domingo, 18 de agosto de 2013

Besos en Moscú

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Las atletas rusas de relevos 4x400 se besan efusivamente en la boca, primero en la pista, y luego en el podium, con las medallas puestas. ¿Se trata de una queja contra la homofobia que se extiende por el país, respaldada por una reciente ley? ¿Acaso es una respuesta a la pertiguista Isinbayeva, su compañera de equipo? Pues me temo que no, sino más bien una práctica habitual en hombres y mujeres en algunos países eslavos. Pero es evidente que muchos espectadores de todo el mundo que lo vieron en directo, o han podido contemplar las fotos en la prensa o Internet, han debido de pensar otra cosa. Como me recuerda Hugo García Saritzu, que además me manda las fotos, de haber sido lo que parece, sería comparable a aquella otra foto histórica de los Juegos Olímpicos de México en 1968 en la que los velocistas John Carlos y Tommy Smith, corredores de 200 metros, como protesta en favor de los derechos civiles de los negros, levantaron el puño enguantado en el momento en que estaban en el podium. El australiano Peter Norman que compartió los honores, fue medalla de plata, se solidarizó con ellos.
Lo curioso del caso es que las protagonistas de los besos son las mismas atletas y en ambas fotos se reproduce un gesto semejante, la misma mano en el cuello y el dedo gordo posándose bajo la oreja y el pelo. Y eso que en la segunda foto las medallas y la mascota, un gorrión, les ocupan las manos impidiendo quizá mayores efusiones. Sus dos compañeras las miran, pero qué estarán pensando, que se están metiendo en un  jardín, que la van a liar buena...
Sea como fuere, no temblará la vieja Rusia porque dos mujeres se besen en la boca, en público, sea como signo de cariño, o como manifestación de amor y deseo. 
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6 comentarios:

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Quiero creer -por aquello de mantener mi fe en la especie humana- que el gesto es en respuesta a la ley, a la actitud de la saltadora y de esa Rusia reaccionaria que gana fuerza.

Quiero creer.

Un abrazo,

Miguelángel Flores dijo...

Quiero creer yo también. Y lo hago. Creo.

Otro,

Guillermo Castillo dijo...

Quiero pensar que el júbilo regresó a ellas cuando por la senda del triunfo se encontraron una mujer que llena las expectativas de otra y ha sabido corresponder demostrando afecto sincero.

Sergio Arroyo dijo...

No me gusta para nada como se les quedan viendo las otras dos chicas... con una mirada tan putinesca.

hugo dijo...

Hola Fernando:

Tarde, ya me conoces, pero no podía no pasar por aquí.

El desafío. El tremendo poder del contexto. En México 68, el contexto era el de la lucha por los derechos civiles de los negros, hacía apenas 13 años, Rosa Parks se había negado a dejarle el asiento a un blanco en un autobús.En México 68, el contexto era, sin duda, la lucha, más o menos violenta, de Panteras Negras. El saludo de Tommy Smith y John Carlos en presencia de Avery Brundage, presidente del COI de entonces y declarado admirador del nazismo y de los regímenes de Rhodesia (hoy Zimbawe) y de Sudáfrica tenía toda la fuerza de una reivindicación: el puño en alto y la mano enguantada en negro.

En las dos fotos en el que aparecen las atletas rusas besándose, el contexto es diferente, aunque el desafío es el mismo: un hecho transgresor. Todo comienza con la uñas de Emma Green y su solidaridad con los homosexuales y lesbianas perseguidas/dos en la Rusia de Putin y sus leyes homófobas, después aparecen las declaraciones y correcciones a peor de la inefable Isinbayeva y después el beso de las dos atletas. Sin duda la foto no tiene desperdicio viendo las caras de perplejidad de las atletas de los extremos y toda la diversidad gestual de las cuatro atletas. Es por ello que, aún aceptando la tradición eslava de los besos en la boca (Breshnev y Tito, por ejemplo), quiero pensar que ellas dos lo han hecho para denunciar el despotismo del gobierno de este antiguo presidente del KGB (que mira tú por donde era el dueño del petróleo que llevaba el Prestige).

Sin duda, Pedro, actos como estos a mi también me redoblan la confianza en la lucha y la conciencia del género humano, a pesar de la masacre de El CAiro, a pesar de Siria, a pesar de la Franja de Gaza, a pesar... de todo seguiré confiando en la voluntad de transgresión de una mayoría de personas que habitan este planeta.

salut,
hugo

Fernando Valls dijo...

Hugo, ojalá tengas razón, entre otras razones porque si no esas chicas van a acabar en la isla de Sajalin, o donde los manden ahora.
Gracias a todos por vuestros comentarios.