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"Lección de anatomía"......
Imagino un pintor del mil quinientos,
un oscuro aprendiz, un ladronzuelo
que trata de escurrirse a ras de noche
junto a la tapia gris del cementerio,
oigo su paso abrupto mientras corre
con el brazo de un muerto bajo el brazo,
camino del taller: palpita aún,
se diría, ese cúmulo de nervios;
pero es su corazón el que resuena.
...... ......
Huele a sombra y a piedra, se oye el leve
rasguño iluminado del esbozo,
al final de otro día, otro cualquiera,
sentado en mi escritorio frente al negro
de la pantalla: escribo este poema,
me miro en ese espejo mientras trato
de copiar los despojos de mi tiempo,
de salvar un recuerdo, una mirada,
la luz de un cielo más, de un cielo menos.
...... .....
Veo mis manos pudriéndose en la mesa,
y un trapo bermellón que adorna el suelo.
....... ......
"Lisbon Story"
.......
Buscábamos serpientes
en las columnas
del monasterio.
...... .......
Mordían
voces antiguas nuestros talones,
ensayábamos sin prisa
los recursos aprendidos
en el prontuario de una mitología
agonizante.
....... ......
Trenzaban
signos huecos nuestros gestos,
...... ......
el tiempo chorreaba en los aleros,
tiñendo las fachadas, resignadas.
...... ......
Bajando por la rua do Alecrim
en busca del portal
que viste en sueños,
...... ......
iba
mirando atrás
a cada instante,
...... ......
disolviendo entre dos luces tu figura,
........ .......
petrificando tu sonrisa en
sal de plata.
....
... ..
"Un verano con Monika"
.......
Un silencio nuevo y brutal
imponía su blancura, expandía como un lirio
el horizonte de su raigambre.
Se oía el verano hollar su dulce mimbre
en nuestras pupilas,
la polifonía de los cuerpos reducida
a un insistente estribillo.
Dividíamos el tiempo aún en futuros contiguos,
cristalinos y estancos. La tierra de
nuestras palabras
sabía erizarse como el mar.
Nos había sido concedida la inmensidad
de una certeza, la libidinosidad de una negación:
aquella contraseña muda y este abismo
abriéndose después entre los dedos.
........ .......
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Trenzaban
signos huecos nuestros gestos,
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el tiempo chorreaba en los aleros,
tiñendo las fachadas, resignadas.
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Bajando por la rua do Alecrim
en busca del portal
que viste en sueños,
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iba
mirando atrás
a cada instante,
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disolviendo entre dos luces tu figura,
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petrificando tu sonrisa en
sal de plata.
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"Un verano con Monika"
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Un silencio nuevo y brutal
imponía su blancura, expandía como un lirio
el horizonte de su raigambre.
Se oía el verano hollar su dulce mimbre
en nuestras pupilas,
la polifonía de los cuerpos reducida
a un insistente estribillo.
Dividíamos el tiempo aún en futuros contiguos,
cristalinos y estancos. La tierra de
nuestras palabras
sabía erizarse como el mar.
Nos había sido concedida la inmensidad
de una certeza, la libidinosidad de una negación:
aquella contraseña muda y este abismo
abriéndose después entre los dedos.
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* Juan Vico (Badalona, 1975) es licenciado en Comunicación Audiovisual y DEA en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Ha publicado los poemarios Víspera de ayer (Pre-Textos, 2005), Gozne (Ayuntamiento de Zaragoza, 2009) y Densidad de abandono (Edicions 96, 2011), así como la narración La boca del lobo (Cuadernos del Vigía, 2008), recopilada también en Relatos para leer en el autobús (Cuadernos del vigía, 2009). Es coautor del ensayo Johnnie To: Redefiniendo el cine de autor (Cine Asia, 2005).
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8 comentarios:
Juan es uno de los pocos autores jóvenes (¿nos podemos llamar así todavía Juan?) que pesa más su obra que él mismo y que trata con sumo y exquisito respeto lo que hace. Me siento orgulloso de tenerlo entre mis amigos y me considero un firme admirador de su obra (la poca que me ha dejado leer), tanto en prosa como en poesía.
Grandes textos. Yo estoy enganchado a sus haikus.
Abrazos para todos,
Ginés
Espléndidos poemas, como nos tiene acostumbrados Juan. Por lo demás, suscribo todo lo dicho por G. S. Cutillas. Saludos.
Pues más de uno se honra de tenerlo cerca,de haber recitado junto a él y de haber escuchado de su voz esos versos.
¡Qué buena elección!
Un gran poeta y un loco perfecto para la Nave;-)
Reconozco que soy un analfabeto en cuanto a poesía. Dicho esto, me han encantado estos poemas de Juan.
Un placer, de verdad.
Abrazos para invitado y anfitrión.
Grande Juan... Un placer leerlo después de tanto tiempo, se echaba de menos. Buena elección, Fernando.
(Por cierto, gracias Juan, Fernando, Gemma, Ginés, Arcas... y el resto de firmas por mi regalo de cumpleaños!)
Un saludo,
Carmen.
Estupendos textos que reafirman la valía de un gran poeta.
Antonio María Flórez
Muy bueno. Lo buscaré. Saludos.
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