Más allá de lo execrable del crimen de ayer, más allá de todos los putos fanatismos religiosos, más allá de la emoción que se mezcla con la impotencia y la rabia, más allá de que Charlie Hebdo ha sido, es y seguirá siendo la revista satírica por excelencia en todo el mundo mundial, más allá de la incapacidad de reírse de si mismos que tienen todas las religiones monoteístas –Benito de Nursia, fundador de la orden benedictina, allá por el siglo VI decidió que Cristo nunca había reído porque la risa lo hubiera convertido en humano, por lo tanto en su famosas “ordenes” dictamina que los monjes tienen prohibido reír y que la risa será siempre materia del demonio. Umberto Eco en su best-seller policial “El Nombre de la Rosa” convierte este asunto en una de las piedras de toque del argumento-. Pues más allá de todas estas consideraciones y las que se puedan añadir sería legítimo pensar que “alguna cosa se ha hecho mal en “Occidente” para que la respuesta al humor sea el asesinato. ¿A quienes les interesa que el conflicto de Siria se haya enquistado hasta llegar a este inaceptable y sangriento empate político-militar? ¿A quienes le ha interesado que el Estado de Israel –no los israelíes, por favor no nos confundamos!!!- lleve a cabo las matanzas sistemáticas en la franja de Gaza? ¿A quienes les ha interesado liquidar la Revolución Egipcia? Y si nos remontamos un poco más allá ¿Qué país europeo ha pagado por el saqueo que se hizo de África hasta llegar a las vergonzosas descolonizaciones de Argelia o del Sahara Occidental?
Y, finalmente, algo se ha hecho mal, muy mal para que 600 jóvenes franceses se encuentren en Siria encuadrados en el Estado Islámico –organización político-militar que recibe dinero de más de una de las monarquías árabes-.
¿ A quienes les interesa que la continuidad de la barbarie sea una empresa rentable no solamente para las fábricas de armas sino para los vendedores de “seguridad”?
Algo se ha hecho mal, muy mal cuando las cárceles francesas están atiborradas de jóvenes pobres hijos de familias argelinas y tunecinas que han sido condenadas a la exclusión. Algo se está haciendo mal, muy mal, para que Marine Le Pen a caballo de su partido xenófobo pueda convertirse en la próxima presidenta de Francia.
Sí, yo también soy Wolisnky, Cabu, Tignous o Stefhane Charbonier y cada uno de los doce muertos, pero, sabes Fernando, todo esto es testimonial, todos ellos ya no volverán a provocar aquello que nos gusta a muchos, saber y poder reírnos de nosotros mismos...
Pues, sí, Hugo, hacemos mal muchas cosas, muchísimas, pero hoy hay que condenar sin paliativos, ni justificaciones de ningún tipo (a la manera del señor Willy Toledo), el asesinato de unos dibujantes. Abrazos.
6 comentarios:
Et j´aime tous ces fous.
Merci, Gemma y Fernando.
Aujourd´hui Paris les pleure...
Hola Fernando:
Más allá de lo execrable del crimen de ayer, más allá de todos los putos fanatismos religiosos, más allá de la emoción que se mezcla con la impotencia y la rabia, más allá de que Charlie Hebdo ha sido, es y seguirá siendo la revista satírica por excelencia en todo el mundo mundial, más allá de la incapacidad de reírse de si mismos que tienen todas las religiones monoteístas –Benito de Nursia, fundador de la orden benedictina, allá por el siglo VI decidió que Cristo nunca había reído porque la risa lo hubiera convertido en humano, por lo tanto en su famosas “ordenes” dictamina que los monjes tienen prohibido reír y que la risa será siempre materia del demonio. Umberto Eco en su best-seller policial “El Nombre de la Rosa” convierte este asunto en una de las piedras de toque del argumento-. Pues más allá de todas estas consideraciones y las que se puedan añadir sería legítimo pensar que “alguna cosa se ha hecho mal en “Occidente” para que la respuesta al humor sea el asesinato. ¿A quienes les interesa que el conflicto de Siria se haya enquistado hasta llegar a este inaceptable y sangriento empate político-militar? ¿A quienes le ha interesado que el Estado de Israel –no los israelíes, por favor no nos confundamos!!!- lleve a cabo las matanzas sistemáticas en la franja de Gaza? ¿A quienes les ha interesado liquidar la Revolución Egipcia? Y si nos remontamos un poco más allá ¿Qué país europeo ha pagado por el saqueo que se hizo de África hasta llegar a las vergonzosas descolonizaciones de Argelia o del Sahara Occidental?
Y, finalmente, algo se ha hecho mal, muy mal para que 600 jóvenes franceses se encuentren en Siria encuadrados en el Estado Islámico –organización político-militar que recibe dinero de más de una de las monarquías árabes-.
¿ A quienes les interesa que la continuidad de la barbarie sea una empresa rentable no solamente para las fábricas de armas sino para los vendedores de “seguridad”?
Algo se ha hecho mal, muy mal cuando las cárceles francesas están atiborradas de jóvenes pobres hijos de familias argelinas y tunecinas que han sido condenadas a la exclusión. Algo se está haciendo mal, muy mal, para que Marine Le Pen a caballo de su partido xenófobo pueda convertirse en la próxima presidenta de Francia.
Sí, yo también soy Wolisnky, Cabu, Tignous o Stefhane Charbonier y cada uno de los doce muertos, pero, sabes Fernando, todo esto es testimonial, todos ellos ya no volverán a provocar aquello que nos gusta a muchos, saber y poder reírnos de nosotros mismos...
Salut,
Hugo
Pues, sí, Hugo, hacemos mal muchas cosas, muchísimas, pero hoy hay que condenar sin paliativos, ni justificaciones de ningún tipo (a la manera del señor Willy Toledo), el asesinato de unos dibujantes. Abrazos.
Moi aussi.
Sin más comentarios.
Sí!!
Sí, yo también soy Charlie.
Un abrazo monumental para todos los Charlie.
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