domingo, 20 de enero de 2008

En el infierno de don Quiño

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El jueves pasado cumplió tres años uno de los blogs más activos, amenos e interesantes de la red. Lleva por nombre Una temporada en el infierno, en deuda con Rimbaud, claro está, y lo capitanea desde París, entre escapadas a Cataluña y Murcia, el periodista y escritor Juan Pedro Quiñonero. Un día, por cierto, habrá que comentar las denominaciones de los blogs, porque a veces son nombre y definición, y en este caso concreto que nos ocupa, el marbete es de los más afortunados.

Los amantes de las estadísticas pueden buscarlas en la entrada que escribió el viernes, Íntimo aniversario, compartido contigo. Yo me limito a comentar aquí que me parecen apabullantes. Pero lo que me interesa, sobre todo, es llamar la atención sobre cómo JPQ, a quien le gusta presumir de haber sido unos de los primeros bloggers profesionales de España, ha logrado crear una tertulia activa, con temas tan variados como la política del momento, la vida cotidiana, el ser de España, las artes o las literaturas del mundo, clásicas y modernas. ¿Quién le iba a decir a Juan Álvarez Gato que, seis siglos después de su muerte (c. 1510), los particulares echarían de menos una edición actual de sus versos?

Hoy comienzan mis dolores,
hoy pierde placer mi vida,
hoy será la despedida
y la más triste partida
que se hizo por amores.

Pero es que, además, esta bitácora se muestra variada, es de atractiva fisonomía (gracias, Maty), dinámica y respetuosa con las distintas opiniones, con lo que nuestro Mefistófeles ha conseguido crear concordia entre la algarabía que se genera cuando, a veces, cada tema anda con su loco... Si él mismo ha confesado que su trabajo como periodista es el de un mercenario, en el blog ha encontrado la libertad suficiente para tratar los asuntos que de verdad le interesan, dando juego además a todos sus visitantes, como hacían aquellos viejos centrocampistas, llámense Luisito Suárez, Marcial o Velázquez. Alguien que piensa que los mejores columnistas de este país han sido Ortega y Gasset, Azorín, Eugenio D´Ors y Julio Camba, merece un respeto. Si a Mihura le gustaba recordar que había aprendido a dirigir una revista con K-Hito, en la mítica Gutiérrez, muchos de los que nos paseamos por este infierno, estamos aprendiendo, por lo que pudiera pasar, bajo el magisterio de don Quiño, cómo debe gobernarse la fauna variopinta que suelen ser los contertulios de un blog.

Mientras que otros acaban naufragando en Narragonia, Juan Pedro Quiñonero, con su blog, ha alcanzado las costas de la tierra de la Cucuña. En fin, si en esta casa no se come buena pizza, eso quedó claro, se disfruta -en cambio- de las mejores compañías... ¡Que dure!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"Cosas infernales leyeses...", Fernando.

Abrumado, contento, agradecido, que se yo... con un amistoso abrazo cordial,

Q.-

PS. ¡Viva Cartagena..!

maty dijo...

El aspecto de UTI es tal como ha querido su editor. Otra cosa son las funcionalidades implementadas, unas fueron aceptadas y otras no.

En muy pocas bitácoras los comentaristas enriquecen las anotaciones, como sucede en can Quiñonero.

PD: incorporado a mis seguimientos diarios de sumarios RSS, así que siéntase bajo escrutinio. Espero que no padezca de manía persecutoria :P

Fernando Valls dijo...

Mi siento muy honrado con que me sigas, aunque no sabes la carga que te echas encima...
Saludos