Si en 1957 el poeta norteamericano Allen Ginsberg arrancaba su poema Aullido afirmando: "Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura..."; en nuestro tiempo de pensamiento débil mucho me temo que sólo podría decirse -algo más modestamente- sobre algunos jóvenes escritores que apuntaban buenas maneras, que se han perdido por las prisas y el afán depredador, ganando premios desprestigiados, así como por la ostentación de una ridícula seudomodernidad adobada en el empeño de hacerse los graciosos, estar en medio y figurar a toda costa. Esto es, por la tentación de lo fácil y rápido en suma. Aunque si lo pensamos sólo un poco y le echamos un vistazo a la historia literaria, no resulta en absoluto un fenómeno nuevo, ya que espejismos como éste se han producido siempre, con las variantes propias de cada época.
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6 comentarios:
Y encima lo escribes con letras rojas...
Miedo da leerlo.
Un saludo.
Bueno, miedo, miedo, lo que da es más bien, risa..., por el batacazo.
Te firmo esta entrada. Ginsberg, con aullido incluido.
Gracias por traerlo hasta aquí.
Un abrazo, Fernando.
Diosssssssssssssssssssss
Pues la locura (enfermedades mentales) es la enfermedad del S.XXI
Las prisas, las poses, la atracción de lo rápido y efímero, una pena,sí.
Kuss
Puedo suscribirlo, pero sería conveniente indicar algún nombre propio para que la sospecha no manche a los inocentes. Aprovecho para felicitarle por su blog.
No te preocupes, Ramón. En esto de la literatura hay tantos cantamañanas que a los inocentes, como los llamas, no les salpicarán mis comentarios.
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