viernes, 13 de junio de 2008

Boquitas pintadas, 14

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"No puedes agradar a todos con tu hacer y tu obra de arte; haz justicia sólo a unos pocos; gustar a muchos es malo".
FRIEDRICH SCHILLER
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"Toda obra sincera es, por mucho que uno invente, un autorretrato".
MANUEL BAIXAULI
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"¿Compromiso? Eso es un cliché periodístico. Se usa para demovilizar las auténticas ideas. El compromiso se define con respecto a tu propia obra cinematográfica. Si las películas no encarnan lo que pensamos, hemos fracasado".
VÍCTOR ERICE
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"No hay fidelidad más grande que la de aquel que está en la cola de los que quieren ser algo".
ELVIRA LINDO
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"El pensamiento te cierra las puertas de la música. Es como el baile. Si estás pensando `un, dos, tres; un, dos, tres´, ya no bailas. Si te dejas llevar, bailas mejor. La música fluye mejor si no se piensa tanto".
ROSARIO FLORES
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"He vuelto varias veces a los toros, debo de haber tenido suerte dicen, porque siempre he experimentado esa emoción que a uno le producen las grandes obras. He aprendido que la pulsión de este ritual de belleza, amor y muerte, tiene mucho que ver con el teatro y la música que amo. Una corrida de toros es algo muy hermoso".
CALIXTO BIEITO
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"Lo que me interesa de Barcelona como escenario es la que va de la revolución industrial a la Guerra Civil. Desde entonces en Barcelona no ha pasado nada interesante en ningún aspecto, y desde hace unos años, cero absoluto. No veo nada sobre lo que escribir".
CARLOS RUIZ ZAFÓN
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* Yva, 1930.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Fernando, eres un (perverso) provocador. Si es que nos lo pones a huevo con el broche de esta decimocuarta entrega...

En fin. Me quedo con la idea de Erice, esa reflexión acerca del fracaso, una palabra a la que tanto miedo hay en España, y que según Faulkner encarnaba el corazón de la literatura: la ambición del fracaso. Bienvenidos sean los fracasos de Erice, incluso aquellos que se hicieron película, y que hacen palidecer a tantos (supuestos) triunfos almodovarianos y amenabarianos.

A Erice, por cierto, pude verlo en Madrid el día que dijo eso junto a Theo Angelopoulos en el Círculo de Bellas Artes. La otra noche, un buen amigo (sin dinero) se preguntaba delante de la segunda botella de Priorato: "¿No existirá en España ningún mecenas con 2.000 millones de pesetas que le sobren para dárselas a Erice?". ¿Para cuándo una política sensata del mecenazgo en España, parecida a la que hay en Estados Unidos, donde uno puede leer en un libro de Cormac McCarthy que ha recibido una ayuda de -no sé- General Motors?

Un abrazo,
Ricardo MS

Anónimo dijo...

Schiller llevaba razón, pero es difícil seguir su consejo. Además, ¿a quién no le gusta que le digan algo agradable? Si es cierto que todo libro guarda algo valioso, aunque el resto no valga mucho la pena, ¿por qué no agradecer a su autor ese acierto? No todo el mundo puede ser un Cervantes, pero no por ello desmerece una palabra de aliento y una sonrisa amable.

Por otra parte, las palabras del señor Bieito me han parecido desafortunadas. Una corrida de toros no es algo muy hermoso; es algo criminal, bárbaro, monstruoso, despiadado, inmoral, cruel y, eso sí, muy propio de algunos seres humanos (por lo que no diré "inhumano"). Todos sabemos de sobra que las corridas son un negocio redondo para ganaderos, taquilla y toreros. Todos sabemos que el toro no es una animal bravo ni noble, que nunca ataca al ser humano. Todos sabemos que el toro sufre un tormento inimaginable, que es drogado, aturdido, que no se le da de comer en varios días, que se le provoca, que llora en la plaza, se desangra y, antes de morir, agonizando, sufre el último calvario: se le cortan, estando vivo y aún consciente, las orejas y el rabo. Hay que ser muy poco hombre -mejor dicho, muy poco hombre bueno- para disfrutar viendo semejante horror. ¿Hasta cuándo?

