viernes, 26 de octubre de 2012

ELENA CASERO

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COMPRENSIÓN
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Anoche me morí en tus brazos. Lo hice sin pensar, por cariño, como lo he hecho todo por ti. Pusiste cara de susto, pero te duró poco tiempo. Después, cuando yo ya había cerrado los ojos y creías que no te podía ver, te relajaste y sonreíste feliz. Me abandonaste en el sofá, tal como me había muerto, algo desmadejada. Entonces te escuché hablar con ella. Tu voz sonaba con un timbre pulido, tan diferente del que usas conmigo, que parece hecho de productos abrasivos, de los que arañan el corazón. Te cambiaste de ropa, te perfumaste y saliste de la habitación sin darme siquiera un triste beso. Esta mañana, he decidido no volver a morirme nunca más.
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PLACERES CULINARIOS
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La convivencia en vecindad siempre es difícil y yo, según afirman todos, soy muy rara. Se quejan de todo lo que hago: que si la ropa chorrea, que si el gato maúlla, que si el niño se desliza por la barandilla de la escalera, que si, que si…
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La última protesta ha sido porque mis comidas huelen de manera diferente y humean en exceso. Puede que sea rara, no lo niego, pero también soy de las que encuentra una solución para los problemas.
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Si la ropa chorrea, coloco un plástico debajo; que el gato maúlla, le pongo una mascarilla con efecto de sordina; que el niño quiere baja aprisa, lo descuelgo con una cesta por el balcón hasta la calle. Con el asunto de las comidas, no iba a ser diferente. La solución que encontré ha sido efectiva, porque cada vez se quejan menos. En estos momentos solo me quedan cinco vecinos: el matrimonio del primero, las dos viejecitas del segundo y la renegona del tercero.
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El que menos humeó fue el portero. A la del tercero la guardo para el final.
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Después de eso tenderé la ropa sin plástico y  el gato podrá maullar a su antojo.
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* Elena Casero (Valencia, 1954) es diplomada en Turismo. Trabaja en una multinacional. Ha publicado tres novelas, Tango sin memoria (1996), Demasiado tarde (2004), ambas en Mira Editores, y Tribulaciones de un sicario (Policarbonados, 2009), y el libro de relatos Discordancias (Talentura, 2011). Estos microrrelatos son inéditos.
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27 comentarios:

Isabel Martínez Barquero dijo...

En el relato, Elena es magnífica. Le tiene bien cogidas las medidas a los micros y a los de más largo aliento. Aún me queda leerla en grandes extensiones, en sus novelas. Todo llegará, que ahora estoy con su libro "Discordancias".
Un acierto traer a Elena.

Susana Camps dijo...

Me gusta ese tono ingenuo y casual que adopta Elena en sus micros, pero lo que más me llama la atención es la aparición de detalles coloquiales, como 'desmadejada' en el primero o 'la renegona' en el segundo, pinceladas que nos acercan a la voz narradora y nos arrancan una sonrisa. Los espolvorea maravillosamente.
La elipsis de Placeres culinarios, una delicia.
Besos, Elena. Gracias Fernando.

AGUS dijo...

Decía Elena, en la presentación de "Discordancias" en Barcelona, que su trayectoria literaria - tal y como se puede apreciar - discurre de modo inverso a lo que sería más común, más habitual. Sus primeros libros son novelas, el último cuentos, y ahora podemos leer con asiduidad en su bitácora microrrelatos como los que hoy nos muestras.

Y creo que esa trayectoria, ese bagaje, se intuye en sus historias más breves, pues es en la economía de su estilo donde se cifra la intensidad: contar lo mínimo y ambicionar lo máximo.

De la primera pieza es imposible no destacar su excelente inicio; ese "me morí", y como a partir de esa cota tan elevada Elena es capaz de imaginar y resolver una historia que esté a su misma altura. Del segundo, me subyuga esa última frase final, casi dicha de un modo casual, como si se tratase de un desliz o una nota a pie de página, una vez que todo ya ha terminado.

Un placer leer a Elena, gracias Fernando.

Isabel dijo...

Me alegro de ver a Elena aquí y leer estos micros para mí nuevos. Me gusta mucho ese fino humor en sus letras tan personales.

Saludos

Víctor dijo...

Me gustó mucho el primero de ellos. Un gustazo ver a Elena por aquí.

Lola Sanabria dijo...

Esa fina ironía, ese humor negro que tanto me gusta, lo borda aquí Elena.

Abrazos sin crujido de huesos para la autora y el anfitrión.

Puck dijo...

Me gusta como Elena consigue enganchar la atención desde la primera frase y después va dibujando la escena y a esa mujer protagonista que, en ambos casos, me ha dejado con un escalofrío.
saludillos

Isolda Wagner dijo...

Cómo me gustan estas dos aportaciones. Fantásticas las dos. Una forma de escribir fluida y con esa suave ironía.
Muy buenos textos, Elena.
Besos de mi sur.

Rosa dijo...

El primero me ha encantado Elena, y el segundo me ha hecho reír. Un gusto leerte.
Gracias por compartir

Besos desde el aire

Manu Espada dijo...

Elena es la autora más versátil que conozco, tan pronto te escribe una novela tan buena como Tribulaciones de un sicario como un libro de relatos como Discordancias. Es genial.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Me encanta la última frase del primer relato, que tiene mucha enjundia. Y con el fino humor negro del segundo. Estupendos ambos a mi parecer.

