Estas entradas tienen su origen en la novela de Javier Marías, Tu rostro mañana 3. Veneno y sombra y adiós (Alfaguara, 2007), recordad que en ella se reproduce la foto que ayer dábamos en primer lugar, pues tiene un cierto protagonismo en el arranque de la obra, así como en una visita que hice hace unos meses a la Galería Camera Work, de Berlín, donde en una exposición titulada "Fashion", me encontraba de pronto con un remedo actual de aquella instantánea, obra de Mark Seliger.
....
La novela de Marías, su V parte, y primera del tercer volumen, arranca con una conversación entre Tupra y Deza, al final ya de una “inacabable velada que aún no acababa”, en la elegante casa de aquél en Hampstead, que se describe como “cómoda y suave”. En suma, Reresby intenta que Deza no se impresione por lo que ha visto, que se olvide de la paliza que le ha dado al idiota De la Garza, y en cierta forma lo consigue, puesto que en varias ocasiones ríen juntos, quizá porque el salón en el que ambos conversan, con el fuego encendido en la chimenea, tiene algo de “lugar de cuento o de encantamiento”. Y ya saben los lectores de Marías la complicidad y camaradería que genera la risa. A pesar de ello, el tema de conversación es la muerte y quienes perdurarán con el paso del tiempo, sin que falten las reflexiones metalingüísticas, lo que los lleva al llamado "complejo K-M", Kennedy-Mansfield, que afecta a todos aquellos cuya fama, o al menos una parte sustancial de ella, provenga del hecho de haber tenido una muerte peculiar, como pudiera ser el caso del político y de la actriz; el accidente y consecuencias de esta última se relatan con un cierto detenimiento.
......
Pero la mayor parte de la conversación la ocupa, de entre los pensamientos del narrador, esa idea que funciona como uno de los motivos conductores de la novela, según la cual “el mundo depende de sus relatores”. De ser así, acerca de pocas fotos en la historia se ha escrito tanto como de aquella que Shere tomó una noche en el Romanoff´s, aunque la mayoría de las veces sólo se hayan hecho comentarios jocosos de dudoso gusto o especulaciones gratuitas. Aunque qué duda cabe que la foto es divertida, y en lo primero que nos fijamos es en el generoso escote de la Mansfield, pero –sobre todo- en cómo la Loren lo observa con el rabillo del ojo, sin disimulo alguno, instante que supo captar el fotógrafo. Pero, sea como fuere, la clave se halla en la mirada de la Loren, no en el escote de la norteamericana. Luego, en el resto de la novela, se alude a sus protagonistas, al citado complejo, unas cuantas veces más.
......
Si observamos la serie completa de fotos, quizás entendamos algo mejor lo que piensa la actriz italiana, quien, según contó Jayne Mansfield, le hacía comentarios en italiano a su acompañante en la mesa. No sabemos el orden en que fueron tomadas, claro está, pero en la segunda, según el orden instaurado por nosotros (la primera foto ya ha sido suficientemente comentada, e incluso Marías la analiza con detalle, como si de uno de sus miramientos se tratara), Mansfield, de pie, se dirige al caballero que está en la mesa, pero las tetas se las muestras a la Loren, que parece observarlas con espanto, lo que contrasta con el divertido gesto del caballero que se halla en pie, con el cigarro en la mano, ajeno al embite entablado entre las damas.
......
Acaso las peores sean las dos siguientes. En la tercera foto, la italiana parece tomarse un respiro, al tiempo que el escote de la americana nos muestra una perspectiva, si no menos generosa, menos grata, y los tres señores presentes dirigen su mirada a sitios distintos, despreocupados por unos instantes de las señoras. La cuarta y última instantánea, de las que vengo denominando como fotos históricas, se centra en un primer plano del escote de Jayne Mansfield, en el que no sólo se le ve ya el pecho, sino uno de los pezones. Por cierto, en estas fotos contrasta la juventud exuberante de las mujeres, con la edad provecta de los señores, y llama la atención la ausencia de Carlo Ponti.
....
Es muy probable, por lo que sabemos, que la secuencia temporal sea la contraria a la que nosotros hemos seguido, y la última foto sea la más célebre, cuando ya todos están sentados a la mesa, esperando que empiece la cena (los platos permanecen intactos, los cubiertos sin usar y las servilletas no han sido aún arrugadas) y le han hecho un sitio a la actriz norteamericana, que en las otras fotos aparecía siempre de pie.
En cualquier caso, estás instantáneas reflejan la historia de dos actrices exuberantes, que siguieron en el cine trayectorias muy distintas: Mansfield murió pronto, pero ya su carrera había dado de sí todo lo que tenía que dar. En cambio, Sofía Loren hizo después excelentes películas y no se contentó con ser sólo una sexsímbol.
....
* Las dos primeras fotos remedan la primera de la entrada anterior, la más conocida de la serie, y están hechas en el 2002. La que figura en primer lugar se hizo también en el mismo local y es obra de Mark Seliger. En ella, la modelo Heide Klum hace el papel de la actriz norteamerica, por lo que se titula `Heide Klum como Jayne Mansfield´. La otra es obra de la fotógrafa australiana Daniela Federici, y en ella aparece la modelo Anna Nicole Smith como la actriz americana y la dj neoyorkina Sky Nellor como Sofía Loren. La penúltima ilustración es de Ulises y apareció en El Mundo, el 21 de mayo del 2008, en el suplemento `Campus´, acompañando un artículo del escritor Lorenzo Silva. La última imagen es un acrílico de Antonio de Felipe, Star Wars. Battle of the Contract, 2002. Agradeceré cualquier nueva información que me proporcionéis sobre este curioso encuentro. ..