.. "A la inmensa minoría", Juan Ramón Jiménez .. "A la inmensa mayoría", Blas de Otero .. "A la minoría inmensa", José Ángel Valente .. * El cuadro es de Francesco Clemente. ..
El escritor es narciso por naturaleza. Siempre se dirige a sí mismo. Los que hablan de minorías intentan atenuar o disimular ese narcisismo, los que hablan de mayorías no son escritores. Son mercaderes.
Carlos Herrera diría: "A la misma mismidad de uno mismo". Yo no estoy de acuerdo. El escritor dispara su perdigón en todas direcciones, con la esperanza de darle a cualquiera que pase por allí. Podría ser, pues: "A cuantos se pongan a tiro". Abrazos (sin tiros).
Creo que siempre debe dirigirse a uno mismo, a su yo, al que quiere salir. Después ya se puede entrar en otros aspectos, como si es su principal forma de vida, entonces ya se debe más a un público y a unos editores. Pero se escribe para uno mismo y si gusta a una mayoría es lo mejor de todo. Un saludo, me ha encantado la reflexión que lanzas, Fernando.
Estoy del todo de acuerdo con Antonio Tello. Lo milagroso es que después de eso resulte que uno, algunos, muchos encuentren algo ahí que les habla también a ellos, incluso, como pasa a veces con algunos grandes, que les habla precisamente a ellos.
Pues depende, y sobre todo depende del tipo de escritor de que se trate. Desde mi punto de vista, la inmensa mayoría de los escritores consagrados (por no decir que todos) escriben para el editor que pone la pasta e, indirectamente, para un público mayoritario de marujas que leen las novelas en el metro. Ellos no lo saben, pero deberían escribir para el corrector de estilo que les coloca las comas y las tildes, y que suele ser un tipo con muchísima más cultura y capacidad que ellos. Los escritores mediocres supongo que escribirán con la esperanza de ser leídos por una mayoría. A los escritores geniales me temo que el lector se la trae completamente al fresco, entre otras cosas porque si estos escritores pensaran en los lectores sus obras tendrían que ser, casi por definición, mediocres.
23 comentarios:
El escritor es narciso por naturaleza. Siempre se dirige a sí mismo. Los que hablan de minorías intentan atenuar o disimular ese narcisismo, los que hablan de mayorías no son escritores. Son mercaderes.
Antonio, ¿te atreverías a condensar lo que dices en una sentencia, del tipo de las que he barajado? GRacias y abrazos.
¡Siempre a la "miyoría"!
A su misma minoría.
Yo creo que el escritor aspira a dirigirse a la inmensidad, con independencia del aforo.
El escritor escribe para poder reencontrarse, pasado el tiempo.
Y para que los demás lo encuentren, ahora y mañana.
Saludos
Beatriz
Me quedo con la de Valente.
El cuadro es genial.
Saludos.
A la minoría y a la mayoría. Ambas inclusive.
Abrazos.
A la mayor minoría, esto es, a la inmensidad.
El escritor escribe para sí.
Pongamos que al lector complaciente, y sobre todo, al lector contendiente.
El cuadro da un poco de "yuyu", asusta.
Saludos
Igual algunos escriben para quien quieren.
Vamos, que además de amar hacen lo que les da la gana.
Pero muy interesante.
Carlos Herrera diría: "A la misma mismidad de uno mismo". Yo no estoy de acuerdo. El escritor dispara su perdigón en todas direcciones, con la esperanza de darle a cualquiera que pase por allí. Podría ser, pues: "A cuantos se pongan a tiro". Abrazos (sin tiros).
Ni a la mayoría ni a la minoría: siempre la verdad.
¿A la hoja en blanco?
O algo.
Un saludo.
A quien habita el fondo
Creo que siempre debe dirigirse a uno mismo, a su yo, al que quiere salir. Después ya se puede entrar en otros aspectos, como si es su principal forma de vida, entonces ya se debe más a un público y a unos editores. Pero se escribe para uno mismo y si gusta a una mayoría es lo mejor de todo.
Un saludo, me ha encantado la reflexión que lanzas, Fernando.
Muy acertada la microhistoria. No sé que harán los escritores. Yo, que no soy escritor, escribo para mí, y para cuantos "mí" me quieran leer.
Yo. ¿yo?. ¡Yo!
¿Y si se escribiera por el miedo a fracasar en otra cosa?
A quien le lee...
saludos:
Pau Llanes
Estoy del todo de acuerdo con Antonio Tello. Lo milagroso es que después de eso resulte que uno, algunos, muchos encuentren algo ahí que les habla también a ellos, incluso, como pasa a veces con algunos grandes, que les habla precisamente a ellos.
Pues depende, y sobre todo depende del tipo de escritor de que se trate.
Desde mi punto de vista, la inmensa mayoría de los escritores consagrados (por no decir que todos) escriben para el editor que pone la pasta e, indirectamente, para un público mayoritario de marujas que leen las novelas en el metro. Ellos no lo saben, pero deberían escribir para el corrector de estilo que les coloca las comas y las tildes, y que suele ser un tipo con muchísima más cultura y capacidad que ellos. Los escritores mediocres supongo que escribirán con la esperanza de ser leídos por una mayoría. A los escritores geniales me temo que el lector se la trae completamente al fresco, entre otras cosas porque si estos escritores pensaran en los lectores sus obras tendrían que ser, casi por definición, mediocres.
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