martes, 8 de junio de 2010

El hundimiento de los pedagogos a la violeta

...

Nada más dañino que la inútil pedagogía que ha invadido la enseñanza, ni siquiera las siete plagas de Egipto causaron tando daño... La pregunta es por qué hacen caso los políticos a semejante manada de inútiles e incompetentes que no han tratado con los estudiantes ni siquiera en los segmentos de ocio. Ese es, sin duda, uno de los grandes misterios de la humanidad, al lado del cual el origen y composición del universo se convierte en un juego de niños (en consola, claro). Pero la siguiente cuestión tendría que ser por qué me hago preguntas tan tontas... En fin.
......

34 comentarios:

Anónimo dijo...

ajjajaja, eso!
Tú conoces el programa Ilias?
jaajj

Anónimo dijo...

http://de.wikipedia.org/wiki/ILIAS_%28Software%29

...las despedidas internautas de los estudiantes en el programa son (después de que te has hartado a trabajar y no le has visto el careto):
Vielen Dank, Frau Ruiz!
Hasta pronto, muchos recuerdos
(en serio)
jajajaj

Manuel dijo...

Hostias!... Perdón. Por fin alguien dice la verdad y no se calla para ser políticamente correcto.

Víctor dijo...

Pues sí, Fernando, demasiada tontería. Con tanto envoltorio hueco y burucrático, al final nos olvidamos de lo envuelto. Así van las cosas, claro está... Saludos.

Mar dijo...

No sé exactamente a que metología de enseñanza se refiere cuando dice "pedagogos a la violeta". Y supongo que tiene que ver con lo que el vídeo aquí colgado muestra: competencias, habilidades, procedimientos, objetivos... ¿Tareas? Pues quizás no sirva esa pedagogía para enseñar Geografía o Literatura. Pero le aseguro que es muy útil y funciona a la hora de enseñar idiomas. Yo, como muchos de mis compañeros del Servei de Llengües de la UAB, usamos un método comunicativo que tiene en cuenta las diferentes habilidades del alumno y las diferentes competencias de las que hablael Marco de Referencia Europeo y, en mi caso, utilizo el enfoque por tareas. Y, por supuesto, no tengo nada que ver con los personajes que muestra este vídeo.
En cualquier caso, respeto su opinión y me parece muy bien que no se la calle. Yo, como ve, tampoco lo hago.
Ya me explicará, si puede y quiere lo de "a la violeta"
Mar Martín

Anónimo dijo...

Reuniones interminables con la tecnologización y la discusión sobre la libertad de asistencia a las clases presenciales.
Los resultados -no sé cómo no les parece una evidencia de antemano- ya se ven.
En un semestre más, las reuniones serán -también interminables- para explicar los peligros de los excesos de la tecnologización y de los juegos. Y del ASTA (representante de los alumnos) que ha gritado y defendido esa "libertad" de asistencia, ya hemos recibido la primera carta de...bueno...,mucho más comedida, advirtiendo a los estudiantes que se exige un rendimiento diario!!

Fernando Valls dijo...

Mar, si te parece adecuado el método que utilizas, tus alumnos están satisfechos y obtienen buenos resultados, no hay nada que objetar. El método comunicativo es casi tan viejo como la enseñanza de idiomas, no es ninguna novedad. Lo malo es que a los profesores se les impone un sistema plagado de palabras huecas (palabros, más bien) y tareas inútiles, en el que no creen, con resultados pésimos, como año tras año vamos sabiendo. De eso es de lo que muchos nos quejamos, de la pedagogía absurda e ineficaz, de la complacencia acrítica de algunos profesores con teorías que se les imponen y con la faena que se les hace a los alumnos, quienes acaban no sabiendo hacer siquiera la o con un canuto. No se trata, por tanto, de que uno u otro profesor sea excelente, o de que su método funcione, en una u otra materia, sino de los mecanismos del sistema (también a la violeta), en general, que son nefastos.

Anónimo dijo...

