jueves, 2 de diciembre de 2010

La generación multinominada

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Ya nadie parece creer en las generaciones, ni en las literarias ni en ninguna otra, y sin embargo no hemos logrado prescindir del concepto y a lo más que llegamos es a sustituirlo por grupo, o a curarnos en salud escribiendo presunta generación..., o la llamada generación... A los jóvenes que se han incorporado a la vida laboral, o a la intelectual y literaria, durante esta primera década del siglo XXI, se les ha denominado ya de tantas maneras que raro es el mes en que no surge un nombre nuevo, más o menos afortunado. Así, lo único que puede constatarse es la dificultad para motejar a estos nuevos ciudadanos, sean ya escritores o meros trabajadores.
Pero lo que me pregunto es si resulta necesario, o al menos útil y práctico, otorgar un nombre que identifique y distinga a estos nuevos escritores.
Excepto uno de los nombres, invento mío, el resto de las denominaciones que siguen a continuación las he sacado de los medios de comunicación. Pero me gustaría saber si alguna de ellas, unas más consolidadadas que otras, os parece adecuada para describir a aquellos que se han incorporado al trabajo, a la escritura, en lo que llevamos de siglo XXI.
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GENERACIÓN INSTANTÁNEA
GENERACIÓN DE LA PLICA
GENERACIÓN NI-NI
GENERACIÓN NOCILLA
GENERACIÓN DIGITAL
GENERACIÓN DE LA INDIFERENCIA
GENERACIÓN GLOBAL
GENERACIÓN MULTICULTURAL
GENARACIÓN GLOCAL
GENERACIÓN CASTIGADA
GENERACIÓN DEL LABERINTO
GENERACIÓN PRIVILEGIADA
GENERACIÓN DEL MILENIO
GENERACIÓN DEL LOW-COST
GENERACIÓN DEL GRAN CERO
GENERACIÓN PERDIDA
GENERACIÓN EMOTICÓN
GENERACIÓN SI-SI (sin acento, aunque quizá debería llevarlo)
GENERACIÓN DEL CIBERPROGRESO
GENERACIÓN NOQUEADA
GENERACIÓN Y
GENERACIÓN DE LA CRISIS
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* La foto es de Shilpa Gupta.
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27 comentarios:

Javier Puche dijo...

Si me permites la travesura, yo apostaría por una denominación que no aparece en la lista: Generación degenerada. Un abrazo.

Fernando Valls dijo...

Pero explícanos por qué "degenerada", Javier, antes de que yo intente adivinarlo y me equivoque. Saludos.

Antonio Tello dijo...

Creo que todas ellas son válidas y también inválidas. Son válidas en la medida que explican parcialmente una experiencia o un punto de vista y son inválidas precisamente por su naturaleza parcial. Todas ellas tienen valor de sinécdoque.

José Antonio Fernández dijo...

GENERACIÓN DEL LOW-COST, es muy descriptiva.
GENERACIÓN YO-YÓ, también puede describirles adecuadamente.
GENERACIÓN X, como incógnita, en fin.
Saludos.

Isabel González González dijo...

Yo me apunto a la travesura de Javier y apuesto por una denominación sumamente práctica: Generación Google. ¿Quién hoy día —sea para mirar la RAE o para documentarse— no consulta Google a la hora de escribir? Tal vez lo de 'Generación degenerada' viene por ahí, por el hecho de apostar cada uno por una cosa. Como buena nacida en los años 70, no me queda otro remedio que adherirme a otra generación: la 'Generación X'. Una generación que se caracteriza por una infancia feliz, una adolescencia descafeinada y una madurez desnortada. Entre las que propones, me quedo con 'Generación glocal'.
Abrazos.

Manu Espada dijo...

Creo que nadie va a reconocer que le gusta ser englobado en una generación con estos nombres, casi todos peyorativos, y todos diremos que esto de las generaciones es artificial y tal, pero seguro que a ninguno nos importaría pertecer a la genera´ción del 98 o la del 27, pero claro, a la generación Ni-Ni... ¡Coño! Lo que sí que creo que une (un poco) a los autores de la época que comentas es Internet y la repercusión (poca o mucha) de su (aún) corta obra en la red. ¿Generación Blogger? O ¿Generación Facebook? Por aportar unas denominaciones no demasiado peyorativas. En fin, es divertido el juego que propones, Fernando.

Fernando Valls dijo...

