LAS HABITACIONES VARIABLES
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En casa de la abuela, las habitaciones se cambian entre sí de manera aleatoria. Si uno quiere entrar a la de la tía Lola, puede encontrarse con la del tío Normando o si la abuela quiere trabajar el telar de su cuarto, lo más seguro es que se tope con la colección de estampillas que está en la del tío Ernesto. Entrar a la habitación que quieren se volvió asunto de azar y por eso la abuela y los tíos han llegado al acuerdo de que las habitaciones son de todos (y a la vez de nadie) y, por ende, las cosas que le pertenecen a cada cuarto. Al final, tuvieron que acostumbrarse. Ya que vivo no se aguantaron mis travesuras, al menos que muerto sí.
BONDADES DE LA QUIEBRA
Hace meses que no tengo ni siquiera para comprar un pan. Desde que perdí mi trabajo, no he hecho otra cosa que robarme los periódicos que los transeúntes dejan en los sillones de los parques y buscar trabajo en los clasificados como un condenado. He llevado mi currículo a más de doscientas empresas y la respuesta siempre es la misma. Lo llamaremos, dicen autómatas los jefes de recursos humanos. Los maldigo a todos. Hace poco gasté el último cubo de panela que me quedaba en la despensa y de la provisión de arroz que me regaló mi vecina por caridad ya no queda ni para media ración. Barbado, hambriento y rendido por la desesperación, me dirijo a la cocina a ver si al menos un espejismo me devuelve la esperanza. Cuando abro la nevera, rebusco entre su vaciedad y lo único que encuentro es una manzana podrida e infestada de gusanos. Qué suerte, pienso. La cena de esta noche será suculenta.
* Esteban Dublín (Bogotá, 1983), seudónimo literario de Daniel Ávila, es publicista y autor de Preludios, interludios y minificciones (Adéer Lyinad, 2010). Sus textos han aparecido en diversas antologías y revistas. Mantiene el blog Los cuentitos . Estos microrrelatos son inéditos.
12 comentarios:
Me gusta mucho lo tuyo.
Leo poco a poco
Gracias por dejar que torpes como yo aprendan.
Me puse como seguidor. Te espero como seguidora si así lo crees. Es más fácil encontrarse.
Un abrazo
Vaya, me encantaron los dos, pero "Las habitaciones variables" tiene ese toque del género que tanto me gusta, la capacidad de sorprender.
Una vez leído piensas "ah, claro" y puede que te recuerde a otros -o no- pero mientras lo disfrutas, al menos yo, no esperas ese desenlace. Esa sorpresa sin trampa.
Enhorabuena a Esteban/Daniel ;) y un abrazo grande para Fernando
Menuda sorpresa, esa voz narrativa de "Las habitaciones variables", oculta hasta la última frase, regodeándose en los efectos de su travesura. Menuda sorpresa, también, la profundidad del segundo texto, girando al final el tono pesimista en una especie de epifanía que propone algo parecido a una acción de gracias. Suculento autor, de travieso ingenio.
Coincido con el análisis de Pedro. Y destaco los títulos, ambos espléndidos, el fino humor que destilan las piezas y la prosa, cuidada con esmero y precisa en la puntuación.
Un placer ver por aquí a Esteban. Gracias Fernando.
Abrazos.
Ma alegro de ver por tu nave a Esteban, gran microrrelatista colombiano. Me gustan los dos textos, especialmente el de las habitaciones intercambiables. Un abrazo.
Destaco de Esteban su especial sentido del humor. Sus textos rezuman siempre ese humor a veces negro pero siempre bien hilvanado.
Un placer ver a Esteban por aquí. Prefiero la magia de "Las habitaciones variables" pero es más por un gusto estético, un disfrute de lo fantástico. Aprecio, también, "Bondades de la quiebra", su fina ironía, su acerada crítica, su dejarse llevar como si no quedara otra.
Un abrazo, Esteban; gracias, Fernando.
Por tendencias personales me decanto por Habitaciones variables, pero
Bondades tiene ese punto resignado y mordaz del protagonista que me gusta mucho también.
Saludos a dos.
Daniel/Esteban, en cualquier caso un autor enorme que no ha tocado techo con sus cuentitos.
De estos dos micros, me quedo con el primero, muy original.
Un saludo indio al autor, a Fernando y a todos los lectores
Me ha gustado "Las habitaciones variables", con ese acuerdo resignado y esa lógica aplastante en el reparto de estancias y propiedades.
Saludos
Gabriel.
Agradezco mucho a todos los visitantes de esta nave por su amabilidad en sus comentarios y, especialmente, a Fernando por permitirme embarcarme con mi micros por aquí. Fue un honor.
Muy alegre de que Esteban y Daniel (en realidad son dos) naveguen en la Nave de los Locos. Muy merecido lo tienen.
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