Hace unas semanas hice dos cosas diferentes (yo no me dedico a la literatura, pero por aquello de "jugar").
Puse un cartel de un color tierra precioso en el tablón de anuncios al lado de mi despacho con fragmentos de Lorca y de Javier Marías.
Conocidos y fáciles de encontrar en la red. Para que buscaran.
El premio eran 2 libros, El lápiz del carpintero y Los aires difíciles.

Hice lo mismo en la red.

Directamente hablando conmigo porque habían visto el cartel y se habían parado tranquilamente (esta última palabra es importante)a leer, llegaron 3.
De los e-mails recibí un montón de respuestas. Pero...
la condición para recoger el premio era que pasaran por la hora de consulta para hablar un poco del autor y tal, y tal...
Dos de los del cartel de papel, vinieron,fue agradable.
De los de la red, no vino ni uno.

Anónimo dijo...

Evaluar los resultados prácticos en el rendimiento del uso de la lengua es otra cosa.

Juan García Única dijo...

Hola Mar,
aunque es la primera vez que comento en este blog, lo cierto es que lo sigo a diario. Me llamo Juan y me presentaré en breve a las oposiciones de secundaria.
Tengo, además, alguna experiencia -modesta- en la docencia universitaria.
Fernando Valls no se refiere a ninguna metodología en concreto en el título de esta entrada, sino a una obra literaria del siglo XVIII. He ahí una de las cuestiones que, en estos días interminables de programaciones, burocracias y obras en casa (la peor mezcla posible), veo que sale a relucir con esta entrada: método, método y método. Como si eso garantizase, sin más, la calidad de lo que se enseña. No en vano, voy a hacer unas oposiciones para las que el examen de conocimientos (los mismos que llevo ya años forjando a conciencia) suma sólo un 40% del total de la nota frente al 60% de la programación (cuya formación se reduce, en mi caso, a un CAP de pocos meses y muchos charlatanes).
No soy un abierto antipedagogo ni nada por el estilo, pero siempre he pensado que una metodología es el intento de explicar un trabajo hecho a conciencia, la descripción de un punto de llegada, por tanto, y no algo de lo que se parte. Creo que conviene estar abiertos a las buenas reflexiones sobre la educación, pero la realidad es que una burocracia que trata de imponer la corrección ideológica en cada resquicio de la formación de una persona es bastante desalentadora.
Reconozco que me he reído con esta entrada, porque con el sentido del humor se va a todas partes.
Lo que me asombra de los pedagogos (que, como sucede en todas las profesiones, los hay buenos, malos y regulares) es que no parecen capaces de admitir que todos estamos, con perdón, con el culo al aire frente a la educación, que como le dice Tony Soprano a su psiquiatra, "no hay cura para la vida".
En cualquier caso, un abrazo. Me alegra que se debata -y se discrepe- en temas tan importantes. Y al autor, muchas gracias por ponerme una dosis de humor ante este calvario terminológico que atravesamos muchos estos días.

Fernando Valls dijo...

Las atinadas puntualizaciones de Juan me evitan insistir más, por ahora, en el asunto.

Miguel A. Zapata dijo...

Desde luego, hay pedagogías que evocan hundimientos imperiales. Yo, como profesor de Geografía e Historia de un IES cualquiera de la Comunidad de Madrid suscribo la ironía del vídeo, con toda su retranca. Antes hablábamos de conceptos, procedimientos y actitudes, hoy de habilidades. La nomenclatura o la tipología no soluciona los dos principales problemas de la enseñanza: apatía y alarmante regresión del nivel medio del alumnado. El profesor no puede, en el aula, solucionar las carencias de una sociedad que premia el mínimo esfuerzo y la recompensa a corto plazo. Es un problema de actitud generacional, no de metodologías educativas, de promoción de generaciones abúlicas por miedo a que conceptos como disciplina o esfuerzo nos retrotraigan a épocas oscuras, o a que el sacrosanto Estado del Bienestar que hemos construido para ellos se nos caiga abajo y esto parezca una república bananera que nadie desea. En fin, supongo que el debate da para tesis y tesinas, adustas o simpáticas. Yo vuelvo a mi puesto de trabajo, hoy muy disminuido en efectivos por la huelga de los profesores.
Un vídeo descacharrante, Fernando, fiel reflejo de la vida en los centros de enseñanza, con todas las felices excepciones que podamos constatar.

