En el jardín
I
No tienes nada que decir
-eso crees-
Todos los teléfonos han enmudecido
ya no hay alambres
reptando bajo las alfombras
las vibraciones
aletean en el cerebro.
II
Me cobijo bajo las sombras
que dejan los mirlos con sus alas
mirlos ayer ateridos de frío
hoy caballeros y damas
cortejando
Si no vas a venir
escríbelo en las nubes
para acallar el silencio.
III
Sin duda sabían lo que no estaba
o lo que habían olvidado de poner en la lista
una lista larga
de ser o no
Después se fueron a fondear las costas africanas
Era la migración al sur
Las garzas y sus polluelos
vivirán para el regreso, me pregunto
El corazón se vacía entero.
IV
Denostado el texto
a la papelera.
La película de media noche
refugio bajo la tormenta
y ya son las cuatro y media de la mañana
Aunque no hay luz ni sombra
la luna olvidó mi sueño.
V
Así de generosas
son las aves
no saben porqué las encierran
pero siguen entregándonos su dádivas
Luego aparecen troceadas
en platos congelados.
VI
Yo amo el soplido del cetáceo
cuando revienta la mar al surgir de la negrura
Alegría infinita de saber que está aún ahí
Qué estremecimiento tu voz
entre las olas
el resplandor de tu llamada bajo la plata líquida
Los sables los tienen en la armería
escondidos
Los arpones se derriten en sus manos
VII
Si me dejaras saber lo que pienso
la tarde permanecería
a mi lado haciéndome compañía
y es augurio claro
la floración tardía de los amarilis
en junio
Las diosas dictan susurros
mientras sobre la conversación pesa
un maullido vecino.
El gato negro no volvió a hablar
en toda la tarde
Yo me tragué la lengua.
Ahora firma el documento.
VIII
Libertad decidió albergarse en la cárcel
Tanto vagar con la verdad mochila en mano
la aburrió
Así dejó que llegaran las voces oscuras
y los susurros malignos
quizás con el miedo
que el terror también la aburriera
En la noche
el canto de los pájaros muertos.
* Isel Rivero (La Habana, 1941) reside en Madrid desde 1996. Ha publicado varios libros de poesía en España, Nueva York, Viena y Cuba. Toda su obra dispersa aparece reunida en el volumen Relato del horizonte (Endymion, 2003). Su obra en inglés ha sido traducida al español por Benito del Pliego, Las palabras son testigos (Verbum, 2010). Estos poemas son inéditos y forman parte de Libro abierto.
* El cuadro es de Wilfredo Lam.