sábado, 21 de mayo de 2011

René Andioc y el teatro español de la Ilustración


Es probable que a la mayoría de visitantes de este blog no les diga nada el nombre de René Andioc (1930-2011), pero casi todos los españoles han debido leer en sus años escolares El sí de las niñas, de Leandro Fernández de Moratín. Bueno, pues el señor Andioc es uno de los máximos expertos en Moratín y en el teatro español del siglo XVIII. Y como estas son materias que vengo explicando en mis clases desde hace más de treinta años, la reciente muerte del hispanista francés, a quien no tuve el placer de tratar, la siento como la pérdida de alguien que me ha enseñado muchas cosas que no sabía y me ha ayudado a entender mejor a un autor y una época cruciales en el nacimiento del mundo moderno.


Andioc se licenció es español en la Universidad de Montpellier, fue catedrático de instituto en Mende, Montpellier y Lille, y luego profesor universitario en Burdeos, Pau (ya como catedrático) y Perpiñán. Su tesis doctoral, Sur la querelle du théâtre au temps de Leandro Fernández de Moratín (1970), traducida como Teatro y sociedad en el Madrid del siglo XVIII (Castalia y Fundación March, 1976), es uno de esos trabajos modélicos que muchos años después seguimos consultando y leyendo con interés. Entre sus estudios sobre L. F. de Moratín, destacan la ed. del Epistolario (1973); en colaboración con John Dowling, las eds. de La comedia nueva y El sí de las niñas (Castalia, 1975); y junto a Mireille Andioc, la del Diario (Castalia, 1968). Es autor también de una ed. de Raquel (Castalia), de García de la Huerta, así como de diversos trabajos sobre Goya y la literatura del XIX. Los españoles y amantes de la literatura deberíamos agradecerle tantos años de trabajo dedicados al mejor conocimiento de nuestra cultura. 

5 comentarios:

Teresa dijo...

La muerte de René Andioc, con quien coincidí en Colliure en un simposio sobre Machado hace ya treinta años, me ha sorprendido explicando El sí de las niñas a alumnos de 3º de ESO. Hablándoles de la pragmática de Carlos III que, según Andioc, inspiró la obra - la tal pragmática prohibía los matrimonios sin el consentimiento libre de las mujeres- recordé que este hispanista francés fue una de las causas que, en tiempos ya muy remotos, me llevó a trabajar sobre los últimos años del siglo XVIII. Andioc fue para mí uno de esos maestros que se encuentran en la vida que pasamos en y con los libros. Le debo todavía mucho. Siempre he creído que hay que ser agradecido con los maestros. Desconfío del que se proclama autodidacta. Desde este blog, mi más sentida condolencia y mi deseo de que su obra, su rigor intelectual, lo mantengan vivo.

Miguel A. Lama dijo...

Gracias, Fernando, por estas palabras dedicadas al maestro Andioc. Yo sí tuve la fortuna de tratarle, en persona y por escrito en cartas en papel y electrónicas, y la altura intelectual de sus trabajos era la misma que su estatura humana. Siempre que he podido he difundido sus logros, sus trabajos y le recordé cuando murió, por eso me alegra tanto que tú lo hagas. Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

También, yo, Fernando sé quién era, René Andioc, cuya edición de Castalia que tú comentas compré, en 1976, cuando estudiaba en Granada, y siempre he utilizado para mis clases.
Siempre está uno en deuda con los maestros, sobre todo de aquellos que te enseñaron, y bien, la buena literatura.
Gracias, Fernando, por la nota, ignoraba esta noticia.
Pedro M. Domene

annieandioc dijo...

Mi profundo agradecimento a todos vosotros por recordar con tanta ternura a mi esposo. Son esos recuerdos que lo mantienen vivo.
Mi màs cordial saludo

Annie Andioc

JJGómiz dijo...

Ningún maestro muere. Se ausenta físicamente, sí, como para disfrutar una indefinida temporada sabática. Pero permanece su obra, siempre imprescindible, para continuar dialogando en silencio autor y lector. Cada día charlo con René, leyéndolo. Sí, se le echa de menos, pero transitar los caminos intelectuales que supo abrirnos en continuar caminando a su lado, intercambiando opiniones