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En una de esas disparatadas revistas del corazón que regalan con un diario de Barcelona, leo que Carmen Martínez Bordiu, la nieta de Franco, ha sido tentada por dos productores, uno indio y otro ruso, para interpretar una película sobre Benazir Bhutto, la política paquistaní asesinada recientemente. Por lo visto, el cine y la literatura, sobre todo, la novela, están ahora al alcance de todo el mundo.
El caso es que esta noticia me ha hecho recordar algo que cuenta el editor Rafael Borrás. Por lo visto, el gran Juan Benet quedó finalista del premio Planeta, con El aire de un crimen (1980), porque José Manuel Lara tuvo noticia de que se iba a rodar una película basada en Volavérunt, la novela de Antonio Larreta, quien acabó por obtener el galardón. Lo que fascinaba al editor es que el papel de la duquesa de Alba, amante de Goya en la obra del escritor uruguayo, iba a ser protagonizado por la nietísima. Y en toda esta operación, claro está, Lara imaginaba ventas al por mayor, pingües beneficios.
La película, en efecto, la dirigió Bigas Luna muchos años después, se estrenó en 1998, pero no con la protagonista soñada por el astuto editor, dado que el papel de Cayetana de Alba lo hizo Aitana Sánchez-Gijón. De Antonio Larreta, apenas nada más supimos como novelista. Regresó a su país y se dedicó al teatro. Pero Juan Benet se llevó un disgusto, se sintió engañado. Una vez que se consumó la tropelía y don Juan se zafó de sus obligaciones, esa misma noche unos cuantos amigos que lo apreciábamos, aún más como persona que como escritor, nos fuimos con él a tomar unas copas al Merbeye. Pero esa parte de la historia la contaré en otra ocasión.
2 comentarios:
No hace mucho, en un programa de humor de los tantos que veo (pero no recuerdo cuál en concreto) comentaron esta noticia. Con la picardía que caracteriza a este tipo de programas, demostraron al público que casi cualquiera se parece a la dirigente política muerta si se le añade un pañuelo a la cabeza a su foto.
No deja de ser curioso que la nietísima siga llamando tanto la atención...
Por lo que he leído del libro de Borrás: miente más que habla.
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