martes, 15 de julio de 2008

El cuento o el género de la precisión

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A estas alturas de la historia literaria, sólo los lectores perezosos, los editores comerciales y los críticos más toscos consideran el cuento como un género menor. Pero, ¿a qué se debe esta consideración? En el caso de los editores, es muy probable que se trate de un error en la elección del oficio, mientras que el comportamiento de lectores y críticos sea atribuible a la pereza o a la falta de paciencia y, en general, a la escasez de criterio y gusto (aunque el gusto sea algo sobre lo que hay mucho escrito, y junto con el criterio, puedan adquirirse).
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Juan Eduardo Zúñiga
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Así las cosas, parece evidente que una mayor presencia de los buenos libros de cuentos en los medios de comunicación, ya sea en forma de textos propiamente dichos, ya de entrevistas con sus autores, o de críticas de los ejemplos más valiosos, redundaría en su prestigio. En los últimos años, la aparición de premios como el NH Vargas Llosa y el Setenil, que concede el Ayuntamiento de Molina de Segura (Murcia); ojalá el Hucha de Oro logre salir por fin del anonimato y marasmo en que ha vivido siempre; junto con la reciente apertura de una librería en Madrid dedicada en exclusiva al género, la ya conocida Tres rosas amarillas, y el papel protagonista que el cuento ha adquirido en numerosos blogs literarios, están ayudando a su mayor prestigio y difusión.
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Por encima de todo ello, resulta fundamental la enorme cantidad de buenos libros que se publican, de autores como –sólo cito a unos pocos- Juan Eduardo Zúñiga, José María Merino, Cristina Fernández Cubas, Javier Marías, Enrique Vila-Matas o Quim Monzó, pero también Fernando Aramburu, Gonzalo Calcedo, Adolfo García Ortega, Sergi Pàmies, Eloy Tizón, Juan Bonilla, Hipólito G. Navarro, Carlos Castán y Ricardo Menéndez Salmón, por aludir a los más jóvenes. El caso es que un reciente libro de cuentos, Los girasoles ciegos (2004), de Alberto Méndez, tras obtener el Premio de la Crítica, el Nacional de Narrativa y ser traducido a varios idiomas, ha logrado vender, sólo en España, más de 100.000 ejemplares. Si he escogido este ejemplo es porque rompe muchos de los tópicos que perviven en torno al género, acerca de sus dudosas posibilidades comerciales.
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Alberto Méndez
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Si pensamos en otras literaturas, no hay más que recordar nombres como los de Poe, Hoffmann, Maupassant, Chéjov, Henry James, Joyce, Isak Dinessen, Borges, Cortázar, Mercè Rodoreda, R. Carver o Alice Munro, y sólo doy unos pocos, para deducir que, en cuanto a calidad, los mejores libros de cuentos se hallan a la altura de las más respetadas novelas. Cualquier lector de estos autores citados conoce, sin duda, la complejidad que alberga el relato, el cual, por sus características, se encuentra más cerca de la poesía que de la novela, debido a la precisión del lenguaje y a cómo debe obtener los máximos resultados (ya se trate de placer ya de inquietud o desazón), con la mínima grasa narrativa.

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Javier Marías
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* Con motivo de la apertura de la librería Tres rosas amarillas, un periodista del diario El País me hizo una serie de preguntas para un reportaje sobre el cuento literario. Dado que no ha utilizado más que un par de líneas, doy aquí cumplida respuesta, por si pudiera resultarle de interés a algún lector desocupado.

20 comentarios:

Freia dijo...

Y al periodista de El País ¿donde lo colocamos?... ¿Entre los perezosos o entre los faltos de paciencia? jajaja. ¡Vaya desperdicio de material!

Recuerdo que un amigo me recomendó "Los girasoles ciegos". Lo que me impactó (más que la historia) fue la fuerza del relato.

Anónimo dijo...

si los cuentos son para perezosos, qué hacés con las minificciones??,

Te dejo un saludo y te cuento que ya te he linkado a www.minificciones.com.ar


Delfín

Fernando Valls dijo...

Delfín, creo que has leído la entrada con demasiada rapidez porque digo exactamente lo contrario de lo que tú has entendido; o sea, que sólo los lectores perezosos creen que el cuento es un género menor.
Gracias por añadirme a tus enlaces.

Raúl dijo...

