jueves, 30 de septiembre de 2010

Claret Serrahima, con criterio

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El pasado jueves, el periodista J.M. Martí Font entrevistaba en El País al diseñador Claret Serrahima. Mal acostumbrados como estamos a que todo el mundo se haga el moderno en Cataluña, y casi me atrevería a decir que en el mundo mundial occidental, da gusto leer a alguien que opina con sentido común. Sólo reproduzco una de las respuestas, pero en ella pone el dedo en una de las llagas más infectadas.
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¿Como diseñador, como artista, cómo ve la evolución de Barcelona? ¿No cree que la ciudad está perdiendo su personalidad, con la excusa del... diseño?
- Ha puesto el dedo en la llaga: la falsa modernidad de Barcelona. Estoy bastante cansado de Cataluña y agotado de Barcelona por esta falsa modernidad de los políticos a quienes se les ocurre sacar los conejos y los periquitos de las Ramblas para vender helados con gorros de mexicanos y cocas remojadas. Ese es el error, la obsesión de los políticos de dejar su huella. Habría que pagarles para que durante cuatro o cinco años no hicieran nada ni tocaran nada. Pero, reconozcámoslo, los políticos no vienen de Marte ni de Venus, son catalanes y representan la cultura catalana, la de este falso progreso, esta falsa modernidad, porque hay más modernidad en Santa Maria del Mar que en el Edificio Vela de Bofill; moderno es el Bar Manolo de Gracia. Barcelona es una ciudad cada vez más difícil de vivir porque está perdiendo la esencia de la vida. Este es un país que ya no tiene amorosidad, es un país devastado, porque el catalán es un cínico que lo que ama de verdad es su cuenta corriente. Barcelona, aseguran, es la millor botiga del mon. Yo no quiero vivir en una botiga.
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* Claret Serrahima es el autor del cartel de las Fiestas de la Mercè de este año. Y por cierto, tampoco yo deseo vivir en una tienda, aunque sea la mejor del mundo... Ya somos 2.
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18 comentarios:

AGUS dijo...

Fernando, como catalán me permitiré opinar. Básicamente estoy de acuerdo con todo lo que dice Claret Serrahima. Sólo discrepo cuando afirma que "el catalán es un cínico que lo que ama de verdad es su cuenta corriente". Discrepo porque no soy partidario de la generalizaciones y los tópicos. Si te vale mi opinión, te confesaré que me siento más cercano a posturas vitales como las de Josep Pla, Pascual Maragall o Pep Guardiola. Posturas que tienen su arraigo en el término tan catalán del "Ceny". Término que carece de traducción y que para mí ejemplifica el criterio casi extinguido al que alude Claret. El criterio de aunar tradición, modernidad, sentido común y amplitud de miras. Disculpa por la extensión.

Un abrazo

Fernando Valls dijo...

Claro que todas las generalizaciones son injustas y generan lo que cínicamente se llaman daños colaterales, pero me parece Agustín que la parte más interesante de las declaraciones es la denuncia del proyecto de ciudad que han fomentado los políticos, con el apoyo de algunos intelectuales y periodistas locales.
Por lo demás, me imagino que te refieres al `seny´, que no deja de ser otro lugar común, y que yo traduciría por sentido común, virtud que fue perdiendo Maragall con el paso del tiempo, si es que alguna vez la tuvo, y que sí poseyó Pla y tiene Guardiola, por seguir con tus mismos ejemplos.
Gracias por tu comentario.

Anónimo dijo...

Siempre duele un poco que se descalifique generalizando, porque uno se siente dentro. Sin embargo, cuando alguien afirma que "el ser humano es cruel", pongamos por ejemplo, no necesitamos defender la realidad de que existen muchos seres humanos buenos; incluso compartimos fervientemente esa opinión, como si no formáramos parte del género... No debería ser destinto cuando hablamos de cultura o procedencia, que son géneros comunes también. ¿Problemas de identidad? Habría que aplicar una saludable distancia, jugar con el doble, el espejo, el laberinto, etc. etc., como nos enseña la literatura (patria universal y refugio psicológico), y decidir que quien afirma determinadas cosas está hablando de "los otros". Que además haberlos haylos, qué duda cabe.
O sea, que por mí este señor puede decir lo que quiera, y que como catalana entiendo que tiene parte de razón y parte de no razón, pero tampoco logra ofenderme.
Lo que suscribo es que se estén quietos cuatro años, pero vamos, creo que la crisis ya va a encargarse de eso a juzgar por el número de obras oficiales congeladas.
Pienso yo. Con perdón y sin ánimo de ofender.

Susana Camps

Fernando Valls dijo...

RFT, no publico anónimos. Si te identificas, daré tu comentario encantado.

RAMÓN FERNÁNDEZ TELENTI dijo...

Por supuesto Fernando.

RFT dijo...

