Querido amigo:
Yo tengo uno de mis libros más importantes, Cuentos reunidos, casi mil páginas, colgado en Google, con la leyenda, “con consentimiento de la editorial Lumen” (que pertenece al grupo Random House Mondadori). Nunca me pidieron consentimiento, ni me pagaron derechos para colgarlo. Es más: recuerdo haber recibido hace unos tres o cuatro años una carta de Random House Mondadori solicitándome autorización para colgar algunos de mis libros de Internet, y yo respondí que no, que de ninguna manera.
Cuando vi los Cuentos reunidos en Google, hablé con mi agente literaria, quien me dijo que nunca habíamos recibido una solicitud y que todo esto estaba muy confuso, que había reuniones entre editores y agentes, pero nada definitivo, y que a veces, esa frase que aparece en el portal no es verdadera.
Por otro lado, me pasó algo muy gordo con Amazon. Resulta que una amiga me informó que, hace un año, más o menos, había en Amazon una serie de camisetas de esas de baseball, blancas, con leyendas así: I love Michael Jackson (entonces estaba vivo), otra I love Madonna, otra I George Clooney… Y había una, I love Cristina Peri Rossi. Entré a Amazon, las encontré en tres tallas diferentes, a 25 dólares cada una, y en los días siguientes, aparecieron no sólo en tres tamaños, sino para hombres, mujeres y niños o niñas. Luego, aparecieron, además, gorritas con la misma leyenda, y finalmente, camisetas y demás prendas, con la siguiente leyenda: Cristina Peri Rossi Love Me.......
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Hablé con el abogado de la Asociación de Escritores de Catalunya, me dijo que autentificara la página de Amazon (que siguió tal cual durante varios meses) ante notario, por lo que pagué cien euros, y con ese material, él envió una carta diciendo que no habíamos dado jamás autorización para la venta de todo esa gama de camisetas...y que reclamábamos derechos de imagen. Entretanto, yo, a nombre de otra persona, compré por correo un par, que me costaron 50 dólares y me las enviaron enseguida...Las hice autentificar, también.
Bien, los de Amazon tardaron dos meses en contestar: que lo sentían mucho, y retiraron la página. Era una respuesta robot.
Según mi agente, se podría poner una demanda en USA, pero sería muy caro, difícilmente se encontraría a un abogado dispuesto a pleitear con Amazon… Sin contar con que Amazon no fabrica las cosas que vende. Parece que no hay muchos abogados dispuestos a actuar contra Amazon... Me lo dijo también el notario que me hizo el acta: ¿Dónde va a conseguir un abogado que se tire contra Amazon?
Y eso es lo que digo yo: ¿dónde vamos a encontrar a un abogado que nos defienda ante los portales?
Un saludo y gracias.
cristina peri rossi
http://www.cristinaperirossi.es/
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* Cristina Peri Rossi ha contado esta misma historia en un poema, "Y love Cristina Peri Rossi", que anticipamos aquí.
http://www.cristinaperirossi.es/
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* Cristina Peri Rossi ha contado esta misma historia en un poema, "Y love Cristina Peri Rossi", que anticipamos aquí.
11 comentarios:
La verdad es que es impresionante, Cristina, porque esto del imperialismo lo está jodiendo todo. Recuerdo haber leído algo sobre estas camisetas de Amazon en Playstation, creo que lo mencionabas en forma de poema.Es curioso, tiene y no tiene que ver con esto pero te lo cuento: esta tarde fui con mi hijo al cine, una americana porque el cine infantil ya es todo americano. Antes de comenzar la película, un gran anuncio de un partido político catalán que gobernó catalunya muchos años, acaparaba toda la gran pantalla ¿nos venderían ellos? qué sé yo, nos vendieron todos, cada uno puso su granito. Después en medio de la película, un diálogo entre una madre y un hijo. El hijo esconde unas hormigas en un vagón de tren en miniatura, la madre las busca y al no encontrarlas, repara en el vagón y se pone a mirar por las minúsculas ventanillas. El hijo dice ¿qué buscas ahí mamá?la mamá responde: sólo miraba que no hubiera inmigrantes ilegales.
Helada me he quedado, fría como un tempano.
Demándalos a lo grande, como ellos hacen de las suyas, a lo grande!