Pecaré de perezoso (y también de manido) y para subrayar tus palabras, resolveré mi visita diciendo aquello de que las buenas esencias se esconden en frascos pequeños y tal y tal...
Últimamente, llevo entre manos una colección de Haruki Murakami, que te recomiendo.
Totalmente de acuerdo con tu disertación, querido Fernando.

Anónimo dijo...

Querido Fernando:

Una pregunta que va más allá del prurito nominalista y que -te confieso- nadie ha sabido responderme hasta convencerme del todo. Habitualmente, tanto en prensa, como en los lanzamientos editoriales, como incluso en el discurso de los propios autores, las palabras "cuento" y "relato" se usan indistintamente, hasta el punto de que tengo la sospecha de que, en realidad, quien dice "cuento" en vez de "relato" (como quien dice "relato" en vez de "cuento") lo hace por una cuestión de puro gusto, porque la palabra le agrada más.

¿Te atreverías a hacer alguna distinción sustantiva, esencial, entre los términos "cuento" y "relato"? Y, si así fuera, ¿podrías aportar algún ejemplo, a ser posible de literatura española?

Un abrazo desde Gijón,
Ricardo Menéndez Salmón

Fernando Valls dijo...

Ricardo, voy a contestarte, lo antes posible, con una entrada independiente.
Y gracias también a Freia, Raúl y Delfín, por sus comentarios.
Por otra parte, siento que ayer se perdieran algunas intervenciones por problemas en Blogger, que no dejaba publicarlas, con lo que me temo que han acabado perdiéndose.

Humanoide dijo...

Me encantaría poder conocer esa librería.
Me pregunto si existirá alguna dedicada sólo a la poesía...

en fin, un saludo camarada

Arilena dijo...

Es muy interesante lo que plantea RMS. Para referirse al género se utilizan indistintamente cuento y relato pero, sin embargo, para referirse al escritor yo he escuchado muchas más veces "cuentista" antes que "relatista"

(pd.-sigo sin ver la mitad del artículo con firefox, ¿No le pasa a nadie más?)

Juan Carlos Márquez dijo...

Copio aquí debajo un comentario anterior, porque creo que se lo ha tragado blogger. Cuando son un poco largos, los pego en un word antes por si acaso, de ahí que pueda recuperarlo. Me sumo también a la petición de Ricardo sobre cuento/relato, aunque yo prefiero llamarlo cuento, no sé muy bien por qué, la verdad.

"Todavía queda mucho margen de mejora, pero poco a poco, a pequeños pero constantes empujones (la mayoría dados en la blogosfera, en esta nave y otras), vamos dejando al cuento en el lugar que merece, junto a y no debajo de. Hace unos pocos días, un periodista cultural me preguntó lo siguiente en una entrevista para el suplemento "Pérgola" del periódico municipal "Bilbao":

Teniendo en cuenta el funcionamiento del sistema editorial español, para un escritor novel y de cuentos, supongo que lo más interesante de un concurso de libros de cuentos es que éste incluya, entre sus bases, la publicación del volumen.

Y yo le contesté lo siguiente:

La garantía de publicación que ofrecen ciertos concursos nos evita a los escritores de cuentos un peregrinaje ingrato por editoriales que, en su mayoría, con honradísimas excepciones, consideran el cuento un asunto menor o una rareza que a veces conceden a sus novelistas consagrados para que ocupen su cuota de mercado hasta la siguiente novela.

Vamos mejorando, las opciones son cada vez mayores y mejores; pero todavía nos queda mucho camino que recorrer, lo cual no quiere decir que no celebremos este principio de cambio, pues merece ser celebrado.

Hace sólo diez años el cuento era un completo desconocido y hoy le suena a todo el mundo, aunque todavía, un día sí y otro también, a los cuentistas nos toca dar explicaciones a los profanos: aclarar que no escribimos cuentos para niños y que no tenemos intención de dar, por imperativo comercial, ningún "salto" a la novela.

Gracias por compartir con nosotros esta parte tan carnosa de la entrevista, Fernando."

Carlos LABARTA dijo...

Pues a ver si aprendo. Gracias por apuntar direcciones! Enhorabuena! Un saludo!

Raúl dijo...

Fernando, voy a estar muy pendiente de la respuesta que le des al "compañero visitante" de Gijón.
No sé si la cuestión es baladí (yo no encuentro diferencia alguna entre ambos términos, o cuanto menos soy uno de los que los utilizan indistintamente teniendo en mente el mismo -o casi- concepto) pero me parece una cuestión de lo más atractiva de tratar.