Personalmente, yo empezaría por no encargar un cartel de las fiestas de la Mercé como el exhibido, sea cual se la tradición. ¿Cuánto ha costado ese cartel a los vecinos de Barcelona? Porque, en el fondo, sin restarle mérito alguno, el consejo del diseñador de que los políticos no hagan nada en cuatro o cinco años, ¿no incluiría ello también ese cartel?
¿Y en qué han quedado los millones de euros tirados inútilmente en la consulta sobre la Diagonal? ¿Y para qué sirve y cuánto cuesta esa tontería de cartel anunciando por las calles que a menos residuos plásticos hay más playa en Barcelona?
En la única vez en mi vida que he tenido que presidir una comunidad de propietarios no hice absolutamente nada, salvo contener el gasto. No encargué obra alguna, ni modifiqué nada. Obviamente, a los diez meses me cesaron para mi fortuna, porque la comunidad no podía soportar que no se encargaran proyectos, reformas y demás inutilidades a cual más costosa.
En cuanto a la tonta afirmación que hace el entrevistado de que el catalán es un cínico que lo que ama de verdad es su cuenta corriente, amén de una generalización me parece una falta de respeto y una estupidez. Yo nací en Asturias (y lo demás, al parecer, es tierra conquistada al infiel), me crié en Jerez de la Frontera hasta los 16 años, luego viví en Madrid, en Londres, en París y ahora vivo en Barcelona. Por lo tanto, esa historia de los catalanes, los gallegos, los vascos, los andaluces o los turcos, me parece una estupidez y una frivolidad inútil.

Ramón Fernández Telenti

Fernando Valls dijo...

Bueno, ante el rumbo imprevisto que han tomado los comentarios de
esta entrada, sólo me queda decir que el cartel me ha encantado.
Gracias a todos por vuestras intervenciones y saludos.

Propílogo dijo...

¿Y quedarme yo sin hablar de criterio? Ni hablar.
Empecé un comentario ayer, y lo dejé, porque prefería que los catalanes hablaran del tema un poco peligroso que toca el entrevistado -allá él-.
La sugerencia de estar cuatro años sin hacer ni tocar nada, se refiere, supongo, a adoptar una política, unas medidas, y mantenerlas durante un tiempo, con lo cual las cosas funcionarían con una moderada estabilidad temporal, mientras los políticos se aburrirían mucho. Lo han dicho expertos en educación, en ciencia... si se cambian las políticas cada cuatro días, no hay quien se aclare. Creo que a eso se refería.
Saludos desde Navarra, porque al navarro lo que le importa es el mus.
Gabriel.

Fernando Valls dijo...

Gabriel, me tenías preocupado porque yo esperaba que tratándose del criterio intervinieras, como así ha sido finalmente. En fin, la rueda del mundo puede seguir girando. Y, por cierto, no sé jugar al mus, por lo que no podría ser navarro. Saludos.

Juan Carlos Márquez dijo...

¿Qué estáis blasfemando sobre el mus? Una cosa es mover las cartas y otra jugar al mus, un juego que sólo es arte en Bilbao.

Fernando Valls dijo...

Pero yo pensaba que al mus sólo jugaban los futbolistas, en las concentraciones; y los estudiantes aburridos, incapaces de seducir a sus compañeras, en el bar de la Facultad...

Juan Carlos Márquez dijo...

Yo me aficioné al mus en el bar de la facultad porque ya estaba aburrido de seducir compañeras.

Fernando Valls dijo...

Es lo que a mí me hubiera gustado, Juan Carlos, pero me pasé toda la carrera intentando seducir a una, sin que me hiciera caso, una vez que conseguía mis telegráficos apuntes. En fin, que nunca tuve la posibilidad de aprender a jugar al mus. Pufff, tendré que hacerme navarro.

Propílogo dijo...

Voy a ver si encuentro una maravilla de 1804 que se titula "Reglas fixas que conviene usar en el juego llamado mus"
http://www.elmus.org/images/reglamento_p.jpg

Fernando Valls dijo...

Gabriel, no me extrañaría nada que apareciera un opúsculo de Jovellanos titulado `Sobre los beneficios de jugar al mus y la difusión que debe hacerse de tan útil juego en las escuelas del Reino´.

Francesc Cornadó dijo...

Fernando, en tu post de septiembre sobre "Varices, hemorroides...", donde puse un comentario sobre el deterioro del cuerpo en forma de poema, preguntabas si el poema era mio, pues, sí, el poema lo escribí yo cuando preparaba mi libro DOBLE TALL, este poema, sin embargo, no lo incluí en mi libro.
Perdona que te conteste con tanto retraso, pero hasta hoy no había advertido de tu pregunta.

Salud

Francesc Cornadó

Claret Serrahima dijo...

Hola soy Claret Serrahima, creo que lo importante es hacer autocrtica para ir corrigiendo. no me gusta que se critique pero soy un gran desfensor de la critica, es decir en nuestro pais se critica mucho pero no se hace critica i la critica es esencial par el buen desarrollo de cualquier sociedad.
Cuando digi que somos unos cinicos siempre me refiero en el sentido que el catalan ama mas su ciuenta corriente que su pais, normal, pero entonces que no se llene la boca de nacionalismo....bla...bla
En definitiva creo que la mayoria de catalanes son nacinalista de fin de semana. Tortells, sardanes, banderes pero entre semana nos olvidamos de las necesidades reales para que un pais tire adelante....vaya un pais de "folclorismo"

Fernando Valls dijo...

Claret Serrahima, sólo puedo suscribir lo que apuntas. El medro, el folklore y el somos los mejores y los demás no nos comprenden son la esencia del nacionalismo catalán. Pero, ¿de qué nacionalismo no lo son? Saludos.