Parece ser que el magistrado Francisco Pérez de los Cobos, militante del PP y presidente del Tribunal Constitucional, había publicado en el 2006 un libro de ¿aforismos? titulado Parva memoria (Tirant lo Blanch, Valencia), en el que se mostraba muy crítico con los ingleses ("Los ingleses han aprendido de sus gatos a lavarse"), catalanes ("El dinero es el bálsamo racionalizador de Cataluña") y gentes de otros países, adoptando esa lógica perversa que consiste en tomar la parte por el todo. Pero tampoco se muestra más despreciativo que la mayoría de los políticos nacionalistas catalanes con los españoles, los andaluces o extremeños. Así, por ejemplo, Jordi Pujol escribió en su libro La emigración, problema y esperanza de Cataluña, que los andaluces tomaron contacto por primera vez con una cultura cuando fueron a trabajar a Cataluña. Libro que, por cierto, no aparece citado en la entrada que tiene en Wikipedia.
Pero lo que me importa y me sorprende ahora es que tachen de aforismos a los textos que componen el libro. Como mucho, yo los llamaría opiniones u ocurrencias; y siendo muy benévolo, frases lapidarias. No, no se trata de aforismos, para ser precisos, el aforismo es otra cosa e incluye necesariamente un pensamiento paradójico, sutil, irónico, ambiguo o sorprendente que no carece de capacidad de sugerencia e incluye una revelación. Y siempre es literatura, algo que no puede decirse de los textos del deslenguado catedrático de Derecho.
De todas formas, lo que más me llama la atención en el libro, que por lo visto nadie se ha molestado en mirar, es que aparece prologado nada menos que por Cristóbal Serra, excelente escritor ya fallecido y uno de los grandes aforistas de las últimas décadas, aunque el escritor mallorquín llamara nótulas a sus pensamientos brevísimos.
...... Pero lo que me importa y me sorprende ahora es que tachen de aforismos a los textos que componen el libro. Como mucho, yo los llamaría opiniones u ocurrencias; y siendo muy benévolo, frases lapidarias. No, no se trata de aforismos, para ser precisos, el aforismo es otra cosa e incluye necesariamente un pensamiento paradójico, sutil, irónico, ambiguo o sorprendente que no carece de capacidad de sugerencia e incluye una revelación. Y siempre es literatura, algo que no puede decirse de los textos del deslenguado catedrático de Derecho.
De todas formas, lo que más me llama la atención en el libro, que por lo visto nadie se ha molestado en mirar, es que aparece prologado nada menos que por Cristóbal Serra, excelente escritor ya fallecido y uno de los grandes aforistas de las últimas décadas, aunque el escritor mallorquín llamara nótulas a sus pensamientos brevísimos.
2 comentarios:
También el título del libro recuerda a Serra, autor de Biblioteca parva. Parva: ambigua palabreja, que lo mismo señala lo grande que lo pequeño. A gusto del consumidor.
Por acá la parva es el nombre genérico del pan y otros derivados que se obtenían en las tiendas de barrio, pero, hay sujetos que al hablar de una persona la vuelven comidilla para bien o para mal, para lo grande o lo pequeño con tendencia a lo último.En otras palabras, hay mucho filosofador suelto por ahí diciendo bellaquerías en papel alta blancura y en letra de estilo.
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