Juan Carlos Márquez dijo...

Sé que lo que voy a decir es sólo la conclusión de una única experiencia, la mía, pero cuando hace dos años hice en un instituto cercano a mi casa las prácticas del CAP lo que encontré me pareció desolador: jóvenes, ya en bachillerato, incapaces de escribir sin faltas gruesas de ortografía (no hablaré de las tildes, la capacidad de comprensión lectora y de la sintaxis). Puede que el paso del tiempo haya "idealizado" mi memoria, pero mi recuerdo de cuando yo cursaba el bachiller es otro bien distinto, mejor. Hoy en día, por ejemplo, desterrados o casi de los planes de enseñanza el latín y el griego, los jóvenes no pueden saber el origen ni intuir el significado de muchísimos vocablos del español, así deben pensar que el prefijo Epi, por ejemplo, es el amigo del alma de Blas.

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Fernando, el asentamiento y poderío de los pedagogos (los hueros, los engolados, los ineficientes, que son los más, no los buenos, que son minoría) es acorde con la mentecatez y mediocridad de los políticos. Lo del cambio climático es una cortina de humo: lo que avanza a pasos agigantados es Disney, ese segmento lúdico discontinuo que devora el suelo de la educación, la política, la vida social, la literatura... Ya nadie llama al pan pan, sino "materia alimenticia de consumo cotidiano". Y mientras los alumnos, como dices, cada vez salen más ignorantes (qué pretendemos en los políticos treinteañeros, Pajines, Bibianas y otros, si son hijos de la LOGSE), los profesores acumulan cientos de horas rellenando fichas, formularios, impresos y actualizaciones y acudiendo a reuniones formativas donde el más inepto enseña desde la tarima. Como el adagio "El asno enseña a Minerva".

Anónimo dijo...

Buena suerte Juan García Única!
Lo del sistema de oposiciones es que es sencillamente una locura.

Anónimo dijo...

Llevo dieciocho años dando clase, los mismos que llevo tratando de entender cómo personas que jamás han entrado en un aula, salvo para impartir charlas cuando no hay otro sitio, dirigen la educación. Pero tampoco entiendo cómo hemos ido tragando con todo: procedimientos, actitudes, capacidades, habilidades...Píldora tras píldora, olvidándonos de lo importante, hemos ido tragando cómo colocaban ordenadores en las aulas en vez de dotar las bibliotecas, o repartían portátiles en lugar de favorecer la lectura o el deporte. Y para no alejarnos del tema, cómo los pedagogos (algunos, de acuerdo, solo algunos, pero es que han hecho tanto daño como si fueran millones) han organizado planes de estudio, disciplina en las aulas y hasta han conseguido que el sistema de evaluación de competencias, que supone una millonada, le sea adjudicado al padre de la Reforma que nos trae de cabeza.
Perdón por el desahogo, Fernando, pero es que es junio, finales de curso, y estamos rodeados de directrices, pero no de sensatez.
Pilar

Propílogo dijo...

La pregunta era por qué hacen caso los políticos...
Y la respuesta es evidente si se hace una internalización (o sea, pensar) de las plasmaciones gráficas (o sea, los comentarios) aquí presentes:
Porque para un "mentecato" político (como acierta Antonio) es más sencillo y más cómodo aprenderse un sistema jerarquizado de normas y diagramas de flujo diseñados por alguien que se aburre, que admitir en público que la cosa es compleja y que el alumnado cambia más rápido que el profesorado (o sea, lo que ha pasado siempre).

Fernando Valls dijo...

Pilar, todo lo que se largue contra los pedagogos siempre me parecerá poco, en cualquier época del año.

Pilar dijo...

Alto ahí, que a Leire Pajín le di yo clase de Literatura en COU. Es prelógsica pues y, por lo que recuerdo, quizás entreverado con imágenes de su hermana Amaya, no se trataba de una mala alumna. Pero ya se sabe, "los sueños juveniles se corrompen en boca de los adultos...", y lo de menos es el plan de estudios que hayan seguido.

