miércoles, 25 de junio de 2008

Más sobre un metepatas que podría llamarse CRZ

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Entre las varias opiniones pintorescas de CRZ, en las numerosas entrevistas que ha concedido estas semanas a los periodistas, hay una que lo define y que es síntoma evidente de que vive ajeno al mundo de los libros, debiéndose haber formado como lector en Narragonia. Es el desprecio que siente por las pequeñas librerías. "El que ha desaparecido, apunta ufano, es el librero independiente pequeño muy esnob". No le parece mal, en cambio, que sobrevivan los "libreros independientes", pero "sin tonterías". Cualquier lector de libros es consciente del papel imprescindible que estos establecimientos desempeñan, y cómo esos libreros ¿esnob? siguen siendo los únicos que saben que no venden patatas, ni fruta, distinguiendo entre un libro agotado y otro del que no les quedan existencias, son los únicos -decía- que te pueden ayudar, darte una opinión o encontrar un libro que no siempre resulta fácil de localizar. Ahora bien, qué diferencia hay entre los libreros independientes, sin tonterías, y los pequeños libreros esnob, es algo que tendría que aclararnos otro día el señor CRZ, pues el periodista que le hacía la entrevista soltó la presa con demasiada facilidad.
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Debido a que en España existen cada vez más escritores que parecen haberse acunado en los pechos de la Estatua de la Libertad, voy a recordar aquí lo que hace tan sólo unas pocas semanas comentaba, lamentándose, el editor y escritor André Schiffrin. Según este autor, en Nueva York, en la década de los cincuenta, había más de 300 buenas librerías; mientras que hoy sólo quedan unas 30, que deben ser, claro está, independientes sin tonterías.
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A CRZ los dioses de la literatura, no los del mundillo de aduladores entre los que él parece moverse, al olor del dinero rápido que generan sus libros, lo han castigado con suma crueldad, otorgándole los peores defensores posibles. En esto, y no deja de ser curioso, comparte desgracia con Juan Goytisolo, quizá también por ello los emparejase con acierto Antonio Muñoz Molina.
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Nunca he comprado un libro en el Carrefour, ni en El Corte Inglés, ni siquiera en el FNAC. La mayoría de mis libros los he adquirido en pequeñas librerías, como Paideia, en Sant Cugat del Vallés, cuando vivía en ese pueblo de Barcelona, y ahora en La Central, de la calle Mallorca, en la misma ciudad, o en Laie. Y si viviera en Madrid, los compraría en Las tres rosas amarillas, o en cualquier otra pequeña librería que tuviera a mano y en cuyo librero pudiera confiar.
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¿En qué establecimientos soléis comprar vosotros los libros?
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* M. Hutter, La balanza entre cabeza y corazón, 2006.

21 comentarios:

Sergio B. Landrove dijo...

Yo tampoco compro libros en carrefoures ni similares. En mi ciudad, Ponferrada, lo suelo hacer en una libreria muy pequeña y tremendamente esnob (Siena) o en otra que sin dejar de ser pequeña tiene bastante mas "fondo de balda" (Ave maria); recientemente nos han abierto un macrocento comercial con una "libreria de cadena": Bernard, o algo asi. Entre un dia a curiosear y comenten 2 de los (para mi) grandes pecados libreros:

-Tener tan apretados los libros en las baldas que no se pueden sacar sin daño para los volumenes.

y

-Usar para marcar el precio pegatinas en la portada o contraportada, con el daño que eso supone para determinadas ediciones (Pretextos o Caballo de Troya, por poner ejemplos)

Cuando vivi en Compostela disfrute de una de las mejores librerias que conozco (Follas Novas)que no me resisto a visitar cada semestre.



(No me funcionan los acentos, lo siento)

Pepe Cervera dijo...

¿Se deberá esa opinión a que el pequeño librero que te aconseja y comenta libros que a él mismo le han gustado, poco o nada puede alabar libros como el de CRZ? Aunque bien pensado, no pasa nada si CRZ prefiere que sus libros se confundan en las góndolas donde se ofertan las chancletas de playa y los cogollos de Tudela. Allá cada cual.

