Los recientes cambios políticos han traído consigo una significativa renovación en la organización del premio Dulce Chacón. Hasta ahora, la más importante ha consistido en que el eficacísimo y atento Luciano Feria Hurtado dejara su puesto como secretario del jurado. Esperemos que el nuevo equipo que se hace cargo del premio lo mantenga, dada su singularidad y el prestigio que ha alcanzado en los pocos años que lleva de existencia. No estaría mal que introdujera cambios en la composición del jurado, contando con escritores y críticos de indiscutible prestigio y que fueran conocedores de la materia. Los finalistas de esta nueva convocatoria son:
Dublinesca (Seix Barral), de Enrique Vila-Matas.
El sueño del celta (Alfaguara), de Mario Vargas Llosa.
Tiempo de vida (Anagrama), de Marcos Giralt Torrente.
Venían a buscarlo a él (Acantilado), de Berta Vías Mahou.
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1 comentario:
Mucho me temo que, por desidia, el nuevo equipo de gobierno dejará morir el premio: nunca le tuvieron mucho aprecio ni a Dulce ni a Rosa Regàs.
PPK.
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