martes, 7 de julio de 2009

Winesburg, Ohio

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Quien quiera conocer cuál ha sido la historia del cuento occidental contemporáneo, tiene que pasar por Winesburg, Ohio, de Sherwood Anderson (1876-1941), como debe conocer lo cuentos de Maupassant, Chejov, Henry James, Joyce e Isaak Dinesen, y no sigo por no hacer la lista apabullante. Aunque para ser más precisos, más que un libro de cuentos tradicional es lo que hoy denominamos un ciclo de cuentos, como Los cuentos del Barrio del Refugio, de José María Merino, o Los girasoles ciegos, de Alberto Méndez. El volumen apareció en 1919, cuando su autor tenía 33 años, y me parece que nunca volvió a escribir otra de tanto interés, ni que tuviera tanta repercusión. Pero con ella, se convirtió en la principal referencia de los narradores de la llamada generación perdida, incluso se adelantó a ellos en la visita a París, por donde pasó en 1921. En España, el libro se ha editado en varias ocasiones: Alianza (1968), Fontamara (1981, trad. de Emilio Olcina Aya), Cátedra (1990, trad. de A. Ros y ed. de Mª. Eugenia Díaz), RBA (1996, trad. de Emilio Olcina Aya) y ahora en Acantilado (2009, trad. de Miguel Temprano García), que anuncia la publicación del conjunto de su obra. En esta última ed., que es la que manejo, se echa de menos un prólogo que contextualice la obra, en el conjunto de la producción del autor y en la narrativa norteamericana y occidental contemporánea. Este mismo año se ha publicado también un volumen con sus Cuentos reunidos (Lumen), que lamentablemente no conozco.

En favor de Acantilado debe recordarse que también tiene en su catálogo, por lo que se refiere al cuento, obras de Dino Buzzati, Hawthorne y Kipling.
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15 comentarios:

Isabel Mercadé dijo...

Gracias por la recomendación, Fernando. El cuento es un género difícil y maravilloso. En cuanto pueda, me haré con el libro. Si me permites añadir, ya que sólo nombras a una mujer, y hablando de americanos, dos o tres nombres más como Grace Paley, Dorothy Parker... o la brasileña Clarice Lispector.
Saludos.

Fernando Valls dijo...

Suscribo todos esos nombres que añades, y podríamos sumar también los de Katherine Mansfield y Mercè Rodoreda...

Citopensis dijo...

¿Sergi Pamies?
¿Quim Monzó?

Un saludo.

Y gracias por la recomendación.

Fernando Valls dijo...

Alberto, estamos hablando de algunos de los mejores cuentistas del XX, no basta con que sean buenos.

hugo dijo...

Hola:
Es encomiable la labor de Acantilado de sacar a la luz a ciertos clásicos olvidados por el negocio editorial.
Cada tanto releo, Winesburg,Ohio tengo la edición de Fontamara y, aunque la traducción de Olcina Aya contiene algunos errores de bulto, tengo una especial debilidad por tres o cuatro cuentos: "Devoción (Un cuento en cuatro partes)", sobre todo el final de Terror, "Aventura" "Respetabilidad" y "La mentira no contada"
Del cuento que sirve de subtítulo al texto, "El libro de los grotescos" me atrevo a rescatar una frase: "Fueron las verdades las que hicieron grotesca a la gente."

Fernando, no puedo menos que coincidir contigo en que "Winesburg.." es una lectura imprescindible.

¡Ah!, con ánimo de meter la pata en el cruce de sugerencias sobre cuentistas creo que, una vez más, nos volvemos a olvidar del gran Antonio Pereira.

salut,
hugo

Fernando Valls dijo...

Hombre, Hugo, te digo lo mismo que le comenté a Alberto: los cuentos de Pereira están bien, pero a otro nivel, me parece. ¿No crees?

hugo dijo...

Hola:
Sin duda,las ambiciones y las facturas son diferentes y, en ese sentido, no puedo menos que estar de acuerdo contigo, yo sólo quería meter la pata con un autor de obra en castellano.

Releo los comentarios y caigo en la cuenta que hemos acabado confeccionando un imperfecto canon de cuentistas.

Y todo gracias a la buena salud de la obra del gran Sherwood
A ver si esa buena salud cunde, en estos tiempos de gripes del abecedario.

salut,
hugo

Fernando Valls dijo...

Hugo, si de cuentistas en castellano se trata, habría que recodar, obviamente, a Juan Rulfo, Borges y Cortázar. Y entre los españoles, no estaría mal decantarse por Ignacio Aldecoa. Así redondeamos el canon.

María dijo...

Yo disfruto mucho con los de Virginia Woolf. Especialmente con algunos, como "La marca en la pared".
Un saludo

hugo dijo...

Bien Fernando, bien, a ver si hay más gente que se anima a proponer nombres y obras y este verano se convierte en el inicio de una gran amistad de los lectores con el/los cuentos, relatos, microrrelatos...

¡¡Hay vida más allá de la novela!!

salut
hugo

Viena Edicions dijo...

Hola a todos,

Como veo que mencionáis distintas ediciones de este título, comentaros que también podéis encontrarlo en catalán. Está incluido dentro de la colección de clásicos modernos El Cercle de Viena, con una magnífica traducción de Francesc Parcerisas. Si os interesa, encontraréis toda la información en nuestra web: www.vienaeditorial.com.

Un cordial saludo desde Viena Ediciones.

Fernando Valls dijo...

Que la traducción catalana sea de Francesc Parcerisas es un seguro de calidad.

Nací un 29 de febrero. dijo...

creo haber llegado tarde pero veo con horror que nadie menciona a hemingway
:(

Anónimo dijo...

El mejor libro de cuentos que he leìdo.Imprescindible. Todos,en conjunto, destilan un maravilloso lirismo. Me quedo con esa noche en la que momentos tremendos en las vidas de 3 personas se encuentran en dos cuentos:Una fuerza divina Y La maestra.Soy de Montevideo.A lo lejos,olvidado,recuerden a mi compatriota Horacio Quiroga. Perseguido por la tragedia como constante en su vida, pudo escribir los exclente "A la deriva" y "El hijo".saludos

enplay dijo...

Un libro maravilloso. Simplemente eso. Destaco ese momento tremendo en la vida de tres personas que coinciden en una noche cuyos sucesos son relatados en dos cuentos:Una fuerza divina y La Maestra.saludos desde Montevideo