Ayer por la tarde, en una conversación que mantuvo con Gonzalo Torné, la escritora Elvira Navarro presentó en Barcelona su tercer libro, la novela La trabajadora. Había unas treinta personas, entre las que eché de menos, sobre todo, a los escritores jóvenes que escriben en castellano y viven en la ciudad, aunque allí estaban Álvaro Colomer o Matías Candeira, o el veterano Rodrigo Fresán. Elvira posee los extraños dones de la claridad, la agudeza y la síntesis, y sabe muy bien cómo y por qué se arman sus obras. Así, respondiendo a las preguntas que le formulaban, nos explicó algunos de los aspectos fundamentales de su novela: la vinculación con el Realismo, con la tradición propia; su empeño por mostrar una realidad concreta, la periferia de un Madrid que creció desarticulado, que no es la que habitualmente hallamos en la mayoría de sus novelas; su relación con la denominada 'novela social', de izquierdas; el papel que desempeña en su obra el pensamiento, la reflexión, y cómo debe ajustarse a una narrativa de escasas dimensiones, cercana quizá a la novela corta; o bien la manera en que la precariedad laboral de sus protagonistas no solo las aboca a una vida proletarizada, sino también a determinados desajustes mentales; o la singularidad del arranque, de la primera parte de la obra. Esta novela de Elvira Navarro, exigente y sutil, supone un importante eslabón en esa cadena de nuevas voces que empiezan a consolidarse, ahora sí, alejados de todo frikismo seudovanguardista, dentro de la narrativa española.
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2 comentarios:
He leído "La trabajadora" y me parece una novela más que aceptable.
Elvira Navarro promete.
Un abrazo, Fernando.
He leído sus anteriores novelas, y me apetece muchísimo leer esta, Elvira Navarro es una ESCRITORA con talento y técnica; es una profesora que transmite, aclara y enseña.
Un abrazo.
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