miércoles, 16 de abril de 2008

CARMEN CAMACHO

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"Ñandú"

Como en alguna otra ocasión, ese día deseó acicalarse como una pava, y salir a buscar por las discos de moda al guapo que la quisiera. Le dieron ganas cuando, ya en el restaurante, levantó la cara, eso sí, sin quitarse el sombrero, y vio a aquellos jóvenes de buena clase que tomaban con la mano del reloj la salsera para aderezar el salmón así, sin el servilismo de la cucharilla.
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Telefoneó a su amante número siete. Horas antes había simulado un dolor de estómago con tal de no despedirlo con arrumacos. Después de varios meses, el amante número siete se duchaba en casa, y le pedía que le frotara la espalda. Estuvo huraña. Él se secó con la clásica toalla de los amantes, una para todos. Anda en el toallero, a veces húmeda.

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“Esta carta no es para ti, aunque pronto la leerás: la cara se me ha plagado de granos, y eso me obliga a salir a la calle con un sombrero negro de ala ancha; no hago más que quitarme pelos de las cejas y no estoy embarazada, pero la regla no vino. Lloro a deshoras y sin fundamentos, ahogué en lágrimas a mi hermana mientras almorzábamos en aquel restaurante que, ¿te acuerdas?, una vez encontramos cerrado porque ampliaban el aseo de señoras. Aplico otra vez la estrategia del ñandú. Tengo sueño. Me harté de cereales mientras escribía el esquema de mi próxima intervención pública. Es absurdo, ese esquema es absurdo.”

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La música será la peor. Apestará a tabaco, vacilará a las pavas. De nuevo ese olor, a pescado podrido. Avisa de la etapa negra. La última vez, su hermana miró debajo del armario para asegurarse de que no había ningún bicho muerto. Sólo las tristes saben que así sólo pueden oler dos cosas: el vientre corrupto o las circunstancias.

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Aquella noche no buscó entre las gentes. No regresó ningún amante. No escribió la carta. No terminó el esquema. No se disculpó ante su hermana. Esas no son cosas de avestruces.



* Carmen Camacho (Alcaudete, Jaén, 1976), vive en Sevilla. Ha publicado dos libros de poemas, Arrojada (Cangrejo Pistolero) y 777 (Taller del Hechicero). Su obra aparece recogida, asimismo, en varias antologías de España, México, Chile y Perú, tales como Poesía viva de Andalucía, Cuento vivo de Andalucía, No todo es Juan Ramón, todo es Juan Ramón; El arca bestiario y Ficciones de treintaiún narradores hispanoamericanos; Literatur, Microscopios eróticos, Ellas, Banda aparte, o Literatura comprimida, entre otras. Este microrrelato es inédito.

2 comentarios:

albalpha dijo...

No se puede negar lo que uno es.
Estupendo relato.

Abrazos
Alba

Ventura Camacho dijo...

Grandísimo relato de Carmen. Es mucha Carmen. ¿Cuál es proceso del Ñandú al León? ¿Qué hace el león cuando tiene miedo? ¿Devora? Eso lo hace cuando tiene hambre, aunque a veces le miedo y el hambre sean la misma cosa...Enohorabuena por el blog, y a Carmen por su relato