Carlos Frontera dijo...

Es una queja generalizada la consideración del cuento como un género menor. Resulta cuanto menos curioso que en otros países (se me ocurre Argentina) no ocurra eso. Nadie le “exigió” nunca a Borges una novela.
En cualquier caso, entiendo que el cuento no goce de tanta difusión como la novela. Por norma general, el cuento exige una mayor implicación por parte del lector, y la mayoría de los lectores son, como bien apuntas, perezosos; esperan que el libro les entretenga sin exigirles demasiado esfuerzo.
La aparición de una librería dedicada el cuento es motivo de celebración, sin duda, y tal vez síntoma de que algo esté cambiando.
Internet y los blogs creo que también están contribuyendo a una mayor difusión del cuento, más en concreto del microrrelato. Ha hecho posible el acceso a ciertos autores del género que, de otra manera, permanecerían inéditos.

Nunca me había planteado la diferencia entre cuento y relato. Supongo que yo utilizo ambos términos indistintamente, aunque quizá prefiera el de cuento (tampoco sé el motivo). Permanezco atento a tu próxima entrada.

Saludos.

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Querido Fernando, tú lo harás estupendamente y por eso yo también espero esa entrada sobre "relato" y "cuento". Me atrevo ahora a decir, como idea sobrevenida sin más aspiraciones, que "relato" es un término más genérico que no implica necesariamente que sea "literario". (Un relato podría ser la historia que se cuentan dos vecinas paredañas). El término "cuento", en cambio, evoca por sí solo territorios de fantasía y ficción. Saludos.

Anónimo dijo...

Yo uso indistintamente los dos términos (cuento y relato), aunque prefiero cuentista para la actividad: quizá porque suena más militante, religioso, epifánico y tiene un punto de chispa. Bien es cierto que últimamente tengo que decirles a ellas "En otoño saco un libro de relatos", yo no sé si por un prurito de credibilidad o para que no suelten aquello tan sobado de: "Ah, ¿escribes para niños?".

Todavía tendremos que superar la otra pregunta que le sobreviene al profano. "Ah, relatos, ¿y de qué van? (pienso yo que eso es más un síndrome novelístico, aburridamente antiguo).

Un abrazo, Fernando. No sé si te acordarás, pero nos conocimos en la contada de Andrés hace poco en las Tres rosas. Te leo siempre.

Fernando Valls dijo...

Gracias a todos, por animar el debate.

Anónimo dijo...

¿Qué pasa, que "ellas" son tontitas? ¿A "ellos" no hay que aclararles nada?
Mis cuestiones van para el uruario "m", ese que tan interesado parece en que lo ubique el señor Valls.

Un saludo, don Fernando

Anónimo dijo...

Antes de quemarme en la pira de lo políticamente correcto, Naviera, deberías releer mi comentario, que (espero que me perdones por decírtelo) no has entendido en absoluto. Más claro, agua.

"Últimamente tengo que decirles a ellas "En otoño saco un libro de relatos", yo no sé si por un prurito de credibilidad o para que no suelten aquello tan sobado de: "Ah, ¿escribes para niños?".

Dicho sea de paso que lo escribí por darle un barniz de desenfado al debate. No sé tú, pero yo, que soy humano e imperfecto, a veces uso una excusa tan peregrina como esa para intentar ligar. Como soy heterosexual, es a "ellas" a quien tengo decirles estas chorradas. Ahora, que si es tu deseo, me cambio de acera rápidamente y así ya no tenemos ese problema nominal que tanto te cabrea.

Un poquito de humor, por favor.

Fernando Valls dijo...

Bueno, Naviera, M, lo que podía parecer un comentario machista, ha resultado ser una táctica para ligar.
Ahora, lo curioso sería saber qué resultados obtiene M con su método. Porque si consigue fascinar a las chicas diciéndoles que escribe relatos es que el mundo todavía no está perdido del todo, que queda gente que sigue siendo sensible al hechizo de las palabras, ¿no os parece? Benditas sean.

Anónimo dijo...

XD

Sólo me funcionó una vez, pero creo que es más por el bouquet que deja la palabra "libro" y "otoño" que por el género en sí. Me tenía que haber hecho poeta con greñas. A esos les funciona de cojones.

Anónimo dijo...

Fernando, coincido contigo... lo decía en broma, me refería a aquellos lectores a los que tu hacías referencia; para ellos qué serían las minificciones, tal vez no fui claro al expresarme.

te dejo un saludo.