Por cierto, Fernando, yo compro mis libros en "Paris-Valencia" de la calle Pelayo.

Raúl dijo...

Fernando, más allá de entrar a valorar las declaraciones del innombrable (lo que haré en cualquier momento) e incluso la opinión que a ti, autor de este magnífico blog, aquellas te merecen, más allá de todo ello, digo; ¿realmente consideras trascendente pulsar la opinión de tus lectores sobre tan "aséptico" asunto? es decir, más allá de lo que supondría una interesante defensa al pequeño comercio; ¿qué importancia tiene dónde se compre uno los libros?
Salud.

Juan Carlos Márquez dijo...

Desde hace unos meses en Tres rosas amarillas. Antes, en la Casa del Libro de Alcalá con Goya, porque una chica muy maja solía traerme lo que le encargaba.

Fernando Valls dijo...

Bueno, Raúl, aunque el resultado sea previsible, quizá la cuestión no sea del todo baladí. Por ejemplo, yo compró bastantes libros en los museos, catálogos de arte, libros de fotografía, etc. No toda la vida de los libros transcurre entre las grandes superficies y las pequeñas librerías, hay otras posibilidades, como los club de libros.
Gracias también a los demás, Sergio, Pepe y Juan Carlos, por vuestros comentarios.

Tomás Rodríguez dijo...

Los libreros de fuste, conocedores de rarezas editoriales o extrañezas del mercado escasean como las buenas librerías. No hace mucho, lancé una teoría que ahora expongo aquí. Cuando viajo a cualquier ciudad mido su capacidad cultural, esto es, la de sus ciudadnos por el número de librerías que encuentre en cualquier guía o por las callejuelas de la ciudad. De esta forma, es curiosa la relación porcentual de librerías en ciudades como Barcelona comparada con Huelva (no existe ni una sola en el centro). incluso si uno viaja a Marruecos o a Cuba (hispanoamérica en general), países con pocas capacidades económicas, la presencia del libro en la calle es sobrecogedor.
Mi librero fue un antiguo compañero del colegio, ahora le encargo todas las semanas una ristra de títulos. Yo aprendo de sus consejos, él aprende de mis manías. Un saludo.
http://tropicodelamancha.blogspot.com

Unknown dijo...

A mí también me ha llamado la atención la virulencia con que este CRZ expresa sus opiniones. Los escritores comerciales no se conforman con ganar dinero: además esperan que se les rinda pleitesía, y que ese "mundo cultural" que dicen despreciar (crítica, suplementos, presuntos cenáculos literarios, etc.) les otorgue su reconocimiento. No lo necesitan, como no lo necesitaba Ortega y Munilla o Fernández y González. Y llama la atención que, como reacción, elaboren ese discurso demagógico. Cuando en esto, en fin, sólo hay una cosa cierta: ni el éxito ni el fracaso de público y/o de crítica sirven de criterio para determinar la valía de un escritor. Ésta sólo la da el tiempo.

Anónimo dijo...

La Central de la calle Mallorca, la Laie de Via Laietana (sin despreciar la del CCCB donde puedo charlar con Tangente)o Áncora y Delfín de la Diagonal: que tres grandes placeres. No puedo pasar por delante de ellas sin entrar a echar un vistazo. Y eso es lo que más echo de menos de Barcelona cuando estoy lejos. Como ahora.

Anónimo dijo...

Y no olvidemos la librería Taifa, Fernando, que no está abierta por amor al arte, desde luego, pero sí por amor al libro.

Joaquín dijo...

En Sevilla, en los últimos diez años ha desaparecido el 90% de las librerías snob con tonterías. Una de las mejores, superviviente, está en una calle muy libresca: la calle "Virgen de los Buenos Libros", a un paso del Corte Inglés del Duque.

Antes compraba más a los libreros "con tonterías", que sin embargo me reconocían que los capitanes alatristes les solucionaban el alquiler mensual del local (todo hay que decirlo).

Fernando Valls dijo...

