sábado, 7 de junio de 2008

EUGENIO MONTEJO, in memoriam

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"Adiós al siglo XX"
a Álvaro Mutis

Cruzo la calle Marx, la calle Freud;
ando por una orilla de este siglo,
despacio, insomne, caviloso,
espía ad honorem de algún reino gótico,
recogiendo vocales caídas, pequeños guijarros
tatuados de rumor infinito.
La línea de Mondrian frente a mis ojos
va cortando la noche en sombras rectas
ahora que ya no cabe más soledad
en las paredes de vidrio.
Cruzo la calle Mao, la calle Stalin;
miro el instante donde muere un milenio
y otro despunta su terrestre dominio.
Mi siglo vertical y lleno de teorías...
Mi siglo con sus guerras, sus posguerras
y su tambor de Hitler allá lejos,
entre sangre y abismo.
Prosigo entre las piedras de los viejos suburbios
por un trago, por un poco de jazz,
contemplando los dioses que duermen disueltos
en el serrín de los bares,
mientras descifro sus nombres al paso
y sigo mi camino. ...........


...
"Amantes"
............
Se amaban. No estaban solos en la tierra;
tenían la noche, sus vísperas azules,
sus celajes.
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Vivían uno en el otro, se palpaban
como dos pétalos no abiertos en el fondo
de alguna flor del aire.
............
Se amaban. No estaban solos a la orilla
de su primera noche.
Y era la tierra la que se amaba en ellos,
el oro nocturno de sus vueltas,
la galaxia.
............
Ya no tendrían dos muertes. No iban a separarse.
Desnudos, asombrados, sus cuerpos se tendían
como hileras de luces en un largo aeropuerto
donde algo iba a llegar desde muy lejos,
no demasiado tarde.
................

"Hotel antiguo"

.
Una mujer a solas se desnuda,
pared por medio, en el hotel antiguo
de esta ciudad remota donde duermo.
,
Abren las sedas un rumor disperso
que se mezcla al follaje
de los helechos en el aire.
,.....
Se oyen llaves que giran en un cofre,
jadeos ahogados, prendas,
la inocencia de gestos solitarios
que beben los espejos.
............
A su tiempo la noche se desnuda
y las calles apiladas se doblan
en un vasto ropaje
con la fatiga de un final de fiesta.
.
Una mujer a solas tras los muros,
unos pasos, un oscuro deseo,
hasta mí llega de otro mundo
como alguien que he amado y que me habla
desde un ataúd lleno de piedras.
..


..
"Dura menos un hombre que una vela..."
.
Dura menos un hombre que una vela pero la tierra prefiere su lumbre
para seguir el paso de los astros.
Dura menos que un árbol,
que una piedra,
se anochece ante el viento más leve,
con un soplo se apaga.
Dura menos un pájaro,
que un pez fuera del agua,
casi no tiene tiempo de nacer,
da unas vueltas al sol y se borra
entre las sombras de las horas
hasta que sus huesos en el polvo
se mezclan con el viento,
y sin embargo, cuando parte
siempre deja la tierra más clara.
......


* El poeta y ensayista venezolano Eugenio Montejo (Caracas, 1938) ha muerto a los 70 años de un cáncer de estómago. En el 2004 había obtenido el Premio Octavio Paz. Fue embajador de su país en Portugal y, durante los pasados meses, permaneció como poeta invitado en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Era autor, además, de poesía destinada a los niños. Pero por esas tontas paradojas de la existencia, se hizo popular porque en la película 21 gramos, de los mexicanos Guillermo Arriaga y Alejandro González Iñárritu, donde el actor Sean Peen le recitaba a Naomi Watts estos tres versos de uno de sus poemas: "La tierra giró para acercarnos,/ giró sobre sí misma y en nosotros,/ hasta juntarnos por fin en este sueño". Montejo se sentía continuador de una tradición poética que venía de Fray Luis de León y Quevedo y desembocaba nada menos que en César Vallejo. Formó parte de la llamada generació de 1958, junto a los novelistas José Balza y Salvador Garmendia, entre otros. Si tuviera que escoger alguno de sus libros, no es fácil empresa, me decantaría por Adiós al siglo XX (Renacimiento, Sevilla, 1997)...

9 comentarios:

Sònia Hernández dijo...

Bonito homenaje para una noticia tan triste. Conocí a Eugenio Montejo en Cartagena de Indias ahora hace poco más de un año. Entonces ya lo admiraba como poeta, pero al conocerlo descubrí que era una de las personas más admirables que he conocido nunca. Decir que era una persona entrañable, asequible y afectuosa es casi un insulto para alguien que conseguía hacer sentir tan bien a todos los que tenía cerca. El mundo está mucho más vacío desde hoy.
Gracias Fernando por este espacio para recordarle y homenajearle. Aquí una lágrima desolada.

Fernando Valls dijo...

Siento no haberlo conocido, pero es uno de mis poetas preferidos, al que había leído mucho.
Gracias Sonia.

Christian Díaz Yepes dijo...

La partida de Eugenio nos ha impactado a todos. No me queda menos que ofrecerle mis palabras de gratitud a quien fuera en verdad un amigo entrañable. Me dirijo a èl con el único lenguaje que ahora es capaz de acercársele, aquel mismo que nos unió en un aprecio y admiración mutuas.




Salí a tu calle de siempre para
encontrarte, hermano.

Tarde a tu paso, cada tarde se
hacia lumbrera
entre esos musgos hurgados en el
asombro
del esposo enamorado de la tierra.

Así, sin más, yo iba o tú venías
con el silencio de alma de quien
busca en el alma
aquello que nunca se extingue.

“Tenemos que volver –me decías- a lo más puro que tenemos
sostenido en la poesía”.

Qui beatum nuntion non portat…

Y tú la traes al paso
de quien entrega un baluarte
infinito.
“Sostente en la poesía, déjate sostener por ella
en un mundo que se cae”.

Alguien tendrá que recogerlo, no temas…

Como niños ante los mares
volvemos a nuestro hurgar entre
la brisa
para excavar lo que nunca podrá morir.


Christian Díaz Yepes

Tomás Rodríguez dijo...

No tenía noticias de la muerte de E.Montejo. Lo leí por una recomendación de Rafael Adolfo Téllez, en Renacimiento.
Saludos.
http://tropicodelamancha.blogspot.com

albalpha dijo...

Hermosa despedida, la única posible.
Un abrazo

Anónimo dijo...

No sé si será significativo, pero son muchos los blogs que le dedican comentarios a la muerte de Montejo. Creo que no pocos tuvimos la suerte de saber que era un poeta excelente. Lo bueno es que quienes se han enterado ahora están a tiempo de disfrutarlo pues sus poemas permanecen.

Graciela Pantin dijo...

La reverencia ante la palabra. Hermoso homenaje.
Gracias.

Fernando Valls dijo...

Álvaro, a ver cuándo te sumas con alguno de tus poemas a esta nave de los locos.
La poesía de Eugenio Montejo es de aquellas, tan escasas, a las que hay que volver una y otra vez.
Gracias a todos.

Anónimo dijo...

me gusta unirme a los que recuerdan en esta página a mi hermano eugenio montejo.Tuve la enorme fortuna de ser su amigo durante casi veinte años.Aprendí mucho de él como escritor.Me acompañó como persona cada día. Me sigue acompañando.