José Antonio, lo de `Generación X´ ya lo utilizó con fortuna el canadiense Douglas Coupland, en un libro publicado en 1991. Y en España se utilizó esa denominación para escritores como José Ángel Mañas, sus `Historias del Kronen´ (1994) fue el libro más emblemático, Lucía Etxebarría, Ray Loriga, Pedro Maestre o Daniel Múgica, a los que me imagino que ya nadie con un poco de criterio literario lee, hispanistas despistados aparte. Fueron algo así como los nocilla de los primeros noventa, aunque menos mutantes y con menos afán de medro.
Isabel, también yo uso Google y mi sobrino Pirri, de 9 años, y me parece que no formamos parte de la misma generación.

José Antonio Fernández dijo...

Pues si que estoy actualizado con lo de Generación X.
Seguramente yo sea de la Generación F5 (me he enterado que esa tecla vale para actualizar).
ES dificil definir a toda una generación con muy poca palabras.
Seguiremos despejando la incógnita.

Mario G. dijo...

Todas estas denominaciones, Fernando, son utilísimas: para saber qué piensa quien las emplea. Resulta necesario? Sin duda (es mi opinión) posicionando te posicionas. Y a eso nos dedicamos...
Un abrazo
Mario G.

hombredebarro dijo...

Creo que la denominación de generación digital es bastante descriptiva. Porque más allá de las edades con las que nos estemos manejando, peor o mejor, cada uno, la mayoría de los autores de este inicio de siglo pulula por la red y la tiene en cuenta como medio en el que se puede publicar. Personalmente pienso que se ha dado un gran paso con ello, porque antes de la era digital las opciones eran ser escritor de casino de pueblo, de diputación de provincia o aspirante en la corte. Para trabajar, publicar y darme a conocer no necesito hacer nada más que conectarme. No tengo por qué frecuentar ningún círculo literario de mi ciudad, mis amigos no tienen por qué ser escritores, en la red conecto con aquellas personas que tienen mis mismas inquietudes y están a miles de kilómetros de distancia. Escribo este comentario, como casi todo lo que escribo, mientras cuido de tres hijos pequeños, lo que quiere decir que no tengo por qué ser escritor de café, de tertulia o de pasantía. Donde nos hemos encontrado es en la red. Se me ocurre otro nombre: generación virtual. Más allá de otras diferencias todos compartimos el descubrimiento de esa nueva realidad sobra la que flota lo que escribimos.
Un saludo.

Manu Espada dijo...

Voto por "Generación virtual", como explica magníficamente hombredebarro.

David Pérez Vega dijo...

Hola:

A mí, que por franja de edad me englobaron en la generación X (por cierto, aquel libro de Douglas Couplan estaba bastante bien) y ahora trabajo en un colegio, me atrevo a adelantar el nombre de la generación de la próxima década:

GENERACIÓN TDAH

No sé si conocéis el término, ahí lo dejo para que investigueis.

saludos a todos
David

Rafael Camarasa dijo...

Creo que el nombre de las generaciones, más allá de las que se denominaron en su tiempo por el año-veintisiete o noventa y ocho, por ejemplo- sólo son etiquetas de mercado para poner en el candelero lo que quieren vender. El ejemplo es lo de la Generación Nocilla. Sin dudar de la calidad de Fernández Mallo y los que han venido detrás, debo decir que en Valencia, que es de donde escribo, ya había gente en los ochenta que hacían ese tipo de literatura, mestiza, llena de referencia musicales y visuales. La única diferencia es la que apunto. No estuvieron en el lugar y momento adecuado, y no fueron catalogados y etiquetados por la editorial de turno que, a modo de gran multinacional de la electrónica, nos vende el producto como algo nuevo y novedoso, y nos crea la necesidad. Puro marketing lo de los nombres. Nombres, por otra parte que no definen la literatura que escriben. En un mundo tan globalizado, pero, sin embargo, a través de los nuevos medios, tan fragmentada en lo literario y artístico, con tantas voces, es una forma de agrupar con el sólo efecto de focalizar y vender.Creo que, tomando el nombre prestado a un amigo, la mejor definición para cualquier generación sería la de Generación espontánea. Aquella que nace por sí misma, sin mandatos exteriores ni editoriales, y es ecléctica y variopinta.

Miguel A. Zapata dijo...

