disco que "Al mundo le falta un tornillo"
Un saludo a ambos.
Gabriel
Ya me temía yo que el desvelamiento público del secreto distraería vuestra atención de lo principal. En fin, que se confirma una vez más que no se le pueden hacer concesiones a los lectores, puesto que se distraen con el vuelo de una mosca..., sea rubia o mediopensionista.
"Lamento" lo del equipo de fútbol. Como en el diálogo final de "Con faldas y a lo loco" ...Nadie es perfecto. Pero libros, cine, buen gusto, hermanan. Un saludo
Hola, Propi, condesciendo por esta vez a contestarte, no tengo yo tiempo para estas pamplinas de los blogs, y le traslado al profesor Valls tus dudas, a ver si tiene a bien responderte, aunque si se lo pido yo, es más probable que lo haga, que ya sabemos todas como son los hombres...
Saludos desde Beverly Hills. Uma.
Me gustó y em sigue gustando al entrevista.
Vaya debía ser una de ls pocas personas que no sabía este secreto de tu otro yo.
Te trasnformas en Uma bajo alguna condición en especial(climática, astral, quéseyo...)
Un saludo cordial
Ya conocía esta entrevista de cuando apareció publicada en la Internacional Microcuentista. Creo que están haciendo un trabajo encomiable para la difusión del género y la comunicación de los escritores interesados en el mismo. Y me gusta poder decirlo aquí.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
Hola Fernando, Hola Uma:
Ya se sabe que todos tenemos una doble vida, afortunadamente, claro, pero lo tuyo, Uma, no tiene perdón mira que reencarnarte en Fernando Valls...
Tus respuestas en esta entrevistas me han tocado lo suficiente como para comentarte dos o tres cosas.
Sin duda, la primera es que nombres a Neuquén una ciudad que queda a cuarto mitad de General Roca, ciudad en la que nací y viví durante 22 años. Y que nombres a gente de la Facultad de Letras de la Universidad del Comahue -Facultad en la que comencé a estudiar hasta que bueno...pasó lo que pasó-.
Tus precisiones sobre microficción, microrrelato y microcuento son para imprimirlas y tenerlas muy cerca de la pantalla, cuando uno se pone a escribir.
Que te acuerdes de mi bienquerido Mateo Díez y de Los Males Menores ¡Rediós! Un texto que cada vez que lo abres lo encuentras mejor escrito -Un Crimen, Sopa, Amantes, Rutinas...-. Días del Desván es para tenerlo en cuenta aunque la estructura micro no sea la más abundante.
Que te auerdes no sólo de Cambalache -la versión de Goyeneche está bien, pero es mucho más canyengue la de Edmundo Rivero, fíjate porque creo que en Youtube hay algo, la de Tita Merello tiene su ternura- y Balada para un loco, una canción que marcó la adolescencia y juventud de toda mi generación que al final tuvo que "piantarse".
Y por último, Uma, que seas culé "pero no socia del Barça" eso ha hecho ya que se me quiebren todas las entretelas del corazón y mis ojos no paren de lloviznear sobre el teclado.
Uma, hace tiempo que sospechaba de tu lado Norman Bates, este Fernando Valls tiene una nave que es la reostia para tu doble vida.
chau,
hugo
Un placer tenerte por allí.
Saludos
Lo que la mayoría no sabe es que en Hollywood hay una rubia despampanante que responde al nombre de Fernando Valls cada vez que se la llama y piropea en la alfombra roja.
Estupenda la entrevista, Fernando.
Un abrazo.
PD: un servidor es (en privado) Winona Ryder y madridista de pro que no se pierde un partido del Barça.
Hola, Wynona, espero que lograras curarte de la cleptomanía, rica. Besos, Uma.
P.S. Nunca podía imaginar que el latoso del Valls lograra convocar aquí a tantas celebridades de Hollywood con la excusa del microrrelato.
Mi miopía cada vez está peor. Por más que miro no veo lo Uma... En fin.
Decir que el microrelato "relata una historia que sólo puede desarrollarse en esa mínima dimensión y con esas características" ¿no es muy radical?
En efecto, anónimo fricander, tu miopía tiene mal arreglo...
Estoy llegando siempre con retraso, pero me llevo buenas sorpresas. He pasado un buen rato con tus ingeniosas y enjundiosas respuestas, Fernando. A los amigos de la Internacional, muy buena iniciativa, claro está.
Gracias, Raúl, y saludos.
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