Microporno ... A continuación viene un microrrelato pornográfico, por lo que os recomiendo que lo leáis como los ciegos, pasando suavemente las yemas de los dedos por cada línea, con los labios entreabiertos, que os detengáis unos instantes en la cavidad de una “o” y en las hendiduras de una “m”, que recorráis repetidamente con el tacto el mástil de las letras altas, que busquéis con atención en los espacios, los silencios, sin los cuales no habría tensión ni vértigo, que no desdeñéis las conjunciones ni todas esas palabras supuestamente menos importantes pero imprescindibles para alcanzar el placer; que, sin embargo, al llegar a lo esencial, lo hagáis sin prisa pero con pasión, que no os importe el temblor de la mano ni que escape algún sonido incontrolado de vuestra boca, eso es, con el dedo ya casi horadando el papel, deseosos de llegar al final y también de demorarlo. Así. Así. ... ... E.F. ... Elfriede Jelinek ha desaparecido, anunció mi vecina entusiasmada, así que salimos a buscarla. Buscamos por todas partes, a pesar de que Elfriede siempre nos había atraído y repelido a la vez, como esas niñas que te dejan caer un chorro de saliva en la mano y luego lo lamen sin quitar los ojos de los tuyos. Mientras buscábamos teníamos premoniciones de sangre y objetos punzantes, de aguas turbias y olor a humedad en un lugar cerrado. La encontramos al atardecer; me pareció aún más delgada de lo habitual. Atravesó en silencio el grupo de rescate y solo nos dirigió una mirada sin que ninguno de los presentes pudiese decir que le había mirado precisamente a él; la verdad es que encontrarla tan pronto nos causó cierta decepción; al regresar cabizbajos a casa la amábamos y la seguíamos odiando. ... |
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* José Ovejero (Madrid, 1958) vive en su ciudad natal y en Bruselas. Ha cultivado la novela, el cuento, la poesía, el teatro, el artículo, el ensayo y la literatura de viajes, recibiendo diversos premios literarios. Como autor de narrativa breve, ha sido antologado en Los cuentos que cuentan (Anagrama, 1998), de Juan Antonio Masoliver Ródenas y FV. Su última obra es el ensayo Escritores delincuentes (Alfaguara, 2011). Estas piezas inéditas suponen su primera incursión en el microrrelato.
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12 comentarios:
Me gustaron los dos relatos. Si tuviera que escoger alguno me quedaría con el segundo.
Gracias y saludos
Excelentes.
Irazoki
Me han encantado. Los dos. Fotogramas que se quedan en la retina para siempre.
Abrazos repetidos.
Me han gustado, están muy bien escritos. El primero me ha recordado a una cita de Woody Allen: "Me ancanta leer porno en Braille".
Del primero me gusta la manera en la que la forma engulle al contenido, y se convierte por sí sola en historia. Del segundo, me parece muy original el proceder veloz para resolver la intriga, que es al mismo tiempo intriga y desafección.
Un placer descubrir a José. Y gracias Fernando por traerlo.
Abrazos.
Me gustó mucho el primero de ellos. Mucho. Saludos a capitán y tripulante.
Me gustan los dos. Quizás el primero más que porno sea erótico, mejor aún. El segundo un acertado homenaje y los sentimientos que provocaba.
Gracias por la publicación, Fernando, y a los lectores por los comentarios.
El segundo relato es parte de una serie dedicada a escritores.
Saludos.
Dos grandes microrrelatos.
En "Microporno" Ovejero juega con nosotros y nos "calienta" sin citar el fuego ni una sola vez. Excelente.
De "E.F." me encanta le forma de dibujar a la niña desaparecida para que, igual que le pasa a la narradora, nos repela y atraiga a partes iguales. Y la decepción porque no ocurra lo que el morbo nos pide, casi es mejor que lo extraño desaparezca que el esfuerzo que supone tratar de entenderlo. Soberbio.
Claro que no es ninguna sorpresa que José Ovejero escriba excelentes microrrelatos. Y me alegro de que lo haga.
Enhorabuena, José; gracias, Fernando.
Muy logrados.
J. Martínez de las Rivas
Me gustan los dos y me parece una idea muy buena dedicar una serie de micros a escritores. Y qué mejor manera que empezar con Jelinek.
Saludos cordiales
A mí me ha gustado mucho el segundo texto. Creo que esa breve búsqueda-rescate de E. J transmite perfectamente las sensaciones que produce leer a esta autora: tanta belleza como fealdad y viscosidad en un mismo impulso (las explanadas del Prater son hermosas, sí, y a la vez cuajadas de preservativos). Que el hallazgo de la desaparecida sea tan rápido parece muy acorde con el espíritu de un veloz micro.
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