Hubo una época (no menos difícil que ésta, años de Yom Kippur y breznerismo y nixoniadas varias) en que sentir el impulso generacional era un orgullo y una autoimposición. Los Who lo demostraron echándole agallas mod. Quizá porque el concepto de generación, del paso de la masa informe y orteguiana que es la clase a la más concreta y excitante agrupación que promueven los intereses compartidos en edades similares, se produce de forma generalizada (no solo en el ámbito cultural) tras la segunda guerra mundial.
El punk dinamitaría más tarde el orgullo de clase a base de autodesprecio, nihilismo y vacío. ¡Pero eso era también una forma inconsciente de (contra)cultura, de búsqueda de espacio generacional, imitando a sus despreciados mayores una década más tarde!
Hoy, Beyoncé y la PSP no ofrecen códigos referenciales válidos, Bershka y Zara nos lanzan el mensaje falsamente democratizador de que podremos vestir a bajo precio los modelos haute couture de los divos y divas, y las princesas del pueblo anestesian la necesidad de una identidad forjada en la conciencia de grupo (que no de clase, ya dije, porque el discurso marxista y posmarxista muere tras la crisis de 1973, se ahoga en disputas geoestratégicas por la fluctuación del precio de bienes escasos).
No hay asunción generacional cuando un hemisferio da la espalda a aquél que le procura su chute diario de ibex, dowjones y especulación de bajo o alto espectro.
¿Para qué pensar generaciones, si el culto al individuo ensimismado que engorda en el salón de casa se promueve como un santa santorum de la posmodernidad? Al menos, Mañas, Etxebarría y Loriga tenían la coartada del deceso de la movida y el nihilismo imitativo yankee de los noventa para aportar una hueca alegoría de lo que debe ser un joven de plástico en los noventa.
Ayer les dije a mis alumnos: ¿Y qué hareis cuando mañana se os diga que en la nevera ya no habrá tres clases distintas de yogur, que a lo mejor no hay yogur para todos?
Ora et labora, que mañana, el FMI dirá...

Javier Puche dijo...

Lo de "Generación degenerada" era un juego de palabras más que otra cosa, Fernando. Pero puestos a buscar alguna coherencia a la broma, podría ser esta una generación degenerada porque nunca como ahora ha sido tan fácil publicar (bien en Internet, bien en las tropecientas mil editoriales que existen), lo cual ofrece a muchos incautos la falsa sensación de que escribir literatura está al alcance de todos. De manera que cualquier hijo de vecino, impulsado exclusivamente por burdos deseos de notoriedad, se autoerige en escritor a la primera de cambio, aunque no haya detrás el menor rastro de vocación literaria o talento, pues siempre va a encontrar a alguien que le aplauda. Apliquemos por tanto lo de "Generación degenerada", si te parece, a quienes escriben y publican por amor al éxito (es decir, por vanidad), y no por amor a la literatura. Afortunadamente, existen también entre los jóvenes loables ejemplos de escritores nada degenerados, con niveles estratosféricos de vocación y talento, que jamás podrían recibir mi improvisada denominación.

Julia U dijo...

Siempre he tenido la sospecha de que agrupar a unos cuantos (o cuantas) en "generación"... lo que sea es manía de algunos críticos para simplificar su trabajo. ¿Qué hay más cómodo que tomar una serie de datos comunes, los que sean, y hablar sobre ellos y nada más que sobre ellos? Lo común, no lo original o diferenciado; el grupo, no el individuo.
Y algunos escritores se sienten perdidos si quedan fuera de esos rediles que, en poesía al menos, es de donde salen las antologías.Y de las antologías el reconocimiento.
De este modo se imitan unos a otros tranquilamente en vez de inclinarse hacia lo original y distinto.
Sin ánimo de ofender, quiero referirme a la experiencia. Al principio no entendía por qué se llamaban así porque toda poesía, TODA, es experiencia, consciente o inconsciente. Ahora ya lo sé: no quiere decir nada demasiado grave.

Raúl dijo...

Yo propongo "La generación exiliada", en todos los sentidos. Exiliados de su país, de los círculos universitarios, de los cogollitos literarios, de todo menos de su escritura.

Un saludo desde Londres.

Miguel A. Zapata dijo...

PD: hablaba antes de lo que dije a mis alumnos; huelga decir que son niños de instituto que no llegan a los dieciocho y están obligados a escuchar mis digresiones de (más o menos) joven profesor de Historia: me miraron, resoplaron, pensaron dos décimas de segundo en los tres yogures, luego en tres marcas de whisky y en el botellonazo que les esperaba este fin de semana: asunto generacional zanjado.

Julia U dijo...

Miguel, lo que dices es triste para ti. Para ellos lo será cuando no tenga remedio. Pero esa es una GENERACIÓN GENERADA... Ya me entiendes.

Ginés S. Cutillas dijo...