En efecto, me olvidé de Taifa, en la calle Verdi, de Barcelona, con el atípico librero Pepe Batlló, el tártaro de Gracia, en la que se encuentra libros nuevos y de segunda mano. Con paciencia no es difícil encontrar alguna pequeña joya.
Gracias, j., por recordárnosla.

Joaquín dijo...

Omití dar los nombres de librerías destacadas de Sevilla:

-Céfiro (C/ Virgen de los Buenos Libros)
-Padilla (C/ Feria 4)
-Reguera (C/ Almirante Apodaca)
-Repiso (C/ Cerrajería)

(entre otras)

hombredebarro dijo...

Yo compro mucho de segunda mano y en Málaga no hay malas librerías de esas, como Códice o Abadía. Gracias a la blogsfera he descubierto en Madrid Tres rosas amarillas, que aún no conozco personalmente. Y no quiero dejar de mencionar La Clandestina recién abierta e inaugurada el pasado 14 de Junio. Allí sus responsables exhiben mi "Mucha Suerte" en un espacio muy generoso. Perdonad la publicidad que me hago, pero venía a cuento.
Un saludo.
Ah, y en el recuerdo, una de esas librerías de librero sabio (¿snob?) que una vez hubo en Málaga. Se llamaba Negrete. Inolvidable él y su casa.
Qué CRZ.

Freia dijo...

Yo solía comprar los libros en Aguilar, antes de que se convirtiera en el engendro de Crisol); en Rubiños, antes de que se la tragara el Corte Inglés (en las dos tenía cuenta, con lo que resultaba fácil y cómodo comprar) y en La Casa del Libro, en la Gran Vía de Madrid. En ésta he seguido haciéndolo hasta que hace unos 3 años se jubiló mi librero favorito, al que le podía preguntar, el que me aconsejaba sobre las mejores traducciones, sobre joyas ignoradas. Desde entonces sólo piso por allí o por la FNAC cuando voy a buscar una referencia concreta, sabiendo lo que quiero y limitándome a pedirlo, cuando lo hay. Es que además me fastidia profundamente que todo el mundo manosee los libros con la excusa de leer un rato mientras escucha música. En general la gente cuida muy mal los libros y para mí el placer de leer comienza con la elección del ejemplar que te vas a llevar. Busco hasta que encuentro el más nuevo, el que mejor huele a papel y tinta, con las hojas y la portada inmaculadas, sin orejas. (Digo que yo no debe de resultar tan difícil reservar una serie de ejemplares para la lectura y dejar el resto sólo para la venta. Además, para leer, es mucho mejor una biblioteca o la propia casa, que un centro comercial).
Me gustaban y me gustan mucho las librerías de lance; por la zona de Huertas todavía quedan unas cuantas que aún resisten al invasor.
Ahora mi favorita es la librería Pasajes, en la calle Génova (sí, sí, al ladito de), la que antes era la librería Turner. Puedo encargar ejemplares en otros idiomas (funciona muy bien la sección de francés y alemán) y hay una chiquita que sabe un montón de libros y además los quiere. También, de vez en cuando, Méndez en la calle Mayor, aunque ya no es lo que era.

Anónimo dijo...

Mi libería favorita era la URBANO, de Granada...hasta que a uno de los dueños se le ocurrió fugarse con todo el capital...Conclusión: tuvieron que cerrar las 3 ó 4 que tenían en Granada. Fue penoso.
Después, pasé a comprar los libros en el Corte Inglés porque me gustaba como estaba todo distribuído. A mucha gente también le gustaba esa sección. Pero han hecho reformas y ahora las dos terceras partes que era la librería la ocupan...LOS MALDITOS BOLSOS! Bolsos!
Babel está bien, pero recuerda demasiado a su nombre...No hay manera de encontrar nada por tu cuenta, es todo desorden!
Picasso también me gusta.