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón, Fernando. No es fácil entender cómo todo se ha degradado de tal manera en tan poco tiempo. Lo que antes eran lecturas serias, un cara a cara con el poema, con el cuento, con la novela, se convierte ahora, en aras de la adaptación a las nuevas tecnologías, en pases de diapositivas de powerpoint. Así se leen muchos más textos, dice el orientador en la sala de profesores, con la ventaja de que los alumnos participan de un tipo de enseñanza rápida y fragmentaria, más acorde a su tiempo.
Que esos pequeños flashes no promuevan el sentido crítico ni la competencia lingüística o literaria no es un problema; los alumnos, para que no se les acabe el chollo, sonríen alelados ante la luz que se proyecta en la pantalla, en la pared de la cueva. Además, siempre se pueden hacer teorías para legitimar esa pírrica práctica.

Azucena
(no haré huelga hasta que me sienta orgullosa de mi profesión)

NáN dijo...

Fernando, solo añadir que por momentos pensaba que se estaba hablando de la comunicación en las corporaciones. Trabajo en una multinacional y desde hace años, los métodos de trabajo impuestos por igual a 26 países hacen que salgas de la reunión no teniendo muy claro cuál es tu trabajo. Podríamos olvidarlo enseguida; como adultos sabemos hacerlo. Pero al cabo de un mes hay otra reunión sobre los materiales del método: formularios que hay que rellenar que desembocan en uno general, una especie de "hoja de tiempos".

Tan complicado que la hoja de tiempos incluye una tarea a anotar: tiempo invertido en rellenar la hoja de tiempos. Quizá la escuela es sabia y nos prepara para la empresa.

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Pilar, si Leire Pajín estudió COU y fue buena alumna contigo, retiro lo dicho. Ahora bien, es obvio que ha desperdiciado sus conocimientos y aptitudes al asumir la diarrea ideológica de ZP. Sólo así se explica su conjunción planetaria a lo Aramis Fuster (aunque, bien mirado, acertó: OBAMA + ZP = DECRETAZO) y el hecho de que cada vez que abre la boca se pierden por el sumidero varias decenas de votantes socialistas. Disculpa, Fernando, esta desviación de la lacra pedagógica.

Edu dijo...

He leído todos sus comentarios, y aunque no sé nada del sistema educativo español, por lo que he podido leer, las cosas no están tan bien. Lo digo porque por estos lados siempre colocan a los modelos educativos europeos como modelos a seguir. La educación en los paises de américa es más un privilegio que un derecho, a pesar de que las constituciones de nuestros países digan que la educación es primordial y es un derecho de todos; pero en países como Chile y Colombia la educación es privada, por lo que muy pocos tienen acceso a ella. En el caso de Venezuela, aunque la educación es gratuita, y a pesar de que el gobierno ha intentado estimular el area educación, la realidad es que ha caido en la demagogia y en la ideologización, pues ahora resulta que los profesores que tienen derecho a ejercer y a formar a los niños y adolescentes tienen y deben ser afectos al gobierno. No importa si saben implementar las herramientas y llevar a cabo los programas; puede dar clase si forma parte del partido del gobierno. Esto es algo execrable, porque deja a otros que están mejor preparados por fuera, y cuya intención es ayudar a los jovenes. Esto lo digo porque conozco a muchos que han estudiado educación y otras materias afines y que no tienen la oportunidad de ejercer. Mi conclusión es que la burocracia no sirve en este campo, y en vez de seguir programas y modelos, debería darse más libertad y creatividad a la hora de impartir clases.

Anónimo dijo...

Esa es una lúcida apreciacion, NaN, que la enseñanza no es/debe ser una empresa multinacional, pero es lo que parece.

Claudia Souza dijo...

Alguien ha podido poner en práctica algunas de las ideas de Linda Hammond?

Mar dijo...