Mi padre, que era notario (como lo era el de Carlos Marx o el de Salvador Dalí)nunca le hubiera dicho eso a Cristina. Pero lo realmente importante, y parece no deducirse de tal texto, es que no es el abogado el que se "tiraría" contra Amazon, sino la propia Cristina. El abogado, lamentablemente (y bien que lo sé), no es más que un mercenario o incluso peor (si hacemos caso a O'brian cuando cita a Gibbon: "Los mercenarios son personas sin valor, pero al menos arriesgan su vida, mientras que esos hombres solo arriesgan sus futuros honorarios ...") y no funciona a resultado. Así que, yo que me he dedicado muchos años inútilmente a defender y perseguir "causas justas" y que puedo dar fe, tras esos años, de que mi salud y mi condición patrimonial es mucho peor hoy que cuando empecé, por lo que sé que no me he enriquecido a costa de los problemas y sufrimientos de los demás, no tengo inconveniente en tirarme o lanzarme contra Amazon o contra quien sea necesario. Pero yo trato de vivir de mi trabajo del que, cuando alguien me pregunta, suelo decir que consiste en hacer daño a los demás (y no soy dentista), en buena prueba de que el ejercicio de la abogacía muchas veces es algo espantoso, porque vivimos siempre en donde los demás no quieren estar.
En todo caso, estoy seguro de que hay muchos abogados dispuestos a reclamar lo que es justo, incluso contra Amazon, entre los que me encuentro. Otra cosa es poder garantizar un resultado positivo y en breve plazo. Pero eso es otra historia.
Querido Fernando, como secretario de la Comisión de Derechos de Autor de la ACEC, te informo de que tenemos conocimiento de estos abusos y que estamos trabajando para ponerles coto, cualquiera sea el nombre de la plataforma. Los problemas suelen derivarse de cláusulas en letra pequeña que las grandes editoriales hacen firmar a los autores, con el consentimiento o la ignorancia de muchos agentes, quienes al parecer siguen con bastante frivolidad esta cuestión.
Tras la constitución de la Comisión paritaria, integrada por ACEC, AELC y Gremi d'Editors de Catalunya estamos estudiando un modelo de contrato de cesión de derechos digitales que procuraremos esté cuanto antes listo para su aplicación. Mientras tanto, la ACEC (Asociación Colegial de Escritores de Cataluña), a la que pertenece Cristina, recomienda a sus asociados que no firmen ninguna cláusula de cesión sin una consulta previa a nuestros asesores jurídcos. Consulta que, vale la pena aclarar, es gratuita.
Querida Cristina:
No creo que haya muchos abogados dispuestos a pleitar contra los grandes (entendiendo que me refiero a los que amontonan euros, dólares o cualquier otra divisa). Sin embargo estoy convencida de que somos muchas y os las que preferimos tener tus cuentos reunidos y sueltos en papel sin por ello dejar de visitar tu web o algunos blogues (qué mal suena) como este en que te reencuentro. Un abrazo,
Izaskun
Norberto
Querida Cristina, tu caso es el más flagrante que conozco, pero todos estamos padeciendo este tipo de uso y abuso por parte de "la red", o quienes gestionen los portales. Llevo semanas intentando que un blog que fomenta la anorexia y la bulimia quite frangmentos de una novela mía que los utilizan como ejemplo, y tengo un par de cuentos que están permanentemente de anzuelo en páginas pornográficas. Obviamente a nada de esto he dado autorización, hablé on CEDRO, porque es el único organismo al que estoy afiliado y todavía estoy espeando resupesta. Otros cuentos míos también pueden bajarse gratis de la red sin autorización. Yo no sé qué hacer. Un abrazo y a ver cómo salimos de esta "telaraña".
El caso de Cristina Peri Rossi no es más que el anticipo de lo que nos espera en una sociedad en la que el productor cultural (y yo lo soy, ya que soy editor) es más importante que el autor de cultura. Estamos avisados de lo que va a suceder conforme se vaya imponiendo este modelo economicista de literatura.
no volverán los precios a competir con las palabras, ni los leones dejarán de comer poesía.
Una agente literaria me lo explicaba el otro día. Según ella los editores deberían guardarse mucho de lanzarse a lo digital mientras no haya instrumentos para evitar el pirateo inmediato. Según me dijo, 24 horas después de que C.Balcells pusiera en la red una serie de obras con sus barreras para poderlas vender directamente en formato digital, 24 horas después, digo, estaban todas gratis en emule. La desprotección que ya existía en papel, y respecto al control de las ventas, ahora se multiplica.
Qué miedo...
¿Para qué valen, entonces, las Sgaes, Cedros y demás? Por mi parte, tengo dos libros de poemas pirateados en Google Books y mi abogado prepara una querella contra Google España, que es donde se ha cometido el delito --nada de irse a USA, a montañas nevadas o desiertos lejanos: aquí mismo--. Y no es que no esté encantado de que algún lector más se suba al microbús donde viajan los lectores de mi poesía, que estoy encantado, sino que me gusta que se respeten las leyes y, sobre todo, los modales. Si Google Books se embolsa un euro por mis libros, yo estaré encantado de cobrar mis diez céntimos. Y aquí y allí, unos amigos.
Y, además, nada de dejarse pisotear por los grandes.
Lo económico siempre rondando y muchas veces, mal, como en estos casos.
Pero encuentro a Cristina en ésta página, y recuerdo haber estado en su casa de Montevideo escuchándola recitar... un hermoso recuerdo.
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