Luis Mateo Díez es autor de una de las mejores novelas publicadas el pasado año, La soledad de los perdidos. En una interesante entrevista que le hace Santiago Velázquez, en El Huffingtonpost (3 de diciembre del 2014), con motivo de la aparición del libro, el autor comenta lo siguiente:
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"En nuestro panorama [literario] hay dos divisiones. Aquella en que hay autores que son fieles a una obra literariamente comprometida, y otra, de escritores que buscan una narración absolutamente complaciente, no literaria, que persigue el entretenimiento y la fascinación de medio pelo, con un nivel de escritura mínimo, casi deleznable, y que para hacerla vale cualquiera. Por ese conducto, la novela se ha ido llenando de gente que no se sabe por qué vienen y a qué vienen. Bueno, sí, supongo, que a obtener notoriedad y dinero. La novela, que ha sido un objeto crucial en la historia de la humanidad desde que nació y que es el espejo que nos permite viajar en el tiempo y vivir otras vidas, se ha convertido en un desdeñable objeto de menor cuantía, risible y caricaturesco. Esto ha hecho que el mundo editorial esté más pendiente de encontrar un bestseller de medio pelo que de apostar por autores con ambiciones literarias".
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8 comentarios:
Totalmente de acuerdo con el autor. Y lo mismo ocurre con los microrrelatos. Hay una tendencia a escribir con mucho brillo cegador, mucho golpe de efecto, mucho surrealismo supuestamente original, y poca sustancia.
Así están las cosas.
Un abrazo renovado en este año que comienza, Fernando.
Bravo por Luis Mateo Díez, por su lucidez para expresar lo que ocurre en la novela de nuestros días. ¡Así nos va!
Feliz 2015, Fernando.
Un abrazo.
Luis Mateo Díez es el autor de "La fuente de la edad", así que sus opiniones, aunque sean matizables, siempre hay que tenerlas en consideración. (Por cierto, cuidado con ese "ha obtener"; un abrazo y mis mejores deseos para este año, Fernando).
Totalmente de acuerdo con mi paisano. Claro y conciso, a pesar de que, hacia la mitad del texto, aparece una preposición a con hache que provoca escalofríos.
Feliz 2015 para todos.
Da gusto tener lectores tan atentos. Muchas gracias.
De acuerdo con Luis Mateo, pero no echemos la culpa solo al mundo editorial. No se publicarían tantas novelas deleznables o risibles, como acertadamente dice Luis, si no hubiera tantos lectores dispuestos a tragárselas. Tanta campaña de lectura diciendo que leer es divertido ha conseguido el efecto contrario, que haya lectores que huyan de Chirbes porque les parece poco ameno, y caigan en cualquier novela más entretenida, tipo templarios, vampiros, sadomaso de andar por casa, etc. etc.
Bueno, imposible decirlo mejor y más claramente. Lo malo es que esas novelas opacan a las otras. Cuántas veces he oído el comentario de lectores que ya no leen porque no encuentran nada bueno. Como no son especialistas, ni tienen por qué serlo, se fían de lo que encuentran en los escaparates. Una desgracia...
En fin, da para mucho el tema, y como ya han comentado es aplicable al microrrelato, y yo añadiría que a todo, pues resumiendo habla de buenos y malos. Él que tiene mucha mayor experiencia habla de autores, y yo soy más partidario de obras. No considero bueno todo lo de un autor sea quien sea, ni malo. Y aquí el problema, que para leerte algo bueno te tienes que tragar seis, siete, diez, bodrios insulsos rellenapáginas, y no tiene uno tanto tiempo. Y para discernir, poco valen los premios, la crítica, los números de venta, los años de profesión.
Dicho esto, y casi renegando de lo dicho, me compraré la novela que tan bien nos pone Fernando, a ver si suena la flauta.
Gracias por le reseña Fernando.
Abrazos y feliz nuevo año para todos.
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