Creo que aún no es tarde para felicitar a Borau y a Merino por su entrada en la Academia de la Lengua. Ambos poseen méritos sobrados. El primero como guionista, director de cine, editor (al cine ha dedicado sus Ediciones El Imán) y escritor (obtuvo el Premio Tigre Juan con Camisa de once varas, 2003), quizá por este orden. Y el segundo, como narrador, poeta, ensayista y antólogo, aunque en este caso no estoy seguro de que sea el orden preciso.
Borau ocupará el sillón B, que hasta ahora había pertenecido nada menos que a Fernando Fernán Gómez; Merino el sillón m, vacante desde la muerte de Claudio Guillén, un lujo para el comparatismo español, y de quien tanto aprendimos todos los que nos dedicamos a la filología, la historia y la crítica literaria.
El cineasta tiene a punto un par de libros, un ensayo titulado El cine en nuestro lenguaje, que publicará la Universidad de Valladolid, y un libro de cuentos, El amigo de invierno, que aparecerá en mayo en la colección Reloj de arena de la editorial Menoscuarto, de Palencia. Entre sus películas, prefiero Furtivos (1975) y Leo (2002), así como la serie para televisión Celia (1993), sobre el personaje de Elena Fortún. Por otro lado, va a resultar imposible no tener en cuenta los excelentes libros narrativos que le debemos a Merino, o bien su antología del cuento español en el siglo XX. Este escritor leonés, aunque nacido en Galicia, ha cultivado con fortuna todos los géneros narrativos: el cuento, el microrrelato, la novela corta y la novela, y en todos ellos ha dejado su impronta de escritor ambicioso; no tienen más que leer La orilla oscura (1985), quizá su novela más lograda, o Los cuentos del Barrio del Refugio (1994), un ciclo de cuentos, de esa clase de libros que si lo hubiera publicado un escritor norteamericano más de uno andaría babeando con él. En fin.
De todo lo que ambos han declarado estos días, me quedo con una frase de José María Merino: "La institución debe abrirse a los nuevos tiempos e integrar cada vez a más mujeres. Voy a apoyar que ingresen más mujeres en la Real Academia Española". Así sea.
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