domingo, 30 de noviembre de 2008

Un paseo por Wittenberg

....Lutero
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Torre neogótica de la Iglesia del Palacio
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Un grupo de investigadores de diversos países (Alemania, Italia, Francia y España), convocados por el profesor Sebastian Neumeister, se han reunido estos días pasados en la Freie Universität de Berlín para hablar sobre Baltasar Gracián. Pero una vez cumplidas sus obligaciones académicas, dedicaron el domingo a visitar la histórica ciudad de Wittenberg, situada a orillas del Elba. En el siglo XV fue sede del príncipe elector Federico III el Sabio, quien fundó su Universidad en 1502, y en la que enseñaron nada menos que Giordano Bruno, Lutero, Michael Agricola y Novalis. En 1996 la ciudad, que logró sobrevivir intacta a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
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Luis, Sagrario, Benito, Carlos, F. y Josep, ante la puerta de la Universidad

Esta pequeña urbe, que en la actualidad cuenta con unos cincuenta mil habitantes y es vecina de la capital alemana, vive empapada por la historia del Renacimiento y la Reforma. No en vano, en una de las puertas de la Iglesia del Palacio colgó Lutero, en 1517, sus 95 tesis contra el abuso de las indulgencias. En esta misma iglesia se hallan junto al altar las tumbas de Lutero y Phillip Melanchthon, otro de los reformadores. Wittenberg es, además, la ciudad natal de Lucas Cranach, cuyos cuadros se encuentran en todas las iglesias y museos de la ciudad, entre ellos algunos de los retratos más famosos del reformador. El célebre pintor fue, además, farmaceútico y alcalde de la villa. Y por si todo ello fuera poco, aquí vivió también Lessing, autor que sigue vivo en la programación actual del Berliner.
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Puerta de la Iglesia del Palacio, en la que Lutero colgó sus tesis
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.....Casa natal del pintor Lucas Cranach, el Viejo
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Farmacia y casa de Lucas Cranach, el Viejo
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Casa de Melanchthon
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Antiguo convento agustino, residencia de Lutero y actual Museo de la Reforma


Otra visita obligada es la Iglesia de Santa María, la preferida de Lutero y la más antigua del lugar, la cual tiene un hermoso retablo de tres cuerpos en su altar, obra de Lucas Cranach, y que incluye un curiosa Santa Cena circular, mucho más democrática sin duda, en la que Jesuscristo aparece a la izquierda del cuadro, sin que falte un Judas pelirrojo y con su bolsón de oro. En 1511 Lutero vivía en el monasterio agustino situado en las afueras de la ciudad, hoy convertido en Museo de la Reforma. Cuando se casó en 1525, Federico le regaló el impresionante edificio.

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Retablo de Cranach en Santa María
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Santa María
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La torres góticas de Santa María ...

El domingo por la mañana la pequeña ciudad permanecía bajo una calma que ni siquiera logró perturbar el comienzo de las Fiestas de Adviento, y a pesar de que la magnífica Plaza del Mercado permanecía ocupada por diversas atracciones propias de estos festejos, lo que nos impidió verla con la comodidad y limpieza que sería deseable. En la foto, las estatuas de los dos reformadores han quedado emboscadas entre tómbolas, andamios y puestos de salchichas.

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Plaza del Mercado

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Plaza del Mercado
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... Monumento a Lutero, en la Plaza del Mercado
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Los gracianistas han tenido la amabilidad de contarme por un día entre sus huestes y he pasado con ellos un domingo agradable e instructivo, que ha concluido cerca del Wansee, entrer los manteles de un muy recomendable restaurante italiano, Il Mulino. Por cierto, que Lutero vuelve ahora a estar de actualidad. Precisamente, hace unos días la prensa española daba noticia de las excavaciones que se habían realizado en su casa familiar, descubriendo que no era de familia pobre como se creía, sino pudiente, lo que pudo deducirse a partir de los numerosos restos de huesos de aves que se encontraron. Es sabido que el reformador propuso un cambio profundo en todos los ámbitos de la sociedad, aunque donde menos éxitos cosechara fuera curiosamente en lo económico. En fin, que seguimos casi igual...
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P. D. Sobre esta materia existen dos buenas novelas españolas recientes, El caballero de Sajonia, de Juan Benet, y El hereje, de Miguel Delibes.
* Las fotos son de Gemma Pellicer.
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5 comentarios:

Joaquín Parellada dijo...

Jo, Fernando, ¡vaya suerte! también yo me hubiera añadido, pese a no ser gracianista. Y seguro que Antonio Serrano piensa lo mismo. Un abrazo y recuerdos.
Joaquín

Fernando Valls dijo...

Pues, sí, Joaquín, pensé en vosotros, y en María José Vega, viento los escritos luteranos y las ediciones de Erasmo.
Hasta la Navidad, en Barcelona, un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Me voy a tener que hacer un carnet falso de investigadora, aunque mis intereses suelan pasar por "poco serios", a ver si asi viajo algo.
Muchas gracias por darnos a conocer esta ciudad, que yo hasta ahora no sabía de su existencia.

Joseóscar dijo...

Wittenberg fue también cuna del Fausto real que inspiró al Fausto literario, prejuicio de resabios medievales hacia el diabólico conocimiento renacentista.

Creo que Hamlet también era de allí, o allí estudió: ¡ciudad pequeña pero muy poblada! Tras leer su entrada, más ganas dan de visitarla.

Anónimo dijo...

Querido Fernando, vamos a otorgaros, a ti y a Gemma, la condecoración por la propagación de la cultura (alemana y europea, en el caso de Wittenberg), por tu blog sobre una ciudad cuya existencia parece que muchos no conocen. Ojalá venga alguien que haga también propaganda de Gracián, muerto el 6 de diciembre de 1658 (véase http://www.ub.fu-berlin.de/service_neu/
ausstellung/archiv/gracian_vernissage.html) y también casi desconocido por los españoles. Un fuerte abrazo