Yo retomo el tema por lo de virtual, electrónica y usuaria de google y lo sintetizo en la "generación bit", para hacer la gracia con la beat, que suena igual pero no es lo mismo.

Saludos,
Ginés

Miguel A. Zapata dijo...

De acuerdo contigo, Julia, y sí, sé lo que quieres decir con "generación generada". Es cierto. Parece fácil para el sistema crear promociones abúlicas atontadas con una falsa idea de progreso, así es más fácil tomar medidas de retroceso en la escala de conquistas sociales sin que chiste nadie. El sistema funciona, desde luego.
Yo, desde mi humilde posición, me empeño en buscar perlas resistentes y billantes entre el barro: cada día en cada aula, cada semana con un libro o una película o un disco nuevo que me estimulen. Quizá por eso poco me interesan generaciones, manifiestos o barricadas, creo más en la fuerza de cada uno que construye desde sí al grupo. Porque, como decía Emerson, "los héroes (y los gurús y los santones, añado yo) suelen resultar molestos". Un abrazo generador y colectivo.

Fernando Valls dijo...

¿Y no os parece que estamos ante la primera generación de escritores (mejor dicho, de gente que le gusta escribir) que apenas leen? Con todas las excepciones que queráis. Pero, en el caso del microrrelato, en concreto, me llama la atención la cantidad de gente que me manda textos para el blog, de escaso interés, que cuando les pregunto qué libros del género les han interesado, descubro que apenas han leído ninguno, y así, claro, les luce el pelo...

Javier Puche dijo...

Sin duda, Fernando. Y que no lean es prueba palpable de que la literatura les interesa bastante menos que el hecho de convertirse en escritores y ser jaleados. Cuanto antes mejor, además. Escribir (escribir bien) es una tarea ardua, de largo recorrido, que requiere un trabajo descomunal, y una pasión incombustible. Y quienes escriben sin haber leído apenas, sin conocer y admirar profundamente a los maestros, son a mi juicio unos absolutos impostores. Así pues, me reafirmo en lo de Generación Degenerada. Y aplaudo el ingenio de Cutillas (muy divertido e idóneo lo de "Generación bit"). Abrazos,
Javier

Miguel A. Zapata dijo...

Es cierto, Fernando. Y descorazonador. Hay quien ha publicado un libro de microrrelatos y le suenan a arameo Mrozek, Orkeny o Brasca. Pero es parte del juego democratizador de la cultura y del "do it yourself", de la política demagógica del Estado del Bienestar: alcance sus sueños sin necesidad de cansancio ni esfuerzo alguno, ya habrá alguna editorial bien subvencionada o displicente o despistada que considere que un libro malo más es un libro bueno menos pero que eso importa un carajo porque la inversión ya está amortizada antes de producirse. Pues bien, creo que el sistemita se acaba, que a partir de ahora esta generación intelectual disminuida que somos va a tener que hacer más méritos de los acostumbrados para ganarse las habichuelas de la futura publicación de sus obras.

PD: estamos hablando de obras, de retazos artísticos, el consumo de masas seguirá funcionando a su aire, que para eso rigen con sus propias normas, en tiempos de crisis o bonanza o pichipichá.

Isabel González González dijo...

Hombre, Fernando. Ya sé que mucha gente usa Google como también hay mucha gente que come Nocilla. Yo me refería a los 'escritores' que la usan como herramienta de trabajo. Pero bueno, sin duda, es mucho más acertada e ingeniosa la Generación bit propuesta por Ginés. En cuanto a lo de los escritores que no leen, totalmente de acuerdo. Como también hay gente que no tienen ni idea de diseño y diseña, y gente que no tiene ni idea de música y compone. Si en algo es experta esta sociedad es en envases. Gracias al ordenador y a ciertos programas, uno escribe, imprime y le pone unas tapas. ¿No es eso un libro? Uno le da a una tecla, a otra y se graba. ¿No es eso una canción? La tecnología ha puesto a nuestra disposición los envases. Y lo que sea, una vez envasado, ya es un producto. ¿No será esta falta de criterio a la hora de definir esta generación, un acto inconsciente de rebeldía contra la posibilidad de envasarnos a nosotros mismos? Digo.

Fernando Valls dijo...

Pues, tienes razón, Isabel. En todo. Me rindo.

Hiperbreves S.A. dijo...

Para mí, el cambio más trascendental de los últimos años, y quizá de la historia de la humanidad, es la universalización de internet. Dicho esto, me quedo con un nombre alternativo: la Generación Web o la Generación WWW.