viernes, 6 de agosto de 2010

ALBERTO CORUJO

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"La huida"
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"Además me voy a chivar a mis padres" era una frase que no podría repetir nunca más, estaba desolado. Cuando acudía a visitarles invariablemente rompía a llorar: Sus hijos no le hablaban, hacía dos años que estaba en el paro, uno que su mujer le había dejado. Su infortunio era la comidilla de sus vecinos, que cuchicheaban a sus espaldas. Hasta el perro le miraba con desprecio. Sus padres eran los únicos que escuchaban sus cuitas y compartían su dolor.
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Aquella tarde encontró una nota escueta sobre sus tumbas abiertas y vacías: "Hijo, siempre fuiste un llorón. No te lo tomes a mal, pero aquí vinimos a descansar".
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* "Vine al mundo en la marinera villa de Gijón cuando, a los nueve meses y un día de ser gestado, fui expulsado sin contemplaciones del vientre materno. En el transcurso de los últimos cuarenta y un años he metido tantas veces la pata que aún no me explico como sigo conservándola entera. Siempre que puedo viajo, creo que una vez fui a la universidad. Oficialmente parado y febrilmente activo en lo que a escribir se refiere, hace tiempo que abandoné la poesía para sumergirme en las procelosas aguas de la prosa. En la actualidad compagino los relatos más o menos breves con la culminación de otro viaje, esta vez novelesco, viejo sueño literario mío que pronto llegará a su puerto final". Este microrrelato fue finalista en el concurso de la Cadena Ser.
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15 comentarios:

Agustín Martínez dijo...

Excelente, Alberto. Divertido, socarrón, transgresor... Pero me gusta especialmente porque es honesto. Desarrollas una idea firme desde el principio hasta el final, la sucesión de infortunios que padece el protagonista, llevándola hasta el límite. Entonces, cuando parece que todo ya esta dicho, que nada más allá de esta realidad puede suceder, te sacas esa última frase brillante, demoledora y contundente que rompe, precisamente, ese límite, ese más allá, esa realidad. Para mí, es en este punto, donde reside la gran valía del micro. Y creo que denota una buena manera de contar, de hacer, de interpretar este género. Además, resaltar, que utilizes la palabra "cuitas", una delicia. Mi mas sinceras felicitaciones. Espero seguir leyéndote pronto.

Jesus Esnaola dijo...

Es estupendo el micro, me gusta mucho. Sobre todo me gustan las dos vertientes, una un poco más larga que nos habla de soledad y desamparo en un tono más solemne y, luego, el último párrafo que elimina de un plumazo la lástima que podía habernos inspirado el personaje.
Y me gusta la redimensión que el título le da el micro, más consecuente que descriptivo.
En fin, enhorabuena y suerte con los abogados, el candidato es de los buenos.

Un abrazo

Isabel González González dijo...

Este microrrelato es como una ducha de agua caliente y de agua fría alternándose. El humor da paso al desgarro y el desgarro te devuelve de nuevo al humor. E incluso la perspectiva desde el punto de vista del personaje protagonista te envía a la perspectiva desde el punto de vista de los padres y vuelta a empezar. En ese sentido es un relato arriesgado, pero funciona. También es señalable el tema que apunta: este tipo de relación paternofilial de dependencia del que no he leído demasiado. Sería un tema a desarrollar. ¡Enhorabuena y suerte con todos tus proyectos, Alberto!

josé manuel ortiz soto dijo...

Chillón y todo el hijo, quizás sus padres no lo escucharon en vida; o tanto lo escucharon, que ya basta.

Saludos.

Iván Teruel dijo...

Uno analiza fríamente el argumento y la pieza debería resultar desoladora. Pero ocurre que no. Ocurre que, a pesar de la desastrada vida del protagonista, al final uno casi acaba por compadecerse más de los padres.Al menos esa es la impresión que me da a mí. Y creo que casi todo el peso de la desdramatización (porque el cuento es eso) recae en una frase: "No te lo tomes a mal hijo". Esa expresión inunda de ternura el relato, y lo que sigue, "siempre fuiste un llorón", obliga a releer las líneas anteriores. Pareciera que el protagonista, incapaz de coger las riendas de su vida, se hubiera consagrado a la autocompasión, a recrearse en su desgracia tras cada embate. Veo a los padres escribiendo la nota desde el más allá, y, en un acto de amor infinito, borrar una última frase: "Tienes lo que te mereces, hijo".

