martes, 6 de septiembre de 2011

HIPÓLITO G. NAVARRO

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                                       BALANCE


A un tigre, así sea albino, nunca le da por contar sus rayas. Tener algunas de más o de menos sobre la piel es asunto que le trae bastante al fresco.

Al domador tampoco le apesadumbra tener que encargar a un ebanista una bonita caja de teca forrada de terciopelo para guardar en ella parte de su anatomía. Son los riesgos de su oficio y no se puede decir que los desconozca o los desprecie.
El buen artífice de la madera, por su lado, suele ostentar también como trofeo de la profesión, además de un aura de finísimas partículas de palisandro o de caoba, alguna que otra extremidad más o menos incompleta, desmochada. Tampoco pierde tiempo el artista en contabilizar su merma, consciente tan sólo de que un ebanista que gesticule con sobreabundancia de dedos al aire siempre será un ebanista sospechoso.
El tigre, el ebanista, pues, hacen oídos sordos a todo lo que no sea su arte de arañar la carne o la madera. Construyen su obra desbastando materia, restando nudos y nervios, huesos e imperfecciones, sin detenerse a contar sus dedos o sus rayas.

El domador, por su parte, calla y otorga. Deposita sin pena su oreja ya disecada en el estuche de teca a la vez que intuye que el tigre, el ebanista, él mismo, podrían ser sordos incluso, individuos que poseen la asombrosa capacidad de cerrar oídos, ensimismados como están con su arte, tanto a los sonidos necios como a los otros.




* Hipólito G. Navarro (Huelva, 1961) reside en Sevilla. Su obra narrativa está recogida en Los últimos percances (Seix Barral, 2005), con el que obtuvo el Premio Mario Vargas Llosa NH, pero puede verse una selección en El pez volador (Páginas de Espuma, 2008). Aparece en numerosas antologías, entre ellas: Ciempiés. Los microrrelatos de Quimera (Montesinos, 2005) y Siglo XXI. Los nuevos nombres de cuento español, actual (Menoscuarto, 2010). Este microrrelato es inédito. La foto es de Mordzinski.

26 comentarios:

Jesus Esnaola dijo...

Qué gusto más grande poder leer a Hipólito en "La nave...". Me encanta el microrrelato, con esa mirada tan particular, esa capacidad para encontrar relaciones que se nos antojan escondidas y que tras mostrarlas nos preguntamos cómo no las vimos antes. Esa realidad redescubierta.

Saludos afectuosos a Hipólito, gracias, Fernando por traerlo.

Rocío Romero dijo...

Del tigre al domador, del domador al ebanista, de los tres al público... y como dice Jesus "realidad redescubierta". Me guardo la pieza para estudiarla con calma. Felicidades y abrazos,

Isabel dijo...

Pues le viene como anillo al dedo, supongo que cuando nos mire de frente se recogerá como en el cuento.
Hipólito es un verdadero artista de la palabra, yo lo admiro.

Gracias por traer este genial inédito.

Saludos.

AGUS dijo...

Es como un cuento desplegable infantil, en el que las distintas capas de la realidad aparecen, desaparecen o se yuxtaponen. Me encantó.

Abrazos.

carmen peire dijo...

¡Bien! Hipólito y un inédito, ¿acaso con nostalgia de su tigre albino? ¡Qué gusto da todo lo que sale de esa pluma. Que siga, que siga...

Fernando Valls dijo...

Pues, sí, Carmen, empujemos todos a ver si pronto nos da Poli un nuevo libro, de micros, de cuentos o de ciencia infusa... Sea lo que fuere, estará bien.
Gracias a todos por vuestros comentarios.

Nuria Mendoza dijo...

¡Cuánto me gusta este "Balance" concentrado, condensado y delicioso!
Espero que Poli no calle, y nos otorgue, en cambio, el placer de seguir leyéndole.
¡Muchas gracias a los dos!. Y muchos besos.

Anónimo dijo...

No nos quedemos sólo con el deseo. Propongo que acampemos alrededor de la casa de Poli, y que no levantemos el campamento hasta que no le vemos asomarse a la ventana, con su siguiente libro en las manos.
:-))))

Ángel Zapata

Tomás A.G. dijo...

Tuve la suerte de compartir un par de charlas de biblioteca con Hipólito G. Navarro. Además de ser el mejor escritor vivo de cuentos en español, es un tertuliano ameno y divertido.
Todavía recuerdo lo impresionado qeu me dejó la lectura de El aburrimiento, Lester (creo que el cuento El pez volador se publicó en este libro). Nunca antes había leído nada parecido ni podía imaginar que se pudiera narrar de esa forma.
Los tigres albinos no hizo otra cosa que corroborar la maestría de un futuro referente del cuento.
Felicidades, Sr. Valls, por tan acertada entrada.

Pedro Herrero dijo...

Escribir es algo que hacemos todos, con mayor o menor fortuna. Pero alguien ha dicho (y cómo lamento no acordarme de quién ha sido) que la literatura empieza cuando las palabras se reúnen en un texto como si fuera la primera vez. Eso es difícil porque las palabras existen desde siempre. Y tampoco hay manuales que expliquen cómo conseguir ese efecto de novedad, de exclusividad, que no consiste en buscar palabras complicadas, sino en saber colocarlas en el lugar adecuado. Es todo un arte, y ejemplos como el de Hipólito lo ponen de manifiesto.

Elysa dijo...

Es una pieza para degustarla con calma, tiene muchos matices.

Gracias por traerlo a tu espacio.

Besitos

Fernando Valls dijo...

De acuerdo, Ángel, y nos llamaremos los polindignados.
Pero cuando Poli nos entregue un nuevo libro, acamparemos frente a tu casa, para lo mismo, con Poli a la cabeza.
Abrazos.