Gracias Fernando por contestarme. Sí, es verdad que el método comunicativo es tan antiguo como la enseñanza de lenguas pero no me parece que lo sea la aplicación de ese método con un enfoque con tareas. Ni me parece que esxistieran los materiales que hay ahora en el mundo de las lenguas . Bueno, no tengo nada más que añadir al respecto y como decía no creo un mismo método funcione en cualquier área. Y,desde luego un método impuesto nunca funciona. En el Servei también hay métodos, o herramientas para el aprendizaje que quieren imponer y a las que yo me niego.
Muchas gracias a Juan García por explicarme que la expresión hacía referencia a la obra de Cadalso.
Mar

Juan García Única dijo...

Gracias, Mita,
recomiendo, aunque sea para tomárselo con una sonrisa y algo de ternura, el descacharrante museo de los horrores que recoge el periodista Carlos G. Costoya en Anécdotas de profesores. No es Madame Bovary, pero tiene bastante gracia.

José Miguel Domínguez Leal dijo...

Lo de las competencias es una farsa. Son las antiguas "capacidades" de la LOGSE con otro collar. Conceptos vagos procedentes de la primaria, inaplicables en una enseñanza más especializada como debe ser la Secundaria. En las evaluaciones se ponen notas numéricas, y es en la evaluación final de Secundaria cuando se cantan las dichosas competencias "adecuado, óptimo, etc." y se supone que la competencia de relación con el medio físico debe decirla el de gimnasia, la de competencia artística el de dibujo, y así sucesivamente. Es una inutilidad, y a veces parece una subasta.
Cordiales saludos.

Pilar Galán dijo...

Para la otra Pilar: los pedagogos de la Reforma, y los políticos que la implantaron, tampoco son de la LOGSE, sino más antiguos. Mi esperanza es que para los buenos alumnos (sean lo que sean de adultos, véase el caso de tu alumna L. Pajín) el plan de estudios sea lo de menos.
Y suerte para Juan.

Pilar Galán

sebastian neumeister dijo...

diagnosis:

hay dos razones del hundimiento de la razón pedagógica:

1° los expertos de la pedagogía confunden sus vanas teorías con la práctica cotidiana: una ciencia pedagógica no puede existir.

2° los políticos creen que los expertos son expertos. No lo son sino en el sentido de "expers" (lat. sin conocimientos, sin participación).

terapia

1° aguantar las diez mil reformas impuestas sin reaccionar.

2° leer los textos.

Gracias, Fernado, por tus palabras, y un saludo desde tu Berlín.

Fernando Valls dijo...

Me alegra encontrarte aquí, querido Sebastian, y espero que nos veamos pronto en Berlín.
Gracias a todos por vuestros comentarios.

Marta María López dijo...

Llevo 10 años en la enseñanza y estoy de acuerdo con lo dicho por Miguel Ángel Zapata.

Anónimo dijo...

Una buena receta y terapia, gracias.
Aguantar estoicamente.
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Hoy por ejemplo, la clase de Comunicación Intercultural, sobre Museos, que ha sido buena, la verdad. Pero toda interactiva, ppt, handout,link,word,wiki,videos,...(una lucha constante contra la lengua del Imperio, que no somos nosotros -por si alguien se remonta a siglos pasados-)
Y una buena pregunta final de un estudiante:
Oye, pero...¿tú has estado en todos esos museos y los has visto tú mismo?

Buenas noches.

Pablo Jauralde Pou dijo...

Lo verdaderamente conmovedor es comprobar que el tema de la educación preocupa de verdad, que las personas que trabajan en ese campo tienen muy claro lo que se ha envenenado y lo que habría que hacer –con pequeñas diferencias– y que el clamor no llega a donde se tendrían que corregir desmanes. Parece ser –me pareción muy acertada la intervención de SN, desde Berlín– que de por medio hay intereses de casta (los pedagogos), e incapacidad de la clase política.
En esas circunstancias, que emergen periódicamente a la actuación de los poderes públicos en el área de la educación, lo más sano sigue siendo mantener (¡pero sobre todo TRASMITIR!) el espíritu crìtico, contagiarlo a los colegas menos contaminados para que no se desmoralicen, y obrar continuamente en consecuencia, cuando hablamos, publicamos, actuamos, leemos, votamos...
Ah, y yo llevo 40 años entre alumnos y profes, dando clases y otras actividaes, en todos los niveles.