Saludos.

alberto corujo dijo...

Para un relato dado, existen tantas versiones diferentes como lectores tiene, e incluso más, muchas más, pues son incontables las ocasiones en que, al retomar por segunda o tercera vez una ficción desde su comienzo, nos encontramos realizando una lectura parcial o completamente dispar de la misma, de tal forma que ya no es la misma, sino otra distinta, llegando hasta el extremo de encontrarnos repudiando lo que antes habíamos abrazado por bueno, y viceversa. Lo que está claro es que un relato sólo vive en tanto en cuanto tenga una mirada encima insuflándole el aliento, o, si me apuráis, una memoria alimentando su recuerdo. Los hay que aspiran a la eternidad, y los hay efímeros, flores de un día como –en principio- estos micros nuestros. Por eso quiero daros las gracias a cuantos habéis hecho revivir este micro, y en especial a Fernando Valls, que es quien pone los medios, la voluntad y el esfuerzo para que ese pequeño milagro (¿micromilagro?) sea posible.

Muchas gracias a todos, espero poder disfrutar del placer de seguir leyéndoos.

Beatriz AA dijo...

Me gusta tu humor negro, Alberto. Espero seguir sabiendo de ti, ¿dónde buscamos el próximo reto?
;-)
Bea

Anónimo dijo...

Hola Alberto, comento tarde porque acabo de llegar de viaje.

Ya sabes lo que te dije de tu micro y lo mucho que me recuerda a una persona muy cercana. ;)
Qué decir, que tienes un humor surrealista que siempre se cuela en tus micros(recomiendo la lectura de sus micros del concurso de Eñe y el micro de julio del concurso de Abogados) y una visión nueva y diferente que dota a tus micros de un toque fresco y original.
Un abrazo!
Rosana A.

Hiperbreves S.A. dijo...

Humor negro y licencias fantásticas, dos buenos ingredientes para un estupendo microrrelato.

Manu Espada dijo...

Lo que más me gusta del micro es cómo se pasa de un tono aparentemente trágico, dramático diría, y de repente cambia de registro y nos mete en el terremo de la comedia. Fantástico quiebro.

alberto corujo dijo...

Deambulando por los micropasillos del concurso de microrrelatos sobre abogados de la edición anterior (2009), me topé con el ganador del mes de enero, que para mi sorpresa era un joven conocido mío. Moviendo el cursor hacia abajo, volví a sorprenderme al toparme con otras dos jóvenes conocidas mías. Agustín, Isabel y Rosana son los autores de tres refrescantes microrrelatos que podéis leer en el siguiente enlace:

http://www.abogados.es/microrrelatos/historico3.asp?mes=1&ano=2009

Beatriz AA dijo...

Qué interesante el concurso, y qué buenos los relatos, especialmente el de Agustín (enhorabuena). También he visto que han participado viejas amistades ventanianas.

Me parece un interesante reto, con palabras que hay que meter por obligación, veremos...

Anónimo dijo...

Sí Alberto, Agustín ganó un mes en la edición del año pasado(2008-09) con el micro Atrezzo(muy bueno) y a mí me seleccionaron un par de meses(y a Isabel, me encanta su micro Sopa con pelo). Incluso tuvieron el detalle de incluir uno de mis micros de esa edición en un librito minúsculo y primoroso.
Este año conseguí colar un par de micros(creo que en octubre y febrero) y en julio me parece que va a ser que no.

A mí de este mes me gustan especialmente el tuyo, el de Agustín, el de Jesus Esnaola, Lola Sanabria y alguno más.
¡Suerte! Seguro que ya estás escribiendo el de agosto.
Rosana A.

Miguel Torija dijo...

Un final espectacular como colofón a un relato que nos va preparando para que se magnifique todavía más ese golpe de efecto de un simple papelito. Fiel a tu estilo.

L.N.J. dijo...

Genial, tremendamente genial.

También escucho el programa de cadena ser...

Felicidades.