domingo, 24 de agosto de 2008

Olimpiada, 1

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Se acabó la olimpiada china. No pienso decir nada sobre Bolt, Bekele o Phelps; ni siquiera voy a comentar nada sobre Rafael Nadal, Joan Llaneras, Gemma Mengual, Gervasio Deferr o David Cal, porque sería volver a repetir lo ya sabido. Sí voy a lamentarme, en cambio, por el fracaso, casi absoluto, del atletismo español, las pruebas que siempre sigo con más interés; y a alegrarme, de paso, por los buenos resultados obtenidos en ciclismo, remo, hockey sobre hierba, tenis, natación sincronizada, baloncesto y balonmano. En fin, aquí es en lo único que me permito un cierto y moderado patriotismo.
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Pero hoy, viendo a ratos la ceremonia de clausura de los juegos, y recordando la de apertura, no he podido dejar de pensar en lo difícil que lo va a tener Londres en el 2012 para estar a la altura de la organización, si tenemos que hacer caso de lo que dicen las crónicas, y de la espectacularidad de ambas ceremonias. Ya pueden ir pensando en esmerarse, y empezar a ahorrar el dinerito que los ingleses van a necesitar para estar a la altura de las circunstancias. Quizás el mejor camino sea volver al minimalismo, a la simplicidad más absoluta. Al final, tendremos que pensar que Madrid resultó afortunada el día en que no le adjudicaron las próximas Olimpiadas...
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en que las ceremonias, de apertura y clausura, han sido muy espectaculares. Es evidente que los juegos olímpicos cada vez más están pensados por y para la televisión. Otra cosa es el espíritu olímpico. Algunas delegaciones han permanecido encerradas a cal y canto. Creo (no estoy seguro) que los americanos se han traído su propia comida, y los coreanos tenían prohibido confraternizar con los competidores. En Barcelona-92, el equipo americano de baloncesto no quiso alojarse con los demás deportistas en la villa olímpica. Se fueron a un hotel, y en sus ratos libres se dedicaban a jugar a golf. Eso no es olimpismo, eso es elitismo. A mi no me interesan los fuegos artificiales ni las coreografías (luego se entera uno de eran falsas). Me interesa el saludo de los que suben al podio, el abrazo entre los competidores (el de Bryant y Gasol, por ejemplo). Estoy de acuerdo en que Londres lo tiene difícil, y en que sería revolucionario que se dieran cuenta de que las olimpíadas no las inventaron los Faraones de Egipto.

Juan Carlos Márquez dijo...

El abrazo de Bryant y Gasol, paseante, es un gesto "olímpico", cierto, pero para mí lo más revelador fue la soberbia del norteamericano haciendo un gesto para que el público se callara o celebrando el fallo de un jugada de ataque española. Yo tenía un concepto más elevado de Bryant, la verdad. Habría que ver su reacción si hubiera perdido...

Fernando Valls dijo...

Juan Carlos, ese mismo gesto de silencio de Bryant, dirigiéndose al público, gesto de prepotencia, de no entender que el espectador suele estar de parte del más débil, sobre todo, cuando es neutral, me había llamado mucho la atención y lo había seleccionado para comentarlo en una próxima entrada, como verás.
Pero, la verdad, a pesar del gran partido de la selección española, nunca tuve la sensación de que realmente pudieran ganar.