Comenta el director de cine Álex de la Iglesia que, como en todo mercado, también en el del cine el cliente tiene siempre razón. No sé por qué, pero inmediatamente he recordado aquella sabia sentencia según la cual "no siempre que un libro choca con una cabeza, la culpa es del libro...". Cine, libros, público, ojos, cabezas, mercado, ¿sólo mercado?... En fin.
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* La foto es Francesca Woodman.
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14 comentarios:
Muy fino, Fernando. Efectivamente, "no siempre que un libro choca con una cabeza..."
Dios, a dónde vamos a llegar.
Un abrazo.
En el mundo del "mercado" los frikis, los intrigantes sputnik y los presentadores de la tele dan vueltas en sus órbitas encantados de haberse conocido. Y hasta ganan "planetas" y los venden.
En el mundo de la literatura y del buen cine disfrutamos, modestamente, de cosas más valiosas, a veces casi imperceptibles. Y mira que son grandes.
Ángel Gabilondo, en su época de profesor de metafísica, decía que: a quienes dicen que la filosofía es inútil, concedido; otra cosa es que el criterio válido tenga que ser el de la utilidad.
Fernando, a mí, ya que de cabezas hablamos, tu entrada me ha hecho pensar en Machado: "De cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa". Respetado Alex de la Iglesia, aunque a mí no me interese su cine y no siempre acierte en sus declaraciones.
Un abrazo fraternal y barcelonés, Javier.
Con esa foto tan sobrecogedora pensaba que tu entrada trataría de otra cosa. Álex de la Iglesia no es precisamente un director que trabaje sin pensar en el mercado. A películas como "El día de la Bestia" me remito. Lo que me sigue sorprendiendo de los libros es que quizás sea el sector en el que ese mercado está siendo más virulento. Un abrazo.
Pues yo creo que en literatura el cliente no siempre tiene razón, evidentemente, pero a veces la tiene.
Tampoco es de recibo la actitud contraria: sólo lo que no gusta es bueno. No, a veces no gusta porque no es bueno. Creo que tal vez la idea iba por ahí, a mí me gusta Álex de la Iglesia. "La comunidad" me pareció inmensa, y sus declaraciones suelen ser bastante lúcidas para lo que hay que oír.
Sin embargo, el comentario de Ernesto Calabuig sobre los frikis y las estrellas mediáticas metidas a escritores es bastante cierta. Se agota uno de mercadería.
Un saludo.
Antonio, trato siempre, siempre que puedo, claro, que las imágenes no ilustren, sino que acompañen y complementen el texto. Las de Francesca Woodman, ella misma es la que aparece en la foto, que ya he sacado en varias ocasiones, me gustan especialmente por lo que tienen de enigmático.
Gracias a todos por vuestros comentarios.
Fernando, lo de Alex de la Iglesia tiene el delito de que, siendo el presidente de la academia del cine en este momento, sus manifestaciones tienen que ver con que hay unos doscientos cineastas descontentos con la Orden Ministerial que regulará las ayudas al cine. Por qué están descontentos directores como Fernando Trueba, Javier Rebollo, David Trueba, Manuel Martín Cuenca, y ese largo etcétera que va hasta algo más de doscientos? Porque hasta ahora, las ayudas habían sido concedidas según criterios de proporcionalidad, lo que democratizaba bastante la posibilidad de que cualquier tipo de cineasta y proyecto, pudiera competir para obtener esa parte de la financiación que es tan necesaria para hacer cine en este país. Y la nueva Orden Ministerial, siguiendo criterios más de Industria que de Cultura, y contradiciendo la nueva Ley del cine aprobada en el parlamento, torna a premiar las películas de mayor presupuesto, a conceder más a quienes más capacidad financiera tienen, y poniéndoselo muy difícil a esas películas de presupuesto pequeño o medio que son precisamente las que más prestigio le han dado al cine español, las que son seleccionadas en Festivales Internacionales, y las que mejor definen nuestra cinematografía. Claro que Alex de la Iglesia decía aquello de que el cine para él era un chisporroteo de luces, unas detrás de otras, y no "ver crecer la hierba" como en las películas de Rohmer (Erice?, Kaurismaki?). La cosa es más grave aún, porque detrás de la Orden Ministerial de Guardans viene la aplicación de una ley que permitirá a las televisiones invertir gran parte de su 5 por ciento para el cine en productos para la tele, en tvmovies y hasta en teleseries de tres capítulos. O sea que menos cine, más televisión, más cine industrial, menos películas al año, la mayor parte de los técnicos del cine español refugiándose en la tele...
Cómo ves, este es un tema que me divierte mucho.
Un fuerte abrazo
Nicolás Melini
Pero, Nicolás, lo sorprendente es que todo eso se haga con una ministra que forma parte de ese mundo, que conoce a la perfección todos esos entresijos. ¿Entonces?
Pues querido Fernando, así es. A mí, personalmente, me parece una jugada maestra. Ministra cineasta (que así parece que premiamos a los del cine). Pero lo que hacemos es algo delicado para los cineastas.
Los medios de comunicación afines al PP dando caña al cine español, no hay ni un sólo día que en Libertad Digital y similares no se mente el cine español y las subvenciones y lo bien que están ahora los cineastas con una ministra del gremio. Ya sabes que algunos no han digerido bien todavía que hubiese cineastas diciendo lo del No a la guerra.
Así que los cineastas recibiendo la represalia por "haber hablado" y el Gobierno cambiando el paradigma de la industria.