Rafael.

hombredebarro dijo...

Joder, eso de Cormac McCarthy subvencionado por la General Motors me lo tendría que explicar alguien bien, porque me quedo a cuadros.

Anónimo dijo...

Hombredebarro:

En Estados Unidos es moneda corriente que grandes empresas privadas y fundaciones de todo tipo destinen parte de su dinero a subvencionar a los artistas. Estados Unidos es un país con muchas sombras, pero su cultura meritocrática vale un potosí.

Te pongo tres ejemplos:

Entrevistas breves con hombres repulsivos, de David Foster Wallace, fue redactado con sendas ayudas de The Lannan Foundation y The John D. and Catherine T. MacArthur Foundation.

No es país para viejos, de Cormac McCarthy, fue redactado con una beca de cuatro años para la creación de The Santa Fe Institute; Meridiano de sangre, del mismo autor, recibió una ayuda de la Peggy Guggenheim Foundation.

Estos datos están extraídos de las ediciones españolas de los libros.

Mi reflexión, ligada a las dificultades que vive un artista como Erice para llevar a acabo sus proyectos, sólo pretende arrojar luz sobre una evidencia: la ausencia de un mecenazgo sensu stricto en nuestro país fuera de los habituales marcos institucionales.

Saludos,
Ricardo MS

Anónimo dijo...

Debería escogerse cuidadosamente al benefactor, pues dependerá del mecenas que tanto el autor como su obra no pierdan la honradez esperable.

¿Nacen aún hombres buenos?

Sergi Bellver dijo...

Estimado Ricardo, ¿no sabrás de algún mecenas para un escritor con dos manuscritos en proceso y una editorial en mente, verdad? Dos mil millones son muchos, ni que sean de pesetas, no sé, con unos cuantos miles de euros me apaño.

Ah, estos americanos...

Fernando, qué va a saber Zafón, si vive en L.A. Últimamente toda la "reserva intelectual" de occidente se va a Disneylandia...

A veces sale mi instinto ¿psicópata? y me imagino a cierto "intelectual" interpretando el papel del gordito en "Deliverance" (John Boorman).

Saludos trasnochados.

hombredebarro dijo...

Pues sinceramente no sé qué pensar acerca de ese mecenazgo. Yo era consciente de que existía por ejemplo en otros campos, como el de la pintura. Y ahí lo tenía asumido.
De cualquier manera se nos toma el pelo con la evocación de "grandes escritores" cuyas biografías se mitifican, para descubrir más tarde que se sustentan con becas de grandes corporaciones.
Que conste que hasta podría no parecerme mal ese mecenazgo, pero que luego no me vengan con milongas del escritor como forajido, que casi no se deja retratar.
Escritor becado sería más acertado escribir en las solapas de los libros.
Y vaya por delante mi respeto por todos los escritores (sin excepción). Gánese la vida cada uno como pueda.
Un mercado de la literatura atrofiado como el que tenemos le ha perdido el respeto a los lectores.
Como lector estoy hasta las pelotas de tantas idioteces. No sólo las del fenómeno mediático, sino de las tomaduras de pelo que se producen en lo que se da a entender como alta cultura.
Acabo de terminar El hombre del salto, de Don DeLillo, y me parece una obra notable, pero en absoluto imprescindible ni una obra maestra, tal como me han vendido el libro.
No necesito ni obras maestras ni obras imprescindibles, necesito discursos narrativos coherentes y un lenguaje crítico que no me considere idiota.

Pero creo que me he ido del tema del mecenazgo.
Sinceramente, no sé qué pensar.
Un saludo.

Mónica dijo...

La verdad es que no tienen desperdicio...
Aunque sin lugar a dudas me quedo con la primera e ignoraré la última.

Un abrazo,

Anónimo dijo...

Por Dios, ¡¿cuando se va a traducir L'home manuscrit, de Manuel Baixauli?! Entre los premios que ha recibido (5) i su éxito en la blogosfera, tengo unas ganas enormes de leerlo.