sábado, 8 de noviembre de 2008

Del relato y de la crítica literaria

.....
......
La revista alemana Literaturen le dedica un monográfico al cuento. Entre los trece autores seleccionados, de Isaak Babel a Jhumpa Lahiri, si seguimos la cronología, aparecen tres autores en castellano, lo que no está nada mal, Borges, García Márquez y Roberto Bolaño. Y junto a ellos, nada menos que Faulkner ("Una rosa para Emily"), Hemingway, Nabokov (en portada), John Cheever, John Updike, V.S. Naipaul y David Foster Wallace. Ni un sólo autor alemán, francés, italiano o español, pero sí algunos nombres creo que poco conocidos entre nosotros, como el austriaco Heimito von Dorerer y la citada Jhumpa Lahiri, de padres bengalíes, nacida en Londres y criada en los Estados Unidos, ganadora del Pulitzer del 2000 con los cuentos de Intérprete de emociones.
......

....
Que una revista como Vanity Fair le conceda su portada a un crítico literario, me parece que sería impensable en el mundo hispano, y mucho menos aún, si cabe, en España. El caso es que el canal alemán de televisión ZDT le concedió el premio a la labor de toda una vida a Marcel Reich-Ranicki, el gran valedor de Javier Marías y Rafael Chirbes en Alemania. Pero durante el acto de entrega del galardón, les dio toda la estopa que pudo, tachando la televisión de basura. Sólo salvó al Canal arte. ¿Pero existe, acaso, entre nosotros, un crítico literario tan influyente? ¿Existe algún medio que tenga interés en tenerlo? Visto lo visto, lo dudo, sinceramente. Aun cuando haya algunos nombres que podrían haber desempeñado un papel semejante, que -de hecho- a mí me parece que lo están desempeñando, ¿serán esos nombres a los que yo me refiero los mismos que creéis?
...........

5 comentarios:

Miguel Ángel Muñoz dijo...

Y siguiendo con la argumentación de tu texto, Fernando. "Intérprete de emociones", con el que ganó Jumpha Lahiri el Pulitzer, como cuentas, no era una novela, sino un muy buen libro de relatos. ¿Se podría concebir en España que un premio de esa categoría le fuera concedido a un libro de relatos, además, como era el caso con Lahiri, escrito por una autora novel?

Pepe Cervera dijo...

No es de extrañar que Borges o García Márquez estén entre los grandes del mundo mundial, eso ya no lo discute nadie hoy en día, lo otro, lo de Bolaño, parece que es algo a lo que vamos a tener que acostumbrarnos, pese a que personalmente es un autor que nunca acaba de engancharme (no sé, quizás deba insistir en su lectura).
De Heimito von Dererer no conozco nada, incluso ignoro si está taducido al castellano. Y sobre "Intérprete de emociones", Fernando, no es la primera vez que leo sobre ese libro como si fuera una novela, cuando no, es un libro de cuentos, y bastante bueno por cierto (¿se concedería en España un premio como el Pulitzer a un libro de cuentos?? LO DUDO.

Fernando Valls dijo...

Gracias, Miguel Ángel y Pepe, rectifico el error. Os recuerdo que Alberto Méndez ganó el Nacional con su primer libro de cuentos. Me parece que le pregunta debería ser: ¿hay algún libro de cuentos que mereciéndolo no se le haya concedido el Premio de la Crítica, o el Nacional, por no ser una novela?
Saludos desde Neuquén, en la Patagonia argentina.

Pepe Cervera dijo...

Curioso, sin saberlo mi comentario lleva casi la misma intención que el del amigo Miguel Ángel.
Yo también rectifico respecto a "Los girasoles ciegos"; me ha venido a la cabeza apenas pulsar la tecla "publicar comentario".
La pregunta que lanzas (¿hay algún libro de cuentos que mereciéndolo no se le haya concedido el Premio de la Crítica, o el Nacional, por no ser una novela?), es llamativa y debería dar para una entrada en tu blog; piénsalo, Fernando.
Lo único que yo conozco de Argentina es el tango; suelo escucharlo con deleite, una de las músicas que yo prefiero y las letras que más ardor me transmiten. Sólo por eso ya te envidio.
Saludos.

Fernando Valls dijo...

Pepe, Argentina, es un país extraodinario, víctima de sus desastrosos políticos. Además del tango (de Roberto Goyeneche a Astor Piazzola y Gotan Proyect), y de la literatura, en la que no me voy a detener ahora por obvia, por no recordar su extraordinario equipo de baloncesto, hay que probar sus parrilladas de carne o el cordero patagón. El dulce de leche, no es lo mío.