Elena Casero dijo...

Muchas gracias a todos por los comentarios. A Fernando, sobre todo, por cederme un trocito de blog por donde habéis pasado muchos de vosotros.

Creo que he llegado al microrrelato por cauce natural. A fuerza de leer, de disfrutar, me he envenenado. Se ha convertido en una pasión. Me gusta muchísimo leeros, escribirlos, pelearme con ellos, buscar esa concisión que requiere el espacio y la palabra exacta.
Muchos de vosotros habéis sido y sois los que me enseñáis.
El problema es que ahora las novelas me salen de dos páginas.

En fin, muchísimas gracias a todos.
Y a Gemma en especial que me empujó.

Citopensis dijo...

Elena es una "fenómena".
Da gusto la tía.

Un lujo verla en la nave.

Saludos.

Nicolás Jarque dijo...

Elena, ¡Enhorabuena por la publicación!

Estos dos relatos ineditos destacan por su idea y por su léxico, acorde con los temas tratados.

Del primero destaco esa inmersión al surrealismo para después salir a flote con la dura realidad. Y es que a veces parecemos tontos, pero porque queremos hasta que dejamos de serlo.

Y el segundo toca un tema que me encanta, una comunidad de vecinos y sus historias. No hay mejor forma de acabar con ellos, que... digo los problemas.

Me han gustado mucho y son un ejemplo claro de tu ingenio y de tus letras.

Bessets.

Sergio DS dijo...

Sigo a Elena hace tiempo, me alegra verla aquí navegando.

Rosana Alonso dijo...

Si hay una característica propia de ELena, es su buen manejo del humor negro, de la ironía fina, cion clase, con elegancia.

Yo también admiro su versatilidad.

Vaya a mí me está pasando como a ella, el microrrelato te absorbe tanto y una se acostumbra de tal modo a podar que luego al escribir le parece que sobran la mitad de las frases y si una está intentando algo más largo, le parece que sobran la mitad de los párrafos y digresiones.
Me alegro mucho de leerla aquí

Abrazos per tutti

Jesus Esnaola dijo...

Dos estupendos ejemplos del talento de Elena, dos estupendos ejemplos de la misma Elena, apasionada y positiva. Dos microrrelatos que leídos uno tras otro parecen satisfacer asuntos pendientes. Si en el primero nos deja con esa rabia de la injusticia, en el segundo la venganza es perfecta.
En ambos micros la cosas pasan como si nada y eso los hace divertidos, pero muy inquietantes.

Besos, Elena, un placer. Gracias, Fernando.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Es un placer encontrar a Elena por aquí y poder disfrutar de estos dos micros que son, sin duda alguna, excelentes.

Un abrazo,

Javier Ximens dijo...

Da gusto leer a Elena por su sencillez y su ironía. Dos buenos ejemplos has embarcado hoy, Fernando, que nos llevan a la Elena de los relatos de la vida cotidiana con esos toques de humor negro. Recomiendo su libro de relatos Discordancias. Tengo pendiente de leer sus novelas. Feliz viaje.

Miguel Sanfeliu dijo...

Me alegra ver a Elena Casero en este blog. Una autora muy interesante que merece ser leída y conocida. Sus libros son muy amenos y me encanta el sentido del humor, siempre ácido, que les imprime. Enhorabuena.

Anita Dinamita dijo...

Qué gusto encontrar a Elena con dos micros tan suyos y tan especiales.
Yo la he leído en todos los formatos, novela, relato y microrrelato, y hasta la he oído cantar y reír.
Una gozada. De los micros no hace falta decir mucho más... me encanta la ironía fina que destilan.
Abrazos y gracias a Fernando

Mar Horno dijo...

Dos textos magníficos. El segundo, tan divertido, tan cotidiano, que te toca tan de cerca y esa naturalidad con la que cuenta que cocina a los vecinos meticones.
El primero, simplemente genial, dice tantas cosas sin decir apenas nada. Me parece que nos pone delante de la cara el desamor de forma cruda, poética y surrealista.
Un portento la chica, vamos.
Un beso Elena.

Miguelángel Flores dijo...

Maravilla de micros, porque, sobre todo, quedan perfectamente dibujados los dos personajes femeninos, uno en blanco y otro oscuro, pero muy bien definidos ambos.

Un abrazo, Elena.

Elysa dijo...

Me alegra leer a Elena aquí. Me encanta su forma de escribir con esa ironía y humor negro tan divertido. Ambos micros son para disfrutar y sonreír.

Besitos

Rocío Romero dijo...

Qué maravilla Elena, así como quien no quiere la cosa, una va y se muere, pero por última vez... y la vecina resuelve sus problemas en la cocina.
Una visión original, traviesa pero con trasfondo de peso.
Sí señor, enhorabuena
Y besos a todos

Isabel Barceló Chico dijo...

Tu maestría y tu sentido del humor me hacen sonreir, Elena. Afilada como una cuchilla de afeitar oculta entre los pliegues de lo cotidiano. La vida debe ser así, como tú la dibujas. Enhorabuena por estos relatos.

Paloma Hidalgo dijo...

Es un placer leer tus obras Elena. Siempre te mueves en ese horizonte entre la realidad y la fantasía con talento y con originalidad.

Me quedo con el primero, ese desmadejamiento de la protagonista, me ha conquistado.

Un beso