Los discursos de entrada en la Academia de la Lengua tienen mucho de acto social y no poco de encuentro intelectual. Respecto a lo primero, fueron las mujeres las protagonistas absolutas, con la escritora y profesora Carme Riera, experta en literatura del Siglo de Oro y en los miembros de la generación barcelonesa de los 50, quien llevaba un espectacular vestido de tafetán de seda color burdeos. La princesa de Asturias presidió el acto, más envarada y distraída de lo natural y conveniente. Uno apenas sabe nada de protocolos, pero creo que debería moverse con más naturalidad y, desde luego, no puede dedicarse a hojear el discurso mientras habla la escritora. En fin.
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La parte digamos intelectual tuvo su lado bueno: el excelente discurso de Carme Riera sobre los visitantes de Mallorca en el siglo XIX y primera mitad del XX, hasta que el turismo empieza a acabar con la belleza de la isla. Al salir, como es costumbre, nos lo regalaron, y es todo un libro sobre el tema. Más dubitativo se mostró en su contestación, cómo no, Pere Gimferrer, pues aparte de que se le entendía regular y se perdió en digresiones que no venían mucho a cuento, se hizo un lío con los grandes folios que manejaba, unos escritos en forma horizontal y otros en forma vertical, vaya usted a saber por qué.
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Entre los académicos que asistieron al acto se encontraban José Manuel Blecua, Luis Goytisolo, Luis Mateo Díez, José María Merino, Carmen Iglesias, Margarita Salas, Víctor García de la Concha, Pedro Álvarez de Miranda, Darío Villanueva, Salvador Gutiérrez, Soledad Puértolas, Inés Fernández Ordóñez, Santiago Muñoz Machado y Miguel Sáenz. Pero echamos de menos a Ana María Matute, Francisco Rico, Mario Vargas Llosa, Álvaro Pombo, Francisco Brines, Javier Marías, Antonio Muñoz Molina, Juan Luis Cebrián y Arturo Pérez Reverte.
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La sala estaba llena de amigos, escritores, profesores, agentes y editores, tales como Carmen Balcells, Alberto Blecua, José María Pozuelo Yvancos, Jorge Herralde, Pilar Reyes, Rosa Montero, Pilar Beltrán, Olga Merino, Félix de Azúa, Raúl Guerra Garrido, Ramón García Mateos, Neus Aguado, Irene Gracia, Jesús Ferrero, etc. Y yo me encontraba estupendamente acompañado, sentado entre las escritoras Marina Mayoral y Cristina Fernández Cubas. También asistió al acto el fanático conseller Ferran Mascarell, ayer socialista y hoy convergente en el poder e independentista, quien esa noche debió de tragar bastante quina... Carme Riera ocupará el sillón `n´, letra a cuyas ventajas le dedicó unos divertidos comentarios al comienzo de su intervención. La noche se alargó razonablemente, en distendidas conversaciones, en el cocktail que la escritora ofreció a sus amigos en el salón Felipe IV (¡ojo, no Felipe V!) del cercano Hotel Ritz.
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7 comentarios:
Me he reído, sonreído y hecho una idea clarísima de cómo fue el acto. Mi admiración como siempre a tus crónicas, Fernando.
Uhh, menudo fiestón. Seguro que acabó alguien vomitando en la alfombra. O cantando el "oupa gangan estail". O llorando en algún hombro por alguien...
Como si lo viera, cuando se junta la intelectualidad en pleno, la lían seguro.
Gracias, por la crónica, Fernando.
Abrazos
Pues, la verdad es que no, Miguel Ángel, yo no vi que nadie vomitara, cantara o llorara, aunque sí vi charlar y reír animadamente a muchos y buenos amigos.
Gracias, Isabel, por tus amables comentarios.
Qué bueno poder participar de este momento a través de tu crónica querido Fernando. Carmen Riera es una de mis escritoras preferidas y su incorporación a la Academia me alegra especialmente. Saludos a los navegantes y un gran abrazo para tí.
Cómo me hubiera gustado estar ahí. Aquí, en Mallorca, se han desatado las mezquindades, tanto de unos como de otros, y son pocos los que han celebrado públicamente el éxito de Carme Riera. El turismo de masas y los depredadores no sólo han destruido el paraíso, sino también el sentido común de sus habitantes. Besos, Fernando. A ti Mallorca te echa de menos.
Un lujo poder disfrutar de esos momento y que algo nos llegue a los que te leemos.
Un abrazo
Ah, vaya, entonces no es como me habían comentado. Ya me extrañaba. Voy a tener que revisar mis fuentes...
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