viernes, 7 de marzo de 2008

La rentabilidad de la cultura

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La Fundación José Manuel Lara, de Sevilla, vende la llamada Casa Fabiola, situada en el barrio de Santa Cruz, sede de sus actividades, reduce su personal, traslada la importante biblioteca que albergaba a un lugar mucho menos accesible y cierra varias de las colecciones que venían editando hasta ahora, según una noticia que no parece haber trascendido, de momento, los medios de comunicación andaluces.

Habían obtenido un justo reconocimiento a su calidad las colecciones dedicadas a las Ciudades andaluzas en la historia, la de Clásicos andaluces y, en especial, la colección Vandalia de poesía, que dirige Jacobo Cortines. “Vamos a dejar de editar libros. Es muy caro mantenerlo”, ha comentado la directora de la fundación, Ana Gavín. En cambio, parece ser que los premios y la revista Mercurio, dirigida por Guillermo Busutil, la otra estrella de las publicaciones, se mantendrán. Pondré sólo un ejemplo: unos reconocimientos que han propiciado la ed. de un libro tan riguroso como el de Jesús Rubio Jiménez, Pintura y literatura en Gustavo Adolfo Bécquer (2006), merecen seguir existiendo.

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La colección Vandalia había sido galardonada recientemente con el Premio El Público. Había acogido, entre los libros más destacados, los de Rafael Guillén, Estado de palabra. Antología poética (1956-2002), ed. de F.J. Peñas Bermejo; La otra sentimentalidad. Antología, ed. de Francisco Díaz de Castro; las Poesías completas (y otros poemas), de Manuel Altolaguirre, ed. de James Valender; Ocasión de vida. Antología poética, de Alfonso Canales, ed. de Francisco Ruiz Noguera; La piel de Jaguar. 25 poetas hispanoamericanos ante un nuevo siglo, preparada por Álvaro Salvador; y En resumen. Antología poética (1946-2005), de Leopoldo de Luis, ed. de Jorge Urrutia. Otros de volúmenes, como los de Jacobo Cortines (Consolaciones, 2004) y Julia Uceda (En el viento, hacia el mar, 1959-2002, 2003; y Zona desconocida, 2006), habían obtenido el Premio Nacional de Poesía o el Premio de la Crítica. La colección, además, estaba en un momento de cambio, de apertura a los poetas hispanoamericanos.

Lo que más sorprende de todo este asunto es que gentes tan avezadas en el mundo de los negocios editoriales pudieran pensar que colecciones como las que ahora suprimen llegarían a ser rentables, a la manera que ellos parecen entender la rentabilidad. ¿Fundación, rentabilidad? Uno creía en otro tipo de rentabilidad para Sevilla, Andalucía, España e Hispanoamérica, en el rendimiento cultural, que no siempre hace caja de inmediato, aunque todo esto parezca sonarles a algunos a música celestial...
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P.S. Les recomiendo, a los interesados en esta noticia, que no dejen de leer las sorprendentes y disparatadas declaraciones de la delegada municipal de cultura del Ayuntamiento de Sevilla, la socialista Maribel Montaño, en El Correo de Andalucía de hoy:
"La reducción de las líneas de actuación cultural de la Fundación Lara se vertebran dentro de un diseño empresarial que afecta a la totalidad del territorio nacional donde se produce la actividad de esta entidad (...) La Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla respeta (...) la decisión de la Fundación Lara en el uso de su libertad empresarial en el contexto de una economía de mercado como la existente en nuestro país, y mantiene su mejor predisposición en materia de colaboración cultural con la Fundación Lara en la nueva etapa que ha emprendido".
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P.D. Manuel Rodríguez Rivero, en su sección "Sillón de orejas", de El País (15 de marzo del 2008), se hace eco de un rumor que relaciona la venta de la Casa Fabiola con la adquisión por parte de Planeta de Editis, segundo grupo editorial de Francia, ahora gestionado por la inversora Wendel, que le pide a la empresa española un millardo (aprox).

* La obra es de Juan Boraita.

1 comentario:

Ferrer Lerín dijo...

Otra mala noticia. Lo siento por mi amigo poeta Jacobo Cortines y por la poesía en general que es lo mismo que decir por la cultura en mayúsculas.