martes, 12 de julio de 2011

Ha muerto el filósofo Adolfo Sánchez Vázquez



A los 95 años ha falleció en México el filósofo español Adolfo Sánchez Vázquez (Algeciras, 1915-2011) discípulo de José Ortega y Gasset y renovador del marxismo. Era profesor emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde impartió docencia durante muchos años. Entre sus discípulos se encontraba el luego célebre líder de la revolución zapatista, el subcomandante Marcos. Durante su juventud estudió en la Universidad Central de Madrid y formó parte de las Juventudes Comunistas, hasta que la derrota republicana en la Guerra Civil española lo llevó al exilio, donde convivió con intelectuales de la talla de Eduardo Nicol, Juan David García Bacca y Joaquín Xirau. Entre sus libros destacan Ética (1969), y Recuerdos y reflexiones del exilio (1997). Sus estudios, así Del socialismo científico al socialismo utópico (1975), contribuyeron, como pocos, a la renovación del pensamiento marxista,  que consideró siempre una doctrina viva, antidogmática, tratando de conjugar la crítica, el proyecto de transformación del mundo y el conocimiento, alejado de lo que se considera el socialismo real de la Unión Soviética.

Durante los primeros años setenta, cuando todavía era estudiante universitario, leí con tanto interés como aprovechamiento sus versiones de Marx y un par de libros suyos: Las ideas estéticas de Marx (1965) y Estética y marxismo (1970), que conservo en mi biblioteca. Hace unos años tuve la fortuna de oírlo en una conferencia que pronunció en mi universidad, la Autónoma de Barcelona, en el marco de un congreso dedicado al exilio republicano. Su discurso oral me pareció tan profundo y brillante como su escritura, pero el personaje real me pareció, además, entrañable. También cultivó la lírica, recogida en un volumen, en el 2005, que lleva el sobrio título de Poesía. Descanse en paz.    


3 comentarios:

Homero dijo...

desconocía este autor, gracias por descubrirmelo.
DEP

Javier Perucho dijo...

Fernando,

la UNAM recogió en un volumen sus ensayos literarios, que te busco y mando.
Un abrazo,

Anónimo dijo...

Magnífica entrada!
besos, Fernando
Inés Mendoza