Una de las películas candidatas este año a los Oscars (Kon-Tiki, de Joachim Ronning y Espen Sandberg), aunque finalmente se haya quedado sin él, relata la expedición del noruego Thor Heyerdahl, en 1947, desde Callao (Perú) hasta el atolón de Raroia, situado en las islas Tuamotu, de la Polinesia, en la balsa Kon-Tiki. Este curioso nombre proviene de la primitiva denominación del dios solar de los incas, luego conocido como Wiracocha. La travesía duró 101 días en los que recorrieron 7.000 kilómetres en una balsa de madera semejante a las que usaban los exploradores españoles en el siglo XVI. Heyerdahl y sus cinco compañeros de viaje trataban de demostrar que los primeros pobladores de la Polinesia eran peruanos. Sin embargo, las pruebas genéticas hechas con posterioridad a los habitantes de la Polinesia desmienten esta hipótesis.
El libro que contaba esta historia lo publicó en España la editorial Juventud, de Barcelona, en 1951, reeditándose en numerosas ocasiones hasta convertirse en un superventas de aquella época. Hasta donde he logrado saber, en el 2002 llevaba ya trece ediciones. Además, se ha traducido a 67 idiomas y se han vendido más de 40 millones de ejemplares. El documental que hizo de la expedición el mismo Heyerdhal obtuvo un Oscar en 1951.
Todo ello me ha hecho recordar que debí leer el libro en la segunda mitad de los años sesenta y que me impresionó mucho. Estoy convencido de que debió de ser uno de esos pocos libros que contribuyeron a aficionarme a la lectura, junto a otros también de aventuras, de la misma editorial, como el titulado Siete años en el Tibet.
Todo ello me ha hecho recordar que debí leer el libro en la segunda mitad de los años sesenta y que me impresionó mucho. Estoy convencido de que debió de ser uno de esos pocos libros que contribuyeron a aficionarme a la lectura, junto a otros también de aventuras, de la misma editorial, como el titulado Siete años en el Tibet.
Todo esto viene a cuento porque Ronning, uno de los directores de la película, le preguntó a Gregorio Belinchón, el periodista que lo entrevistaba, si en España se conocía y recordaba esta aventura. Pues sí, claro que sí, algunos al menos la recordamos todavía con emoción, quizá porque nos permitía leer lo que soñábamos en nuestros juegos infantiles callejeros.
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4 comentarios:
Miguel tiene ese libro en una edición antiquísima, pero en francés. Es maravilloso.
Es más. yo no leí ese libro pero sí leí el de la expedición de tres balsas que en los años 70ta siguió la misma ruta de la kon Tiki con una tripulación originaria de varios países y que precisamente fue capitaneada por un español que creo que se llamaba Vital Alza
Alí, se llama Vital Alsar y las naves que utilizó están expuestas en la península de La Magdalena, en Santander, junto al pequeño zoo. Saludos.
Tengo una primera edición en Serie Z de Editorial Juventud fechada en octubre de 1955 y tiene mi firma infantil bajo el título, en la tercera página
Nací en 1954, con lo cual, seguramente, le robé el ejemplar a mi padre quien siempre disfrutaba revisando mi biblioteca cuando venía a casa. Decía que se alegraba mucho de encontrar libros que suponía perdidos, cuando en realidad eran robados.
El libro está apoyado junto a otra primera edición del libro de Maurice Herzog sobre la ascensión al Annapurna, el primer 8.000,ocurrida en 1950, libro publicado en francés en 1953 y posteriormente también por Editorial Juventud.
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