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Veo que da juego tu pregunta. Veamos. Yo he comprado libros alguna vez en FNAC y el El Corte Inglés (mea culpa), cuando allí me he topado por casualidad con alguno que me interesaba. Como he comprado discos u otras cosas. Otra cosa es que vaya a esos lugares expresamente a comprar libros. Eso sería más grave. En Cádiz compro en Manuel de Falla, Quorum y QyQ; en Sevilla en Al-Andalus, Beta y La Casa del Libro...; también he comprado mucho en museos y exposiciones, como bien dices, Fernando). Pero el lugar donde se compre el libro tiene una importancia relativa para el lector, y no debe sublimarse este hecho (como no sublimamos tomarse una cerveza con tapa en una tasca de cien años de antigüedad frente al bar más moderno, pero de magnífica rubia). No obstante, está bien que se subraye la necedad del comentario de Zafón, pero no creo que sea bueno que sus zarandajas provoquen debates. Como bien dice mi querido Benítez Ariza, el tiempo actúa en su contra, igual que acaba barriendo los productos televisivos de OT y otras "fábricas" de supuesto talento. Saludos.

Unknown dijo...

Yo debo ser un poco vicioso y es verdad que en Valladolid, hasta hace pocos años, los sábados por la tarde no abría ninguna librería. Ahora ya hay alguna. Lo de vicioso es porque cuando salgo de trabajar un día a las 9 de la noche, no puedo evitar entrar a El Corte Inglés a la busca de algún libro con que alegrarme un mal día.
eso sí, con tiempo por delante, dame Sandoval, Oletvm, Margen, Rayuela, El árbol de las letras, todas magníficas librerías de Valladolid, con libreros que participan activamente en traernos escritores y darnos ese placer de charlar con ellos un buen rato.

Anónimo dijo...

Yo compro los libros en Los portadores de sueños, de Zaragoza. Los libreros son una pareja joven muy maja, que recomiendan muy bien y me buscan libros nuevos y de segunda mano que no habia encontrado hasta ahora. Ademas me viene muy bien su horario, no cierran a la hora de comer y estan abiertos hasta las nueve de la noche, y para alguien que tiene horarios intempestivos como los mios (trabajo en un periodico) es la unica alternativa en Zaragoza para comprar libros.

Acerca de lo que plantea Raul, la diferencia entre comprar en una libreria o en otra parte es que en carrefour o similares nunca te van a descubrir un autor nuevo o un libro que no sea comercial. Se deben a las editoriales que publican los best sellers y el personal que atiende esas secciones no entiende de literatura, a veces ni siquiera les gusta leer. En Los portadores de sueños me han recomendado libros que me han encantado y que nunca hubiera comprado sin una recomendacion.

Si os gustan los libros y venis por zaragoza, merece la pena una visita.

Perdonad los acentos, escribo desde un teclado ingles y es un lio :(

Anónimo dijo...

Coincido en lo de Tres rosas amarillas. Los aficionados al cuento ya contamos. Eso en Madrid. En Granada (terruño obliga, por si interesa): Picasso, Babel y Atlántida.
Con respecto a lo de CRZ, pues eso: Carencia Reincidente de Zezera (léase con el ceceo particular de -pongamos por caso- Jerez).
Saludos.

Anónimo dijo...

Yo compró en librerías de viejo, una de ellas, casi mi principal fuente, el catálogo de ocasión de Paris-Valencia, librería que, por lo leído, comparto con Pepe Cervera. Gracias a este post, y a la idea de Fernando, he podido conocer muchas buenas librerías. También librerías ideológicas, según qué cosas, tanto de izquierdas (Fundación Andreu Nin) como de derechas (Librería Europa o Nueva República, para determinados autores, huyendo, claro, de mucha de las cosas que tienen). Sobre CRZ, de quien en algún momento he llegado a pensar que quizás pudiera ser interesante leerle (nótese toda mi reticencia y todo el circunloquio), cada vez tengo una opinión más clara sobre su ineptitud.

Anónimo dijo...

Por otra parte, salvando distancias, hay en mi pueb lo una librería pequeñita, Copiapo, que es también papelería porque si no no da, donde el dueño, si bien no tiene una cultura muy extensa, sí tiene inquietudes, y se tienen buenas conversaciones con él, y tiene un fondo de segunda mano pequeñito pero en el que, de vez en cuando, hay algunos libros interesantes.