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"Citas con el dictador"
"Citas con el dictador"
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Recibo la visita de mi enemigo.
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Llevaba algunos años sin verlo
y, con algo de lástima, examino
su aspecto arruinado por la edad,
su traje de olvidada moda,
su valija de oscuridad inocente.
.......
Aunque en lejanas geografías,
hemos envejecido juntos.
Nos saludamos con sorna que calcula
el mutuo hundimiento.
Yo, la víctima, sólo he abandonado
los dones momentáneos de la juventud.
A él, mi verdugo, el tiempo le ha roído
los cimientos de toda fuerza:
el misterio que impone su distancia a los otros.
..........
Dolor, he aprendido tus maquillajes.
Construí un refugio de resistencia
en la penumbra que fuiste
durante las horas de tiranía.
.........
Ahora, dolor, déspota senil,
me observas con inquina endeble
que parece un achaque de tu ocaso,
te contesto sin levantar la voz,
con odio liso.
.......
Casi me apena cuando quiere amenazarme
con esa luz vaciada.
Recibo la visita de mi enemigo.
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Llevaba algunos años sin verlo
y, con algo de lástima, examino
su aspecto arruinado por la edad,
su traje de olvidada moda,
su valija de oscuridad inocente.
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Aunque en lejanas geografías,
hemos envejecido juntos.
Nos saludamos con sorna que calcula
el mutuo hundimiento.
Yo, la víctima, sólo he abandonado
los dones momentáneos de la juventud.
A él, mi verdugo, el tiempo le ha roído
los cimientos de toda fuerza:
el misterio que impone su distancia a los otros.
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Dolor, he aprendido tus maquillajes.
Construí un refugio de resistencia
en la penumbra que fuiste
durante las horas de tiranía.
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Ahora, dolor, déspota senil,
me observas con inquina endeble
que parece un achaque de tu ocaso,
te contesto sin levantar la voz,
con odio liso.
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Casi me apena cuando quiere amenazarme
con esa luz vaciada.
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* Francisco Javier Irazoki (Lesaka, Navarra, 1954) fue periodista musical en Madrid, formó parte del CLOC, grupo de escritores surrealistas, y ha colaborado con el fotógrafo Antonio Arenal. Desde 1993 reside en París, donde ha cursado estudios musicales. Entre sus libros poéticos destacan Cielos segados (Universidad del País Vasco, Leioa, 1992), donde se recoge su poesía completa hasta 1990, y Los hombres intermitentes (Hiperión, Madrid, 2006), compuesto por textos que pueden leerse como poemas en prosa o microrrelatos. Quienes más lo aprecian, y saben que es un hombre sin Ira, lo llaman Zoki. Este poema es inédito.
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11 comentarios:
Fernando, el texto es de una lírica que pasma.
Raúl, ¿qué nos quieres decir? Expláyate un poco más, hombre, que el poema lo merece.
Espero no decir tonterías. Yo veo una primera parte centrada en la degradación del aspecto, tanto de la víctima como del verdugo, seguida de una reflexión sobre la superación del dolor, que hace posible una respuesta diferente, serena y madura, ante la amenaza que se pretende inalterable. Es un poema oscuro, de “oscuridad inocente”, de “penumbra evocada” y de “luz vaciada”. Pero la voz del personaje brilla por si sola.
Yo creo que Irazoki es un poeta de los grandes. Él consigue algo que es extremadamente difícil en poesía, con un lenguaje muy sencillo y de una forma muy sutil construye poemas muy profundos, de esos que crecen con cada nueva lectura. Como ejemplo, en este:
"Nos saludamos con sorna que calcula
el mutuo hundimiento."
Me parece un poema cargado de metáforas que nos muestran dolor y lucha, vida y muerte. Enemigos a los que a veces olvidamos o camuflamos para creernos a salvo. Enemigos que al regresar en el tiempo encontramos más despreciables. En ese tiempo víctima y verdugo cambian, modifican su fuerza, su impulso, su compromiso, la distancia impuesta, el acercamiento.
Nos vamos cubriendo de corazas para resistir, para aguantar, pero existen grietas, casi invisibles, por las que penetra el dolor arrastrando gritos lejanos enmudecidos en los días y los años.
El dolor no se irá, ni siquiera el olvido lo puede borrar, pero lucha y fuerza es eterna.
Maravilloso poema.
Besos.
Si el sustantivo "lírico" lo empleamos desde la acepción menos musical, pretendí decirte con él, que este poema de Irazoki (autor al que a penas conozco)se me ha antojado de una sutileza y una suavidad en cuanto al lenguaje, muy manifiestas.
Al mismo tiempo, esas construcciones tan visuales; verbigracia: "luz vaciada", "inquina endeble"; son -valga la redundancia- de una carga poética evidente.
Mejor?
Se me olvidaba.
A veces el fugaz paso por los blogs que a uno le interesan, responde, bien a la falta de tiempo, bien (es cierto) a la pereza.
Así, con mi primer comentario en esta entrada, pretendí mostrarte una vez más, mi constante interés por tu propuesta; interés que no solicita nada a cambio, claro está, y que por lo tanto puede ser fugaz o incluso telegráfico, siempre que nazca desde la sinceridad y prosiga por el camino del respeto.
Mejor, Raúl, sin duda. Gracias por el esfuerzo, las visitas y comentarios.
Irazoki está entre la media docena de mejores poetas españoles en activo. Puede sonar exagerado, pero creo sinceramente que es así. Su nivel literario está a años luz de lo que se publica y se lee en este país.
El único reproche que se me ocurre hacerle es esa manía que tiene de escribir tan lentamente. A ver si coge un poco de carrerilla...
Alber: ¿No será, me pregunto yo, que Irazoki escribe así porque lo hace tan lentamente?
¡Por fin!.
Por fin tengo un ratito para buscar y encontrarles. Por fin les he encontrado.
Por fin, Fernando... Estoy deseando saber de ti. (te escribí un mail hace poco que no se si recibirías).
Por fin Francisco Javier (Zoki)... Gracias por darme esta "pista" que no conocía y poder leerles y estar más en contacto. Me gusta el poema pero no voy a hacer un comentario de texto, no soy maestra de nada, sólo soy lectora a la que le gusta o no, y este poema me gusta. Es lo segundo que leo tuyo, después de "Los hombres intermitentes", que conservo como una joyita apreciada. Muchas gracias.
Saludos a los dos y resto de lectores blogueros, Ana Padorno.
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