Anónimo dijo...

La pucha, mis queridos todos, abro esta ventana cuando el día tenía ya todo su pescado vendido, visito mis cuatro lugares favoritos de la red, y me encuetro con el regalo de Fernando (avisado desde hace días, es cierto) y con este chaparrón de comentarios encendidos vuestros, tan llenos de cariño. ¿Qué puedo decir ahora, aparte de que estoy abrumado por completo? Me habéis alegrado un día llenito de nervios y de ansiedad. Los puñeteros de la sanidad de este país me programan mañana, después de un año largo de dolorosa espera, una operación de hernia de disco que me tiene bien asustado. Tenía pensado pedirles mañana a los neurocirujanos que el disco que pongan entre esas vértebras fuese de Pink Floyd, o de Mozart, o que insertaran dos, uno de cada uno, si se quisieran empeñar, pero después de leer vuestras palabras ya me da todo igual y creo que aceptaré que me pongan uno de regaliz mismamente. Gracias, mil gracias a todos, por el calor y el cariño.
Besos y abrazos emocionados.
Para ti, Fernando, además, que sea feliz cumpleaños. Te cantamos desde casa el apio verde tuyú, y que cumplas muchos más, tú y tu acogedora, imprescindible Nave de los locos.
Vuestro,
Poli

Fernando Valls dijo...

Poli, tras inventar el comentario como microrrelato, te deseo que vaya muy bien la operación. Abrazos.

Jesus Esnaola dijo...

Me sumo a los buenos deseos de Fernando, Poli. Que todo vaya bien!

Beatriz AA dijo...

Una operación con la miel de los comentarios de quienes te aprecian, y con la música que llevarás en tus oídos, sólo puede dar paso a que por fin recuperes las energías mermadas por la *** hernia.
Un abrazo
Beatriz

Diego Prado dijo...

El mejor autor de cuentos de España, con permiso de Félix J. Palma.
Por cierto, nuevo espacio de libros, literatura y crítica sociocultural sin pelos en la lengua: http://cafeconlibrosprado.blogspot.com/
Barra libre para todos los que quieran asomarse.
Saludos.

Fernando Valls dijo...

Diego, me parece alucinante lo que dices. Es como si afirmaras que el Barça es el mejor equipo de fútbol de Europa, con permiso del Almería. Saludos perplejos.

manuespada dijo...

Poli es fuente de inspiración para muchos nosotros, siempre que puedo releo sus relatos. Suerte en la operación, espero que el disco que te pongan tenga un sonido adecuado a tus gustos musicales.

Diego Prado dijo...

Perplejo me quedo yo, Fernando. Cuando digo "con permiso de" me refiero a que, en mi opinión,son dos autores que están al mismo nivel, pero si tú ejemplo es comparar el Barça al Almería, quizás debas explicar aquí qué opinión te merece Palma como cuentista...
Un saludo.

Arte Pun dijo...

Tuve la satisfacción de conocer a Hipólito este invierno en una reunión del taller literario al que asistía. Me quedé, como más grabado, con su sinceridad absoluta al hablarnos de su faceta escritora, aparte de su interesante y divertida exposición.
El “Balance” me gusta por la combinación de elementos tan a simple vista poco combinables. Debido a mi escasez mental, he debido leer el relato como cuatro o cinco veces desde que se publicó, para llegar a encontrar un significado medianamente coherente, que me da algo de vergüenza confesar ante tantos comentarios entendidos, pero creo que Hipólito se lo merece ya que no es “cierra-oídos”: el tigre es la crítica, el ebanista el escritor, y el domador el editor. Esto, claro está aplicado al mundillo literario, pero se podría abstraer a otros mundos (esta coletilla es falsa, y es por aquello de no perder el comodín del público por si el tiro me sale muy errado).

Gracias Hipólito, y por supuesto Fernando, felicidades.

Saludos

Anónimo dijo...

Gracias Fernando por regalos como este, que no serían posibles sin tu ojo literario, tan certero.
¡Cuánta poesía! ¡qué sorpresa maravillosa del querido Poli!
Fernando: ya Poli ha inventado "el comentario como microrrelato", ¿para cuándo leemos tu ensayo sobre el nuevo género?
Me apunto a las acampadas polindignadas y angelindignadas, que no por nada me tengo por guerrera.
besos, Fernando, y que vaya más que bien la operacion, Poli.

Inés Mendoza

Anónimo dijo...

Gracias de nuevo a todos por los ánimos y los piropos. Por fin me programaron la **** operación, que será de aquí a final de... marzo. Sí, es que el compromiso de mi comunidad autónoma es no tener listas de espera de más de seis meses. Así te da tiempo a pensarlo, claro.
Abrazos y besos again.
Poli.

Carlos Frontera dijo...

Esto que hace Poli con las palabras no tiene nombre; pura prestidigitación, oiga. Gracias, Fernando, por permitirnos leer algo suyo nuevo -al fin!-, y espero que se reponga cuanto antes y nos deleite con un libro entero, de esos que se leen de arriba a abajo y de izquierda a derecha.
Saludos.

Anónimo dijo...

Gracias por el cuento. Me alegro a encontrar otro de Hipólito mientras leo Los últimos percances. Ha sido el postre perfecto.

-paul

HEH dijo...

Soy escritora y traductora estadounidense (residente en España desde hace 15 años) y para mí sería un honor tener la oportunidad de traducir este micro-relato al inglés, para hacerlo llegar a un mayor público de lectores (específicamentee de habla-inglesa). Me encanta la obra de Hipólito, pero claro que nunca lo haría sin su permiso... alguien sabe como me podría poner en contacto con él para emprender esta mini-aventura del lenguaje?? Gracias! Y que sigan los buenos posts que nos invitan a contemplar...