martes, 21 de septiembre de 2010

PEDRO UGARTE, 1

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"El viaje"
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A medida que me acerco siento un escalofrío. Asciendo por el sendero y diviso al fin el prado. Atento, reprimiendo la impaciencia, aguarda el perro pastor, hijo y nieto de aquellos que he perdido. Él confía en mí, así que cuando llego coloca su cabeza bajo mi mano, en busca de una caricia. Detrás veo el rebaño, que habré de conducir sin ayuda de nadie. Hace un buen día para emprender la marcha. Nos esperan largas jornadas, noches frías y peligros. Tomo una de mis manos con la otra, para detener el temblor que las invade. Allá empieza la cañada y presiento que el viaje no será distinto al de otras veces.
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Entonces aprieto el cayado de mi padre, alzo la vista hacia el camino y doy la orden de partir.

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* Pedro Ugarte (Bilbao, 1963) es autor de cuatro novelas, Los cuerpos de las nadadoras (Premio Euskadi de Literatura), Una ciudad del norte, Pactos secretos y Casi inocentes (Premio Lengua de Trapo); y de varios libros de cuentos, entre ellos Guerras privadas (Premio NH) y Mañana será otro día. Como autor de relatos muy breves, término que prefiere al de microrrelato, es autor de un solo libro, Noticia de tierras improbables (1992), que ha ido creciendo con el tiempo, hasta ser reeditado en Lengua de Trapo con el título de Materiales para una expedición (2003), convertido en uno de los más valiosos del género en estos últimos años. Los microrrelatos que publicamos ahora son inéditos.
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10 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por la info.
Besos

Isabel dijo...

Leo "El viaje" y dentro de sus palabras me cuenta otra historia. Eso me gusta.
Recuerdo que tengo un libro de él "Los cuerpos de las nadadoras". Lo leí hace tanto que no lo recuerdo bien, pero lo abro al azar y leo:

"Hay que toparse con una o dos mujeres de esta naturaleza para poder al fin decir, sin asomo de hipocresía, que la belleza física no lo es todo para la excitación sexual. Y que puede uno imaginar por dentro a estas mujeres como poseedoras de espléndidas curvas cerebrales, agudísimos pezones de razón, que buscan en las conversaciones con los hombres poderosos contrafuertes de lencería fina con que sujetarse las turgencias".

No he podido evitar escribirlo. Ahora me va a gustar releerlo.

Saludos.

Jesus Esnaola dijo...

Es un poco pariente de Casa Tomada y eso me encanta. Una situación normal, habitual para el protagonista, un presentimiento, ningún cambio en apariencia. Adelante.

Estupendo.

Un abrazo Pedro, gracias Fernando, como siempre.

Pedro Herrero dijo...

El personaje de este relato queda definido por sus manos temblorosas, y por una inseguridad latente, que el autor consigue sin artificio, como aquellos muebles de ebanista construídos sin clavos ni remaches. El paso del tiempo se cita de manera indirecta, en la saga de los perros y en el cayado del pastor. El viaje de regreso no se anuncia distinto al de otras veces, en un final que parece buscar aquel ligero atisbo de esperanza que se esconde en cada epitafio. Es un texto inquietante, en mi opinión. Y muy recomendable.

Víctor dijo...

Otro autor y otro título a la lista. Tú sigue recomendando, Fernando, que nosotros seguimos (re)comiéndonos tus sugerencias.

Un saludo.

Juan Carlos Márquez dijo...

Memento mori. Un placer leer a Pedro en la nave.

Francesc Cornadó dijo...

Con estas lecturas es un placer navegar en esta nave de locos

Salud

Francesc Cornadó

Isabel Mª dijo...

Tomando nota, como siempre, gracias Fernando.

AGUS dijo...

Creo que un micro es excelente cuando te abre una puerta. Una puerta por la que quisieras colarte y seguir la historia. En este caso, siendo uno o una más del rebaño guiado por Pedro. Exquisito.

Saludos.

Francisco Rodríguez Criado dijo...

Aparte el capítulo que le dedicaste en Soplando vidrio, he leído otros cinco libros de Pedro Ugarte. Para mí está entre los mejores escritores de este país. Me interesan mucho sus narraciones (lo mismo da si son relatos, microrrelatos o novelas), siempre trufadas de cáusticas reflexiones sociológicas sobre el zoo humano.
Lo dicho: uno de los grandes.