En España se hacen demasiadas películas, muchas de ellas no acceden a las salas comerciales. ¿Solución? Hombre, estaría bien que se atrevieran a quitar el doblaje, imposición de los norteamericanos a España, Italia y Alemania cuando el Plan Marshal, y que ningún Gobierno se ha atrevido a tocar, cuando no se da en ningún otro país de nuestro entorno. También se podría impulsar un circuito alternativo para que se pueda exhibir todavía más películas. Pero no. Mejor elevamos el presupuesto medio de las películas españolas (¿con las ayudas que democratizan la posibilidad de obtener financiación para hacer cine y que desde la ley se disponen para fomentar la diversidad cinematográfica?) Hombre, desde luego, eso le va a gustar a los más poderosos.
Pero es que lo del 5% de las televisiones es ya el colmo. Algunos me dicen que tiene que ver con que se le pide a las televisiones privadas que paguen a TVE por dejar de emitir publicidad. Así les sale a cuenta. Ya sabes, con unos cineastas se puede estar a mal. Con las televisiones, no. El otro día decía el de tele 5 que las subvenciones son la muerte de la cultura. Por qué lo habrá dicho. Al parecer tele 5 es la vida de la cultura. En un artículo en El Mundo afirmaban varias televisiones que algunos cineastas les secuestraban su financiación, poco menos que los tenían coaccionados para que les financiaran. ¿Nos lo creemos? En fin. Liberalismo económico parejito. El público siempre tiene la razón. Y las televisiones, que tienen mucho público. Y los productores con más capacidad financiera y que quieren tener aún más ganando cuanto más público mejor.
Un abrazo
Nicolás Melini
No acabo de entender muy bien, Melini, lo que quieres decir. ¿Insinúas que tanto el gobierno como el PP se han puesto de acuerdo para cañear al cine español, unos como castigo por lo del "no" y otros por beneficiar a la industria (y han puesto a una ministra directora de cine para tapar bocas)?
Reconozco que no sé cómo funciona ese mundo del cine y las subvenciones (agradezco tu información), pero, en general, lo del ministerio de cultura y sus prebendas de todo tipo me parece un tanto peligroso.
Estimada María, no me gustaría entrar en un debate. Soy consciente de que el cine español tiene muy mala prensa. Y las subvenciones más. El análisis de por qué es muy largo. Simplemente, contestarte: no, no creo que se hayan puesto de acuerdo. Se cruzan los intereses. En los medios afines al PP ha calado muy bien el discurso en contra del cine español y las subvenciones (por un lado se trata de una represalia política, por otro es un ataque al partido en el gobierno, aunque cuando el PP estaba la cosa no varió ni un milímetro, y además se trata de una defensa del liberalismo económico, no a las subvenciones). Parece ser que el Gobierno, por su parte, quiere vender el logro de haber librado de publicidad a TVE. Además, quiere poder vender unos mejores resultados del cine español. Mayor cuota de pantalla, más espectadores (ya sabes cómo se miden estas cosas, no por la calidad de las películas precisamente). Las decisiones que han tomado son las de premiar desde el Ministerio de Cultura a aquellas producciones de mayor presupuesto (más Laberintos del fauno, Alatristes, y Agoras, y menos posibilidad de Solas, Los lunes al sol, La buena estrella, Tesis, Flores de otro mundo, En construcción, etc.). Las televisiones privadas, a su vez, podrán invertir su 5%, además de en cine español, en productos televisivos, tvmovies, miniseries. Lo cual supone muchísima menos financiación para el cine español. La consecuencia debe ser una disminución drástica de películas al año, y un cambio del perfil de la producción media española.
Yo sólo te puedo decir cómo lo vivimos los que estamos cerca o dentro de este mundillo. Hemos mantenido asambleas de más de 50 cineastas. Se ha estudiado la ley y la orden ministerial. Se ha pedido asesoramiento legal para impugnar la orden, se ha enviado una carta a Bruselas, etc. Sólo me gustaría que entendieras que no es una cuestión de prebendas. Al contrario, en cualquier caso se trataría de que no se pague una prebenda a televisiones privadas y los productores más poderosos, que, por cierto, están callados.
Las ayudas deben democratizar el acceso a la financiación. Por ley, deben diversificar el tipo de cine de nuestro país, y no apostar por uno, el comercial. Ese es el concepto social-demócrata de las ayudas. El cine comercial ya obtiene financiación por dos razones, por serlo (inversores que quieren la mayor rentabilidad posible) y porque muchas veces se vincula a lobbies con mucho capital e interés en decir algo acerca de su grupo, cuando no de sus oponentes. Ya sabes con qué facilidad se cuela una bandera en los momentos más emotivos de una película. Con las ayudas debería tratarse de diversificar las fuentes de financiación (mayor libertad creativa para los cineastas) para que no tengan que hacer sólo lo que les financien los grupos de poder.
Con estas decisiones, sin embargo, el Gobierno parece estar premiando a esos grupos de poder, como, por ejemplo, las televisiones privadas y sus grupos mediáticos. Y eso sí que pueden ser prebendas.
Pero lo que a mí me preocupa más es lo que afecta al aspecto cultural del cine. Que el dinero sea el criterio para todo (el espectador tiene la razón) puede empobrecer mucho nuestra cinematografía.
Nicolás Melini
Gracias, Melini, te agradezco la explicación. El tema de "el público tienen razón" es un grave problema, que no afecta sólo al mundo del cine, y un razonamiento perverso.
De nada, María.
Querido Fernando, en el número de La Mancha que ha salido hoy incluyo un artículo que tal vez tenga algo que ver con todo esto, aunque de un modo más general.
http://delamanchaliteraria.blogspot.com/2009/11/independence-day.html
Un abrazo
Nicolás
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