sábado, 14 de agosto de 2010

Sobre los títulos, 2

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¿Por qué habiendo un inmenso caudal de títulos disponibles, Cristina Rota y Borja Ortiz de Gondra, han estrenado en Avilés una obra de teatro titulada Memento mori. ¿No sabían, acaso, que Antonio Rabinad (1927-2009) había denominado así la que seguramente es su mejor novela? Las obra de Rabinad no es una narración cualquiera, de esas que pasan inadvertidas, sino una de las más importantes de las últimas décadas, habiendo sido muy elogiada por la crítica. Apareció en 1983, en la Biblioteca del Fenice, de Argos Vergara, dirigida por Carlos Barral, y su versión definitiva data de 1989 (Alba). Me parece que ahora, evitar este tipo de coincidencias resulta muy sencillo.
De todas formas, habrá que empezar a pensar que es una tendencia de nuestra época, pues dos de los autores de la ridículamente denominada generación nocilla han titulado libros recientes suyos con otros muy conocidos de Jorge Guillén y Joyce. Si todo vale, al respecto, ahí tenéis a vuestra disposición, para quienes decidan volver a utilizarlos, títulos como La montaña mágica, El jardín de los cerezos y Ciudadano Kane. ¿Por qué no, si entre tanta pereza vale todo y todo cuela?
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2 comentarios:

Margarita Sañudo dijo...

Otra coincidencia: la ilustración de la cubierta de "Memento mori", de Antonio Rabinad, en Alba se repite en la reedición de "Corazón tan blanco", de Javier Marías, en Alfaguara.

Julia U. dijo...

Sí, ¿por qué no? Si son títulos ya conocidos no merece la pena romperse la cabeza buscando uno nuevo que, a lo mejor, no es acertado. Aún se puede dar un paso más: poner, detrás del título, todo lo dicho o escrito por el otro modificando alguna cosilla. Ya se sabe:más vale malo conocido que bueno por conocer.